Personal médico de la Segunda Región Sanitaria - San Pedro tomó muestras de 4 indígenas para corroborar la supuesta aplicación de un antiparasitario de uso veterinario, aparentemente como medida de prevención contra el COVID-19, en la comunidad Santa Isabel, del distrito de Yrybucuá, departamento de San Pedro.

Esta situación se da luego de la denuncia de los nativos, el fin de semana pasado, por lo que se tomó la muestra de los indígenas para un posterior análisis de toxicología.

Los indígenas manifestaron sufrir reacciones adversas al medicamento veterinario, entre ellas, dolores de cabeza, mareos, malestar estomacal y dificultades para dormir.

Las muestras serán remitidas al Laboratorio Central del Ministerio de Salud para determinar si en la sangre de los nativos se encuentra el fármaco de uso no humano. Hace dos semanas, en la comunidad se reportó 9 casos positivos al COVID-19.

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El vocero de los nativos afirmó que dos de los indígenas que no aceptaron recibir esta vacuna fueron advertidos y finalmente fueron despedidos de su trabajo. Todos son empleados de una exportadora de banana, cuyo propietario negó que su empresa haya aplicado el antiparasitario a los nativos.

En tanto que los indígenas presentaron una denuncia formal en una comisaría de la zona y también ante la Fiscalía. El Dr. Ricardo Brasel, director de la Segunda Región Sanitaria, señaló que esta vacuna no está autorizada para uso humano. En este caso, supuestamente se les aplicó para tratamiento de coronavirus, lo que está totalmente restringido desde todo punto de vista.

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