Luego del quíntuple homicidio que tuvo como escenario la ciudad de Capiatá, y como autor al suboficial Isidro Casco Salinas, el departamento de Psicología de la Policía Nacional convocó a una conferencia de prensa. El uniformado había acabado con la vida de sus hijos, la de sus suegros y una de sus cuñadas. Posteriormente se suicidó.
La reunión de prensa se hizo para ofrecer mayores detalles acerca de los antecedentes del uniformado. Allí se supo que el suboficial se habría realizado los tests psicológicos correspondientes, pero en que en ninguno encontraron indicios que llamara la atención de algún comportamiento o trastorno que pudiera padecer.
Al mismo tiempo, manifestaron que no sabían qué fue lo que ocurrió, o qué factores desencadenaron el terrible episodio, pues las exámenes psicológicos se realizaron hace apenas dos meses.
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Desde la Policía Nacional señalaron que anualmente realizan el test psicológico a 6.000 personales aproximadamente, en especial cuando hay condiciones de ascenso, arrojando como resultado que el 50% presentan indicadores de diversos motivos.
Y los resultados son derivados al hospital Rigoberto Caballero o a las dependencias en las que prestan servicio, para su posterior tratamiento. La evaluación se realiza de manera preventiva, además de ser voluntaria.
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Debido a la importancia de la atención a la salud mental, La Nación puso a consideración de sus lectores y preguntó: ¿El control de la salud mental en las instituciones del orden público debería ser una opción o una obligación?
El 10% respondió con que es “Una obligación, la delicadeza del trabajo lo amerita”, solo el 3 % cree que es “Una opción, al menos que hayan señales de alguna anomalía”; mientras que una gran mayoría, el 87% votó por que “Debería ser una exigencia en todas las instituciones”.
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Proyecto de Ley Mafe permitirá visualizar la real problemática de personas desaparecidas
La Cámara de Diputados se dio entrada a un proyecto de ley que busca crear un Registro Nacional de Personas Desaparecidas (Renad) que, a su vez, establecerá el Sistema de Alerta Mafe, en memoria de la adolescente María Fernanda Benítez. Este mecanismo se activará ante los casos de desapariciones, similar a la alerta AMBER, que se aplica en otros países.
En el programa “Fuego cruzado” del canal GEN/Nación Media estuvieron como invitados el diputado Rodrigo Blanco, uno de los proyectistas, y Rubén Riquelme, director de auditoría de gestión fiscal del Ministerio Público.
La propuesta surgió con el objetivo de socializar y visualizar esta problemática, teniendo en cuenta que solo en el 2024 se reportaron más de mil desapariciones de personas, de los cuales un importante número han vuelto a sus hogares, pero no se maneja con exactitud el número real de personas que no han sido encontradas.
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El diputado Blanco recordó que esta situación ya había sido ampliamente discutida a inicios de este periodo legislativo, cuando en el 2023 se había planteado un proyecto de ley similar, que buscaba un marco legal para la búsqueda y localización de personas.
Refirió que tomaron contacto con la Asociación de Familiares de Personas Desaparecidos del Paraguay; lo que muestra la magnitud del problema, ya que incluso ya existen organizaciones que ayudan a las familias que pasan por esta situación; y que incluso hablan de cifras mucho mayores a las que se manejan.
“De acuerdo a los reportes que nos brindaron, existirían entre 2.000 a 2.500 personas desaparecidas al año. De este número se menciona que el 50 % se tiene reporte sobre el retorno o aparición, y los motivos pueden variar por conflictos familiares, económicos. Ahora qué pasa con ese otro 50 %, hay una alta probabilidad de desaparición forzosa”, explicó el legislador.
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Protocolos de alertas inmediatas
El diputado Blanco señaló que ahora lo que se busca con la nueva propuesta es abordar un marco legal que plantee establecer protocolos que ya son utilizados en otros países con éxito. Explicó que, por ejemplo, que, al reportarse una persona desaparecida, los ciudadanos reciben en el celular las alertas sobre la búsqueda de la persona, con su fotografía y las características que ayudarán a su identificación.
