La preeclampsia es una condición que ocurre durante el embarazo. Se caracteriza por la presencia de hipertensión arterial, además de proteínas en la orina. Generalmente, aparece en la segunda mitad del embarazo, en el parto y hasta seis a cuatro semanas después. En Paraguay es una de las primeras causas de muerte materna directa, seguida de la hemorragia y la sepsis.
“La causa exacta se desconoce. Se presenta en alrededor del 3% al 7% de los embarazos. Se piensa que la afección empieza en la placenta y son dos los factores que pueden llevar a que se desarrolle: Los trastornos autoinmunitarios y los problemas vasculares”, explica la doctora Patricia Veiluva.
Entre los síntomas que presenta esta enfermedad están incluidos los dolores de cabeza intensos, cambio o pérdida temporal de la visión, visión borrosa o sensibilidad a la luz, dolor en la parte superior del abdomen (también debajo de las costillas y en el costado derecho), náuseas, vómitos e hinchazón de manos y pies.
Esta afección presenta algunos factores de riesgo como: Primer embarazo, antecedentes de preeclampsia en embarazos anteriores, embarazos múltiples (gemelos o más), antecedentes familiares de preeclampsia, obesidad, madre con edad mayor a 35 años o adolescente, antecedentes de diabetes, presión arterial alta, enfermedad renal, lupus o trombofilia, entre otras.
“Es posible prevenirla diagnosticándola a tiempo y siguiendo un tratamiento disponible en el Ministerio de Salud. Por eso, es importante acudir a los controles prenatales en el servicio de salud más cercano. De preferencia, el primer control debe realizarse antes de las 12 semanas de gestación. Ahí se determinará si existen factores de riesgo y así la embarazada podrá ser atendida según el riesgo obstétrico que presente”, comenta la especialista.
Según datos del MSPyBS, a nivel mundial cada año mueren 76.000 mujeres y 500.000 bebés a causa de la preeclampsia. En Paraguay en los últimos 3 años es la principal causa de muerte materna. Esta afección se agrava en la población adolescente e indígena. En casi 10 años, pasó de ser la tercera causa de muerte materna a la primera.
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