La aparición del virus del COVID-19 en el mundo generó estragos a la economía de cientos de países y el nuestro no fue la excepción, siendo el sector de la construcción uno de los más afectados por la paralización causada por la pandemia.

Más de 6.000 puestos de empleo en el sector de la construcción en áreas rurales y más de 5.000 en zonas urbanas se perdieron a consecuencia de la paralización casi completa de la economía.

Le puede interesar: Sector hotelero apunta a la completa reactivación

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Si bien no es el único sector afectado por esta situación, el de construcción es uno de los que más emplea a jóvenes que forman parte de los grupos de riesgo o en situación de vulnerabilidad, por lo que existe temor a que terminen atrapados por las redes criminales o simplemente se vuelquen a la delincuencia como una manera de subsistir.

“Son 11.000 paraguayos quienes perdieron sus empleos en el sector de la construcción y si no tienen alternativas, existen altas posibilidades que algunos se vuelquen a la delincuencia. Está muy dura la situación”, comentó Enrique López Arce, especialista en empleo y director de la oficina del mismo rubro de la Asociación Nacional Republicana (ANR).

Crecimiento de informalidad

Una encuesta del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) estimó en 12,3 por ciento la cantidad de personas que ni estudian ni trabajan de una población, en una franja etaria comprendida entre los 15 y 29 años, quienes representan aproximadamente el 27 por ciento de la población del Paraguay (7,2 millones de habitantes).

La ocupación informal también se vio potenciada a causa de la pandemia del COVID-19 y está muy relacionada con la preparación académica de las personas.

En el año 2020, el porcentaje de ocupados informales de 13 a 18 años aumentó hasta llegar al casi 40 por ciento, y de ese margen, 85 por ciento son personas formadas con 1 a 6 años de estudios y 95 por ciento son personas que no tienen ningún tipo de formación.

Ley para proteger a “deliverys”

López Arce además comentó que con el apoyo del diputado colorado Raúl Latorre buscan impulsar una ley para clasificar los tipos de lluvias y tormentas para poder pedir que por seguridad no salgan quienes realizan servicios de entrega a domicilio (delivery) en motocicletas.

Lea también: Banco Basa recepciona alta demanda en créditos para primera vivienda

“Un paraguayo salió por necesidad con su moto rumbo a su trabajo y no volvió a su casa. El Paraguay no puede seguir perdiendo más hijos”, añadió el especialista de empleo.

Explicó que se están reuniendo con gremios de trabajadores, empresarios, diputados y profesionales del sector meteorológico. “En la mayoría de los países se clasifican las lluvias y tormentas, por eso cuando son fuertes no se permiten motos deliverys. Buscaremos por ley esa protección para los trabajadores”, añadió López Arce.

Dejanos tu comentario