“Se hace un trabajo coordinado con los organismos de seguridad, la sociedad, los medios de comunicación, sector público y privado de forma masiva y sobre todo en las primeras 24 horas para poder tener mínimas chances de poder dar con el paradero de la persona buscada”, describió.
Mencionó que las estadísticas señalan que, en el caso de desaparición forzosas hoy en el Paraguay, el 70 % corresponde a niñas y adolescentes de entre 11 a 17 años. Blanco cuestionó qué está pasando en el Paraguay con estos casos de niñas desaparecidas y que en muchos casos tienen que ver con el crimen organizado, la trata de personas y el comercio ilícito de órganos.
“El proyecto habla de una respuesta rápida como acción para que las familias sepan dónde tienen que ir a denunciar, ante qué autoridad, cuál será el protocolo a seguir. Porque hoy las familias están a la deriva, y dentro de su desesperación van de institución en institución pidiendo auxilio y un mínimo de hoja de ruta sobre qué es lo que tienen que hacer”, especificó.
Propuesta saludable y conveniente
A su turno, el director de auditoría de gestión fiscal, Rubén Riquelme, comentó que, si la denuncia de desaparición de persona tiene algún matiz o sospecha de hecho punible, ahí la Fiscalía tiene la facultad de urgir la ordenar la búsqueda y localización. Si bien, la orden de búsqueda surge, en cualquier caso, a través del sistema de difusión que tiene la Policía Nacional.
“El proyecto de ley considero saludable su propuesta, al momento que delega la intervención, sobre todo en las primeras horas que se presente la denuncia, se activa de forma inmediata la difusión. Además, se crea un registro que facilita el seguimiento”, destacó.
Resaltó la importancia de que, aparte de hacer la difusión en todos los estamentos de la Policía Nacional, pase de manera automática y sin necesidad de una intervención judicial o fiscal a los medios de comunicación.
Asignación presupuestaria
Además de los componentes de creación del registro de personas desaparecidas, y la activación del Sistema de Alerta Mafe, la propuesta incluye el aspecto financiero para dotar de las asignaciones presupuestarias necesarias para la Dirección de Búsqueda y Localización de Personas Desaparecidas de la Policía Nacional, que según el diputado Blanco, está muy debilitada por la cantidad de casos que existen.
“Si bien el trabajo es conjunto con el Ministerio Público, esta dirección debe contar con las herramientas que le permitan identificar qué es lo que pasa con cada caso, cuáles son los vínculos con el narcotráfico, microtráfico, trata de personas, tráfico de órganos. Se tiene que saber qué está ocurriendo en el Paraguay profundo, en la sociedad para que se puedan adoptar las medidas necesarias de prevención y de combate a estos hechos”, acotó.
Desde el Ministerio Público, el doctor Riquelme explicó que muchas veces a la fiscalía le toca acompañar el trabajo de búsqueda de la Policía Nacional, cuando se presenta como denuncia de desaparición. Ahora bien, si existe indicio de algún hecho punible, es ahí cuando se inclina a la persecución del presunto delito.
“La tarea es encontrar a esa persona, y justamente ese es el abordaje especial que hay que entender sobre lo que hay que comenzar a investigar. Cuando se mira la estadística, son niñas y adolescentes de 11 a 17 años el 70 % de los casos, es una señal de que algo está pasando en la sociedad y es lo que ocurre a nivel mundial, según nos explicaban. Por ello, es sumamente necesaria esta ley, para el protocolo, pero sobre todo para abordar como Estado esta problemática”, remarcó Blanco.
Finalmente, el doctor Riquelme insistió que las primeras horas son esenciales, y se debe evitar el centralismo. “Considero que crear una dirección o un departamento en la fiscalía solamente, no coadyuva en estos casos de desaparición. Debe ser en toda la República, usando los medios de comunicación y las plataformas para que de una forma casi automática al ingreso de la denuncia se active el sistema de alerta”, enfatizó.
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“La interconexión ha generado nuevas formas de sufrimiento psíquico”
- Jimmi Peralta
- Fotos: Mariana Díaz/Archivo
La geopsiquiatría como un campo emergente de estudios y nuevo enfoque de salud mental profundiza su mirada respecto a la influencia del entorno cercano y global en la psiquis de las personas. En este diálogo con El Gran Domingo de La Nación, el Dr. Julio Torales habla sobre esta novedad académica, su alcance, campo de acción y estudios existentes.
