El rubro inmobiliario en Paraguay ha experimentado un crecimiento sostenido en los últimos 14 años, consolidándose como uno de los motores del desarrollo urbano en Asunción. Según Raúl Constantino, presidente de la Cámara Paraguaya de Desarrolladores Inmobiliarios (Capadei), este proceso no fue repentino sino un desarrollo progresivo basado en la demanda real del mercado.
“Hace dos décadas, la oferta de departamentos en Asunción era limitada y la idea de vivir en edificios no era común. La demanda se concentraba en viviendas unifamiliares, mientras que los proyectos inmobiliarios de alta gama eran escasos y dirigidos a un público reducido”, recordó Constantino a la 1000 AM.
Dijo que con el tiempo, factores como los costos de mantener una casa, la proximidad a colegios y centros de trabajo, y la seguridad, impulsaron el interés por los departamentos, consolidando una tendencia que persiste hasta la actualidad.
En los últimos años, la expansión del sector se ha visto reforzada por la estabilidad macroeconómica y la mejora de la imagen del país en el exterior. Según datos citados por Constantino, este año se registraron más de 33.000 nuevas radicaciones en Paraguay, mientras que en los últimos cinco años cerca de 200.000 personas se han establecido en el país, generando una demanda habitacional sostenida.
Una de las características que diferencia al mercado paraguayo de otros países es que la mayor parte de las obras se financia con capital propio de los desarrolladores, no con el dinero de los compradores. Esto asegura que los proyectos se completen según lo previsto, evitando los retrasos que afectan a mercados donde predomina la venta en pozo o el financiamiento externo.
Actualmente, la oferta inmobiliaria se ha diversificado. Existen departamentos de diferentes tamaños y precios, desde unidades accesibles hasta desarrollos de lujo, lo que permite atender a distintos segmentos del mercado. El crecimiento no se limita a la vivienda, sino que incluye también desarrollos comerciales y de oficinas.
A pesar de críticas frecuentes en redes sociales sobre supuestas burbujas financieras o edificios vacíos, la realidad es que los proyectos están habitados y presentan actividad constante. Constantino señaló que al observar los edificios por la noche se puede ver que la mayoría de los departamentos están ocupados, aunque el fin de semana disminuye la presencia de personas debido a viajes al interior o desplazamientos de quienes residen temporalmente en la capital.
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