Por Viviana Orrego

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Un compatriota se destaca en Estados Unidos de Norteamérica, donde se encuentra cursando el doctorado en Arquitectura en la Escuela Stuckeman de Penn State, becado por el Programa Fulbright–Becal. Fue seleccionado como uno de los 25 investigadores de entre postulantes de todo el mundo para el Programa de Becas de Ingeniería para el Cambio 2020.

Se trata de Julio Diarte, arquitecto recibido en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte de la Universidad Nacional de Asunción (FADA-UNA), quien también celebra que en octubre próximo será padre de una niña, a la que llamará Cala. En contacto con La Nación, contó que se encuentra estudiando en EEUU con su esposa, Elena Vázquez, en la misma universidad. Ambos son arquitectos.

“Mi esposa y yo esperamos una niña, Cala, que nacerá en octubre. Estamos muy ilusionados con su venida. Estoy feliz porque seré papá por primera vez y entusiasmado porque tendré la corresponsabilidad de cuidar y educar a una niña en este siglo veintiuno, que necesita enormemente de más mujeres líderes”, expresó emocionado Diarte.

Pareja de arquitectos paraguayos sobresale en EEUU y celebra que serán padres en octubre. Foto: Gentileza.

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Al ser consultado sobre si se dificulta estudiar fuera del país en tiempos de la pandemia generada del SAR-COV-2 o COVID-19, indicó que la pandemia afectó sus estudios en dos aspectos. “Primero, el no poder acceder a la infraestructura física de la universidad, porque una gran parte de mi trabajo consiste en la fabricación y prueba de prototipos de componentes de construcción y para ello paso mucho tiempo en el laboratorio de fabricación digital y los talleres de carpintería y metal”, aseguró.

Indicó que lastimosamente esta parte del trabajo quedó interrumpido a causa de las restricciones impuestas por la pandemia y por ello se tuvo que enfocar en otros aspectos de su investigación.

El segundo aspecto en el que se vio afectado es en la vida cotidiana académica. “Cuando uno está en la universidad no solo está trabajando, estudiando o asistiendo a clases, sino también interactuando con colegas estudiantes y profesores”, indicó.

Explicó que interacción trae muchas cosas positivas, desde lo más sencillo, saber cómo le va a un amigo, hasta lo profesional, iniciar una conversación que luego puede llevar a un proyecto nuevo. “Las plataformas en línea no pueden reemplazar la riqueza de la espontaneidad en el día a día”, manifestó.

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Confinamiento en un país extraño

“Este es mi cuarto año en los Estados Unidos de América y el lugar donde vivo ya me es bastante familiar”, indicó al explicar que convive con su esposa, también estudiante de posgrado en la misma universidad. “Tenemos la suerte de vivir en un lugar cómodo y agradable de State College, Pensilvania. Hemos adaptado nuestro departamento para poder trabajar con independencia”, aseguró.

Comentó que desde que se inició la pandemia, pese al confinamiento está en contacto constante con su supervisores de tesis y profesores. “Todos ellos han sido muy atentos sobre el bienestar y la salud de sus estudiantes. La universidad y la comunidad se han organizado para facilitar recursos a aquellos que necesitan: desde ayuda financiera para aquellos que están en situación de emergencia a organizar viajes al supermercado para hacer compras para aquellos que están en cuarentena y que no pueden salir de sus casas”, comentó a La Nación.

Viviendas de cartón

Al ser consultado sobre sus estudios, el compatriota explicó que busca innovar en el campo de la arquitectura. Mediante sus estudios propone la construcción de casas de bajo costo, mediante materiales reciclados. “Mi trabajo de investigación doctoral se trata de explorar el potencial de desechos urbanos, específicamente el cartón corrugado, como recurso para la producción de materiales de construcción alternativos para viviendas económicas”, precisó.

Julio Diarte, presentando su trabajo sobre "viviendas de cartón" en la conferencia en Tampere, Finlandia en junio 2018. Foto: Gentileza.

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Diarte, quien también es investigador con las Becas de Ingeniería para el Cambio 2020, celebró la posibilidad de mantener comunicación con profesionales colegas suyos de todo el mundo para promover diversidad, así como colaborar entre instituciones internacionales para resolver problemas del mundo real, especialmente en comunidades marginadas.