La reconfiguración del plano geopolítico global, la digitalización, el cambio climático y la pandemia, entre otros fenómenos que pueden ser mundiales o locales, pero de interrelación planetaria, sin dudas marcan huellas en la condición psíquica de las personas. En procura de desarrollar una mayor comprensión de esa situación, surge un nuevo enfoque médico que ya viene desarrollando estudios al respecto: la geopsiquiatría.
En contraposición al síntoma del momento que experimenta el sujeto individual, surge una forma de comprender la salud psíquica que pone el acento en la condición social del ser humano y parte de un enfoque holístico.
En este contexto, el médico psiquiatra paraguayo Julio Torales fue electo senior fellow del Instituto Internacional de Geopsiquiatría (International Institute of Geopsychiatry), con sede en Suiza, y nombrado director del Centro Colaborativo en Geopsiquatría en Paraguay.
Actualmente, Torales es profesor titular de Psiquiatría y líder del Grupo de Investigación sobre Epidemiología de los Trastornos Mentales, Psicopatología y Neurociencias de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción (FCM-UNA). Además, es coordinador del Centro de Investigaciones Médicas de la Universidad Sudamericana e investigador de la Universidad de Los Lagos (Chile).
–¿Cuál es la definición de la geopsiquiatría?
–La geopsiquiatría es una subdisciplina emergente de la psiquiatría que estudia las interacciones entre los factores geográficos, sociopolíticos, económicos y ambientales y su influencia en la salud mental de las poblaciones. Se trata de un enfoque integrador que reconoce cómo el entorno, el territorio y los procesos históricos afectan el bienestar psíquico individual y colectivo.
URGENCIA
–¿Cuál es la necesidad a la que viene a asistir?
–La geopsiquiatría surge para responder a una necesidad urgente: comprender y abordar los determinantes contextuales de la salud mental que han sido tradicionalmente subestimados. En un mundo marcado por desigualdades estructurales, crisis humanitarias, migraciones forzadas y colapsos ecológicos. Esta disciplina busca ofrecer marcos de análisis y acción sensibles a la realidad geopolítica de cada territorio.
–¿Existen otras especialidades o disciplinas que trabajen el factor social dentro de la psiquiatría?
–Sí. La psiquiatría social, la psiquiatría transcultural y la psiquiatría comunitaria son disciplinas que han abordado aspectos sociales, culturales y contextuales. Sin embargo, la geopsiquiatría se diferencia por su énfasis en los determinantes geopolíticos y ambientales globales, proponiendo una lectura más amplia y situada de los fenómenos mentales.
–¿Qué tipos de patologías se enmarcan en el ámbito de competencia específica de la geopsiquiatría?, ¿su labor se centra más en lo estadístico?
–La geopsiquiatría no se limita a una categoría diagnóstica específica, pero suele enfocarse en trastornos vinculados al contexto, como el estrés postraumático, la ansiedad climática, la depresión asociada a crisis humanitarias o las psicosis en contextos de violencia estructural. Más que limitarse al análisis estadístico, busca interpretar los datos a la luz de las realidades sociales, políticas y ambientales en las que se inscriben.
–¿La interconexión virtual y real del mundo globalizado visualiza y/o genera nuevos problemas mentales?
–Ambas cosas. Por un lado, la interconexión ha permitido visibilizar condiciones mentales antes silenciadas o estigmatizadas. Pero también ha generado nuevas formas de sufrimiento psíquico: adicción a las redes, ansiedad informativa, dismorfia corporal digital, aislamiento paradójico, entre otras. La vida en red ha transformado los modos de vincularnos con efectos directos sobre la salud mental.
PUNTO DE INFLEXIÓN
–¿Qué peso tienen en estos nuevos escenarios la virtualidad y la pandemia?
–La pandemia de covid-19 fue un punto de inflexión. Aceleró procesos de digitalización y puso en evidencia la fragilidad de los sistemas de salud mental a nivel global. La virtualidad se volvió una herramienta clave para sostener vínculos, pero también potenció el aislamiento, la fatiga psíquica y la desigualdad en el acceso a recursos digitales, sobre todo en contextos de vulnerabilidad.
