Ante la crisis sanitaria por la pandemia, en muchas oportunidades los profesionales de la salud afirmaron que tienen miedo a que llegue el momento de decidir quién puede acceder o no a un respirador. Hoy afirmaron que ese momento aún no llegó.

“Hay familiares que deciden no meter a sus seres queridos en el respirador. No es de nuestra parte esa decisión, muchas veces los familiares toman esa decisión. Porque se entiende que somos dueños de la vida de la gente y no es así”, dijo el doctor Luis Báez en contacto con La Nación, quien se desempeña como director médico del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente “Juan Max Boettner” (Ineram).

Báez afirmó que los profesionales hacen todo lo que está en sus manos para ayudar a los pacientes y que siempre dan informe a los familiares, en especial cuando los mismos ya necesitan de ayuda mecánica. “Muchas veces dicen: ’No quiero que se haga más ningún gesto sobre mi pariente o familiar’, y tenemos que respetar. Ellos tendrán sus motivos, los familiares deciden”, ratificó.

En otro momento, el profesional destacó que los pacientes van a consultar con cierta agresividad. “Esto realmente no nos ayuda, al contrario, nos desmotiva muchísimo. Porque no podemos darles la atención como hace 4 o cinco meses”.

Indicó que estamos pasando por un momento difícil y una situación diferente de la enfermedad. “Ahora es un momento difícil, complicado, estamos en un estadio diferente de la enfermedad, y estamos empezando. La gente no entiende que este es un hospital de contingencia para el COVID-19”, subrayó.

Manifestó que hay pacientes que inclusive quieren atentar físicamente contra los médicos y dentro del hospital de contingencia no pueden ingresar los uniformados para no exponerlos. “Estamos jugando con nuestra integridad muchas veces”, lamentó.

Argumentó que esta es una contienda y que no todos llegan al final. “Pido paciencia en este momento. Unos caerán, ojalá que sean poquitos, y muchos tendrán que avanzar hasta llegar a la final. Ese es nuestro objetivo, que la mayor cantidad llegue a la final”.

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Según el doctor Báez, hasta hoy viernes el Ineram cuenta con 35 camas de UTI ocupadas y cuentan con 37 en total, lo que equivale a una ocupación de cerca del 100%. “Las camas de terapia intensiva están casi completas. Tenemos dos libres, lo que indica que tenemos 35 camas ocupadas en terapia”, afirmó. Agregó que no cuentan con pacientes que están esperando por camas y que inclusive están pasando pacientes de terapia a sala común porque van mejorando.

En cuanto al equipo médico, destacó que hay equipos de médicos, enfermeras, camilleros y porteros que hacen guardias de seis horas, en turno mañana, tarde y noche. En tanto que los radiólogos y bioquímicos trabajan con una carga horaria de 4 horas por turno.

Manifestó que hasta el momento no cuentan con un segundo equipo que pueda cubrir en el caso de que un profesional de la salud pase a cuarentena. “Hay un faltante de reemplazante para médicos y profesionales de salud que pueden llegar a caer, eso es con lo que no contamos todavía. Seguimos con el equipo original hasta el momento”.

Resaltó que actualmente cuentan con tres profesionales médicos en cuarentena. “Hasta el momento ninguno de nuestros profesionales fue internado ni en cama convencional ni terapia. En casos de que ocurra, porque esto es fatigante tanto física como mentalmente, en algún momento alguien va a tener que sufrir las consecuencias de este esfuerzo”, puntualizó.

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En cuanto a la falta de insumos que se venía denunciando durante esta semana, resaltó que llegó un cargamento de insumos que cubre todas las necesidades. “Los insumos y equipos prácticamente fueron proveídos en un 100%”, aseguró.

Manifestó que en el transcurso de mañana sábado planean habilitar unas cuatro camas más, que sumarán seis camas disponibles para la UTI, de las cuales dejarán operativas cuatro a dos camas. “Contamos con varios pacientes graves en urgencias. Ahora estamos pasando pacientes de terapia a camas convencionales totalmente recuperados. Ayer pasaron dos y hoy uno”, concluyó.