El doctor José Fusillo, presidente de la Sociedad Paraguaya de Neumología, manifestó su preocupación por la ocupación de camas hospitalarias debido a diferentes cuadros respiratorios en todos los pabellones del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente Juan Max Boettner (Ineram), en donde falleció una joven de 18 años por COVID-19, en las últimas horas.

“El hospital está preparado, pero puede que en un momento no seamos suficientes porque las camas se van a llenar en algún momento. Ya los cuadros respiratorios usuales, las crisis asmáticas y los cuadros bronquiales agudos están apareciendo. El hospital lentamente se está llenando”, expresó Fusillo en contacto con 1000 AM.

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Fusillo es médico del Ineram y no ocultó su inquietud debido a que la ocupación crece de manera rápida con un 80% de la totalidad de las camas ocupadas, teniendo en cuenta el intenso frío en este invierno y en consecuencia los diferentes cuadros respiratorios.

“Pasamos de tener un 20% de ocupación de camas hace dos o tres semanas atrás a tener un 80% en este momento. Todos dijimos que en el invierno iba a ser el desafío más grande y efectivamente está siendo así”, afirmó Fusillo.

Además, el 40% de las camas de terapia intensiva están ocupadas en este centro asistencial a pesar de que la mayoría no son cuadros por coronavirus.

Paraguay cuenta con 2.221 casos confirmados al COVID-19, 18 fallecidos, 28 internados y 2 personas en terapia intensiva, de acuerdo al último informe publicado por el ministro de Salud, Julio Mazzoleni.

Médicos del interior, sin protección

El médico indicó que se encuentra también preocupado por la falta de insumos y protección contra el COVID-19 de sus colegas del interior del país, varios de ellos ya contagiados con el virus o en cuarentena preventiva luego de tratar pacientes con la enfermedad.

“Aquí en el Ineram tenemos todo porque somos un hospital de referencia, pero los compañeros del interior son los que nos preocupan porque realmente no tienen todos los medios adecuados para protegerse”, dijo Fusillo.

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Exigió a las autoridades sanitarias que brinden los equipos de protección personal necesarios, sobre todo a los médicos del interior. “Ahí empiezan los focos infecciosos de los colegas, tenemos dos neumólogos infectados, 3 o 4 en cuarentena. Si van cayendo los especialistas también eso se resiente mucho en el sistema”, manifestó Fusillo.

En el sistema de salud pública, 385 camas de terapia intensiva dependen exclusivamente del Ministerio de Salud, de las cuales 230 están ocupadas, entonces permanecen disponibles 155 camas. En caso que la situación se desborde se haría uso de las camas del sector privado, aseguran.

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