–¿Existen antecedentes de estudios y análisis anteriores que se hayan clasificado dentro del análisis de la geopsiquiatría?
–Sí, aunque no con ese nombre. Durante la Guerra Fría se investigaron los efectos del miedo nuclear y tras el 11-S se estudió el impacto del terrorismo y la securitización en la salud mental colectiva. La geopsiquiatría retoma estas experiencias para construir un marco conceptual más sistemático y global capaz de integrar esas realidades al análisis contemporáneo.
–¿Qué tipo de acciones globales podrían impulsarse en el marco de las necesidades que plantea el nuevo panorama de la salud mental en el mundo?
–Se necesitan políticas públicas globales que integren la salud mental como componente esencial del desarrollo sostenible. Esto incluye el fortalecimiento de sistemas comunitarios de atención, la capacitación de profesionales en enfoques contextuales, la investigación transnacional de determinantes psicosociales y la inclusión de la salud mental en agendas climáticas, migratorias y de derechos humanos.
MISIÓN
–¿Qué es el Instituto Internacional de Geopsiquiatría? ¿Cuáles son sus funciones y qué trabajo desarrollará usted allí?
–El Instituto Internacional de Geopsiquiatría fue creado en 2025 bajo el auspicio del Grupo de Interés Especial en Geopsiquiatría de la Asociación Mundial de Psiquiatría. Su misión es promover la investigación, la formación académica y la incidencia política en torno a la relación entre geopolítica y salud mental. Como senior fellow y director del Centro Colaborativo en Paraguay, me corresponde impulsar estudios regionales, fortalecer capacidades locales y contribuir al desarrollo de marcos teóricos y prácticos que reflejen las realidades de América Latina en el contexto global.
–¿En qué sentido la problemática del subdiagnóstico, la escasez de profesionales y los prejuicios sociales que postergan las consultas menguan el avance en este tipo de aristas investigativas emergentes?
–Estas problemáticas no solo dificultan el acceso a atención oportuna, sino que también limitan la capacidad de los sistemas de salud para generar datos representativos y contextualizados. El subdiagnóstico oculta la verdadera magnitud del sufrimiento psíquico en las poblaciones; la escasez de profesionales impide establecer redes de investigación clínica sólidas y el estigma social retrasa tanto la consulta como la participación en estudios. Esto repercute directamente en la producción de evidencia científica que permita desarrollar políticas sensibles al contexto geográfico y sociocultural. La geopsiquiatría, al enfocarse en los determinantes estructurales y globales de la salud mental, pone de relieve la urgencia de superar estas barreras para avanzar hacia una comprensión más completa y justa del sufrimiento psicológico en cada territorio.
DESARROLLO DE LA GEOPSIQUIATRÍA EN PARAGUAY
Profesionales paraguayos publicaron en el International Journal of Social Psychiatry un estudio que analizó, por primera vez en el país, la relación entre condiciones meteorológicas extremas y las consultas psiquiátricas de urgencia.
Utilizando un diseño case-crossover, el estudio evidenció que el calor extremo y la baja humedad relativa se asocian con un incremento significativo de consultas por episodios bipolares, trastornos de la conducta alimentaria y depresión.
En contraste, se observó una disminución en las consultas por esquizofrenia. Además, se constató que cada 1 % menos de humedad relativa aumentaba en 11 % el riesgo de consulta, lo que subraya la vulnerabilidad de ciertos cuadros ante condiciones climáticas adversas.
Otro trabajo recientemente publicado, esta vez en la revista Geopsychiatry, consistió en la primera encuesta global sobre la incorporación de la geopsiquiatría en la formación de médicos residentes en psiquiatría. Participaron 401 profesionales de más de 20 países. Los resultados muestran que, si bien la familiaridad con la disciplina aún es baja (4,2 %), más del 60 % considera muy importante incluirla en los programas formativos. Este estudio también identificó las principales barreras institucionales, como la falta de docentes capacitados y de materiales educativos específicos.
Actualmente Paraguay lidera un estudio multinacional sobre los efectos del cambio climático y fenómenos meteorológicos extremos en la salud mental de la población general.