La Nación consultó al sobresaliente becario en qué se enfoca para no dejarse llevar por preocupaciones o estrés que son causados por la situación de pandemia, y respondió que es imposible no preocuparse, pero que mantiene una rutina con la que se enfoca en lo realmente importante para él.

“No es posible despreocuparse completamente, pero sí encontré trucos que ayudan. Como rutina: Mantengo horas de trabajo regular (siempre que sea posible) y me “visto” para “ir al trabajo”. ¡Nunca en piyamas!”, precisó.

Respecto a la alimentación del modo home-office, dijo: “¡Alimentarse es un ritual sagrado!”. Aseguró que casi nunca lo hace frente a la computadora, y respeta el momento y espacio del desayuno, el almuerzo y la cena. “Mi esposa y yo cocinamos casi todas nuestras comidas, incluyendo las tradicionales de Paraguay. Mi especialidad es la sopa paraguaya”, confesó.

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También comentó que como forma de distracción recurre a la lectura, pues le gusta leer novelas, especialmente sobre aventuras, o libros sobre historia o diseño. En cuanto a las actividades físicas, le gusta correr y hacer senderismo. “Afortunadamente hay muchos parques y bosques en la región donde vivo y es posible hacer actividades al aire libre con distancia social. A veces me topo con algún que otro venado, ardillas o serpientes”, contó entre risas.

Como hobby, encontró muy entretenido hacer maquetas de casas. “Soy arquitecto y tengo varios proyectos en mente, así que para sentir que estaba “haciendo algo”, me puse a hacer maquetas después de muchos años”, aseguró.

También en sus tiempos de ocio ve series de Netflix y canales de YouTube. Además, parte de sus ratos libres ocupa colaborando en un proyecto de voluntariado. “Me sumé como voluntario del proyecto Granja de Impresión 3D del Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación (CIDI) de la FADA-UNA en Paraguay, que se dedica al diseño y fabricación digital de equipos personales de protección para trabajadores de la salud en Paraguay. Ayudo en el área de diseño”, precisó.

Comunicación con sus padres

Indicó que está en contacto constante con sus padres, por todos los medios tecnológicos: Facebook, Instagram, WhatsApp, etc. “Es curioso porque mi padre fue maquinista naval y cuando era niño, él se pasaba meses viajando y cuando llamaba “por radio”, cada mes a la casa de una tía (la única persona con teléfono en el barrio), hacíamos una carrera con mi familia para llegar al teléfono y hablar con papá. Definitivamente, los tiempos cambiaron y ahora es más fácil estar en contacto con la familia”, aseveró.

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Con respecto al aporte que desea dar al Paraguay, Diarte indicó que tiene dos objetivos en mente. Por un lado, quiere ayudar a que más personas puedan tener acceso a una educación en el área de diseño y tecnología y, por otro lado, desea contribuir a mejorar la educación pública superior, también en el área de diseño y tecnología con enfoque en el desarrollo social. “Diseño y tecnología incluyen arquitectura, diseño gráfico, diseño industrial, construcción y fabricación digital, principalmente”, comentó.

Paraguay, enfrentando la pandemia

Le consultamos cómo ve al Paraguay desde afuera, enfrentando la crisis generada por la pandemia, y dijo que tiene una agria percepción: una mezcla de admiración y decepción.

“Me ha sorprendido cómo el Paraguay ha tomado decisiones drásticas muy temprano en el desarrollo de la pandemia dando el ejemplo a nivel mundial. Admiro cómo muchas personas en Paraguay, apoyadas en una resiliencia que a veces parece infinita, se esfuerzan por crear, adaptarse y reflotar a pesar de la situación. Definitivamente podemos construir un futuro mejor que el presente”, dijo.

No obstante, aseguró que se siente decepcionado por el fracaso de muchas instituciones del Gobierno que son las responsables de administrar el Estado. “Asusta la deshonestidad de muchas autoridades del Gobierno y políticos que se aprovechan de la situación para enriquecerse o para desentenderse de su responsabilidad de proteger a todos los ciudadanos. No tolero la desigualdad ni ningún tipo de discriminación”, concluyó.

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