Esta investigación se encuentra en fase de recolección de datos en los cinco continentes, en colaboración con centros académicos de América, Europa, África, Asia y Oceanía.
Está en fase de diseño final un nuevo estudio que evaluará la relación entre la exposición a partículas finas en suspensión (material particulado PM2.5) y la aparición o intensificación de síntomas comunes de enfermedades mentales.
Esta línea de investigación apunta a profundizar el entendimiento del impacto de la contaminación ambiental en el bienestar psicológico, un aspecto cada vez más relevante en contextos urbanos y vulnerables.
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Policía Nacional fortalece operativos de prevención en Asunción
Una operación conjunta entre efectivos policiales de distintas comisarías, con el acompañamiento de grupos tácticos, se realizó en la noche de ayer viernes y madrugada de este sábado. Se llevaron adelante diversas incursiones en la zona del Mercado 4 y los barrios aledaños con el objetivo de reforzar la seguridad.
Las calles del barrio Silvio Pettirossi, San Vicente, Añareta’i, la zona de la plaza de la Amistad y el Mercado 4 fueron los puntos focales de recorrido de las cuadrillas policiales, que trabajan en operativos de refuerzo para garantizar la seguridad de comerciantes, clientes y peatones en general, realizando guardias, relevamiento de datos y recorridos.
El subcomisario Lorenzo Vera manifestó que, si bien existe un trabajo constante en las áreas ya mencionadas, debido a la cantidad de reportes de inseguridad se ha establecido un método de trabajo para mantener la presencia policial activa en horarios críticos, previniendo así cualquier tipo de hechos delictivos.
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En conversación con los medios de prensa, el uniformado explicó que son zonas con mucha afluencia de peatones y que normalmente se da la detención de quienes estén en falta con la ley, al igual que la incautación de productos ilícitos y vehículos sin documentos, por lo que se puede considerar de exitoso este tipo de incursiones.
Hay que destacar que las fuerzas del orden cuentan con información de que estas zonas tienen varios pasillos y calles con salidas rápidas que, en la mayoría de las ocasiones, son utilizadas por los delincuentes para darse a la fuga u ocultarse cuando se ven perseguidos.
Desde la Dirección de Policía recordaron que este tipo de incursiones y operativos lo llevan adelante las 24 comisarías de Asunción con el fin de brindar seguridad a la ciudadanía de manera constante.
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¿Cómo es el papá que necesitan los adolescentes de hoy?
En la compleja etapa de la adolescencia, la figura paterna sigue siendo un pilar fundamental para el desarrollo de los jóvenes. En un mundo cada vez más convulsionado, el rol del papá en la familia es sustancial en la tarea de orientar, establecer límites y construir seguridad en los chicos.
- Por Gloria Ocampos-Prieto
- gloria.ocampos@nacionmedia.com
“Más allá de la idea tradicional, el papá de hoy en día necesita encarnar una serie de rasgos esenciales que permitan a los adolescentes navegar con éxito los desafíos de su crecimiento y de la sociedad actual”, dice el psicólogo Raúl Manuel Nieto, terapeuta familiar al hablar con La Nación del Finde sobre los rasgos del padre 2025.
Remarca que si bien la presencia de ambos padres es vital en la crianza de los niños y el desarrollo de los jóvenes, la función específica del padre adquiere una relevancia particular en la orientación, el establecimiento de límites y la construcción de la seguridad personal.
“La adolescencia es una etapa de grandes cambios y desafíos, donde los jóvenes buscan entenderse a sí mismos y su lugar en el mundo”, expresa y destaca que en una encuesta a adolescentes paraguayos sobre el tipo de papá que necesitan hoy, la nube de palabras resultante (imagen) muestra una combinación de características emocionales y de apoyo, reflejando las necesidades propias de esta etapa.
Las palabras más grandes y frecuentes (en ese orden decreciendo el tamaño) en la nube son: comprensivo, apoyo, presente, confianza, escucha, amigo, respeto, guía, cariñoso y tiempo.
“Un papá comprensivo es fundamental porque implica no solo escuchar, sino también intentar entender sus perspectivas, emociones y decisiones, incluso cuando difieren de las propias”, señala. “Esta comprensión genera un ambiente de confianza y apoyo, permitiendo que el adolescente se sienta validado y con la libertad de expresarse y buscar guía”, añade.
El especialista explica que las demás palabras, como “apoyo”, “presente”, “escucha” y “confianza”, si bien son cruciales, a menudo emanan de la base de la comprensión. “Un papá que comprende es inherentemente un papá que apoya, que escucha y que está presente de manera significativa”, apunta.
RASGOS CLAVE DEL PAPÁ 2025
El licenciado Nieto entiende que el papá de 2025 para un adolescente es aquel que combina afecto con autoridad, escucha con orientación, y apoyo con el fomento de la independencia. “Es una figura que está presente, que guía, que establece límites razonables y que, por encima de todo, contribuye a que su hijo o hija se sienta seguro y preparado para enfrentar el mundo”, subraya.
A continuación, el profesional desglosa los siete rasgos clave del papá que los adolescentes de hoy necesitan:
1- LA PRESENCIA ACTIVA Y DISPONIBILIDAD
“Los adolescentes necesitan un padre que esté presente no solo físicamente, sino emocionalmente. Esto significa dedicar tiempo de calidad, escuchar activamente sus inquietudes sin criticar y estar disponible para conversaciones significativas, incluso cuando parezcan reacios a iniciarlas. La disponibilidad no implica resolver todos sus problemas, sino estar ahí para apoyarlos en el proceso”, explica.
2- COMUNICACIÓN ABIERTA Y EMPÁTICA
Nieto aconseja fomentar un ambiente donde el adolescente se sienta seguro para expresar sus pensamientos y sentimientos. “El papá de 2025 debe practicar la empatía, tratando de entender la perspectiva de su hijo o hija, incluso si no la comparte. Esto implica hacer preguntas abiertas, validar sus emociones y evitar minimizarlas”, dice.
3- ESTABLECIMIENTO DE LÍMITES CLAROS Y COHERENTES
La adolescencia es una etapa de exploración, pero también de la necesidad de estructura y seguridad. El padre juega un rol fundamental en la definición de límites claros, justos y coherentes. “Estos límites no deben ser punitivos, sino estar diseñados para proteger al adolescente y enseñarle responsabilidad. La coherencia en la aplicación de las reglas es tan importante como las reglas mismas”, enfatiza Nieto.
4- FOMENTO DE LA AUTONOMÍA Y LA RESPONSABILIDAD
El psicólogo apunta que si bien los límites son importantes, también lo es la promoción gradual de la independencia. “El padre debe alentar al adolescente a tomar decisiones, asumir responsabilidades por sus acciones y aprender de sus errores. Esto implica darles espacio para explorar y crecer, incluso si eso significa permitirles cometer pequeños errores controlados”, resalta.
5- MODELO DE RESILIENCIA Y ADAPTABILIDAD
El mundo cambia rápidamente, y los adolescentes necesitan ver en sus padres un ejemplo de cómo enfrentar los desafíos y adaptarse a nuevas situaciones. “Un padre que demuestra resiliencia frente a la adversidad, que aprende de sus experiencias y que es capaz de ajustar sus planes, ofrece una lección valiosa para sus hijos”, expone.
6- GUÍA PARA LIDIAR CON LA SOCIEDAD
El padre cumple una función esencial en ayudar a los adolescentes a entender y navegar las complejidades del mundo exterior. Esto incluye conversaciones sobre valores, ética, relaciones sociales, el uso responsable de la tecnología y cómo discernir información. “El papá de 2025 debe ser un mentor que ofrece perspectivas y herramientas para interactuar de manera constructiva con la sociedad”, sostiene.
7- FUNDAMENTO DE SEGURIDAD PERSONAL
La figura paterna contribuye significativamente a la autoestima y la confianza del adolescente. “Un padre que valida los logros de su hijo, que lo apoya en sus intereses y que le transmite un sentido de valía incondicional, construye una base sólida de seguridad personal que lo acompañará durante toda su vida”, concluye el psicólogo a quien se lo puede contactar en raulnietopsi@gmail.com
Instagram: @raulnietopy; Facebook: @raulmanuel. nieto.1, y YouTube: @Raulmanuelnieto