Sostienen que las autoridades competentes no hacen nada para detener el ingreso de estos productos, lo que ante la pandemia perjudica mucho al sector avícola. Foto: Gentileza.
Los propios fiscalizadores son facilitadores del contrabando, denuncian en el Este
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Comerciantes denuncian el ingreso de contrabando de pollos y sus derivados en Ciudad del Este, lo que les ocasiona una pérdida de G. 14.000 millones mensuales al sector avícola a nivel país. “Si no actúan las instituciones competentes en este escenario, difícilmente se puede desalentar este flagelo. Los propios controladores terminan siendo los facilitadores del contrabando”, dijo Rodrigo Alderete, de la Asociación de Avicultores del Paraguay (Avipar).
Resaltó que las autoridades competentes no hacen nada para detener el ingreso de estos productos, lo que ante la pandemia perjudica mucho a los comerciantes. “Aquí la Fiscalía debe hacer también su trabajo. Sospecho que está prevaleciendo dicha situación por la cantidad de productos de contrabando que se comercializan por los diferentes puntos del país hasta por redes sociales”, afirmó en contacto con La Nación.
Aseguró que no descartan la complicidad de las instituciones, ya que es increíble la forma en que los contrabandistas pasan los controles, ya sea en Aduanas, COIA, Marina, Senave, Senacsa y otras instituciones que actúan en zona primaria.
“Porque no podemos descartar completamente la complicidad de algunos funcionarios de cada institución interviniente”, cuestionó. Al mismo tiempo, ratificó que la otra situación es lo que se da por los puertos clandestinos.
“Últimamente se han registrado incautaciones por los diferentes puertos clandestinos, pero estos controles son temporales; es decir, cada vez que hay controles por estos puntos, los contrabandistas hacen una tregua hasta que se levanten los controles, esa es la realidad”, dijo.
Agregó que los controles se pueden realizar en forma permanente en los comercios informales, donde tienen algunos depósitos. “O directamente en los mercados de cada ciudad. No hay mucho secreto para combatir esta problemática, solamente falta voluntad y compromiso porque esa es otra realidad que no podemos desmentir”, concluyó.
Los comerciantes de la ciudad de San Lorenzo piden ayuda al Gobierno ante la poca venta y las deudas contraídas que no pueden ser cubiertas. Específicamente, requieren que el Estado les compre las deudas para luego pagarlas de forma financiada. Foto: Christian Meza
Comerciantes de San Lorenzo advierten que están al borde del colapso económico
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Los comerciantes de la ciudad de San Lorenzo piden ayuda al Gobierno ante la poca venta y las deudas contraídas que no pueden ser cubiertas. Los trabajadores del sector advierten que están al borde del colapso económico a causa de la crisis desatada por la pandemia del COVID-19.
“Estamos arrastrando deudas y se van incrementando. Hay mercaderías paradas y tenemos que pagar a los proveedores. Lastimosamente no tenemos apoyo del Gobierno para poder solventarnos”, dijo este sábado Carlos Bareiro, comerciante de la zona, en una entrevista con canal Trece.
Mencionó que la situación cada vez es más difícil para los trabajadores del gremio a causa de la pandemia del COVID-19 y la falta de apoyo del Gobierno. Reiteró que varios comerciantes ya no están pudiendo pagar sus deudas por la falta de ingresos, así como cubrir el salario de sus funcionarios.
Bareiro indicó que el pedido concreto a las autoridades es que el Estado compre las deudas, se les otorgue un plazo de gracia para luego pagar a cuotas. Lamentó también la falta de ayuda del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), a pesar de habérselo solicitado en reiteradas ocasiones.
“La única alternativa es que el Gobierno compre nuestra deuda, tener un plazo para trabajar y después empezar a pagar la deuda al Gobierno. Nosotros no estamos pidiendo nada gratis. Las tiendas de ropas no vendieron uniformes de colegios, las mercaderías están paradas y hay que pagar a los proveedores”, agregó.
La Cámara de Senadores aprobó días pasados el proyecto de ley que otorga subsidios excepcionales directos a trabajadores cuentapropistas en situación de informalidad, a comerciantes y afines ubicados en zonas fronterizas con Argentina.
Las ciudades son Encarnación, Alberdi, Puerto Falcón, Nanawa, Ayolas, Pilar, Paso de Patria, Humaitá, General Díaz, Cerrito, Mayor Martínez, Villa Oliva, Villa Franca, Puerto Triunfo, Mayor Otaño y San Rafael del Paraná.
Empresas nuevas o tradicionales cerraron sus puertas y sus propietarios se declararon en insolvencia a partir de la crisis económica ante la pandemia por covid-19. Comerciantes desesperados multiplicaron sus cuentas con bancos o financieras ante la falta de ventas a casi un año del inicio de la cuarentena.
El abogado Edward Arca, titular del Centro de Atención al Deudor (Cenade), señaló que la crisis económica de otros años se hizo aún más profunda y agresiva a raíz del virus y sus consecuencias. Insta a pedir asesoría a toda persona que por deudas se ven imposibilitadas de cumplir con sus obligaciones.
“Una persona que tiene deudas no es un ladrón, el que quitó un crédito para poder invertir y sostener su negocio, y después vino la pandemia, evidentemente es una persona a la que el destino le jugó una mala pasada. Esa persona no tiene por qué irse a la quiebra”, dice el especialista.
El profesional manifestó que existen leyes vigentes que amparan a los deudores, que pueden utilizarlas para salvar sus negocios y pagar a sus acreedores. “Muchos de estos empresarios quieren saber qué hacer y cuál sería el plan de contingencia para poder salvar sus negocios y sus inversiones”, expresó Arca.
En ese sentido señaló la Ley 154/69 que prevé la suspensión de intereses de una cuenta, además de la imposibilidad de los acreedores de rematar los bienes del deudor. Específicamente citó el artículo 45 que menciona la posibilidad de “quitas”, es decir, el perdón de un porcentaje de la deuda para poder cumplir con los acreedores, pero a la vez salvando su patrimonio.
El abogado aseguró que una gran mayoría de los afectados pide un procedimiento judicial llamado “convocatoria de acreedores”, que se trata de un juicio de negociación entre las partes afectadas, es decir, acreedor y deudor, ante el cúmulo de cuentas a causa de pocas ventas o falta de ingresos.
Además de la desinformación sobre las leyes que pueden ayudar al comerciante, Arca sostiene que existe temor de exponerse al escarnio público.
Arca aseguró que a través de la convocatoria de acreedores un juzgado ordena parar intereses y embargos. Aclaró que la deuda no desaparece, sino que da la posibilidad de renegociar con hasta un 75% o 50% del perdón de la cuenta. “Es decir que si tu deuda total es de G. 100 millones, tu cuenta puede quedar en G. 25 millones o G. 50 millones”, explicó.
Aconsejan a comerciantes acudir a especialistas ante deudas acumuladas
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Empresas nuevas o tradicionales cerraron sus puertas y sus propietarios se declararon en insolvencia a partir de la crisis económica ante la pandemia por COVID-19. Comerciantes desesperados multiplicaron sus cuentas con bancos o financieras ante la falta de ventas a casi un año del inicio de la cuarentena.
El abogado Edward Arca, titular del Centro de Atención al Deudor (Cenade), señaló que la crisis económica de otros años se hizo aún más profunda y agresiva a raíz del virus y sus consecuencias. Insta a pedir asesoría a toda persona que por deudas se ven imposibilitadas de cumplir con sus obligaciones.
“Una persona que tiene deudas no es un ladrón, el que quitó un crédito para poder invertir y sostener su negocio, y después vino la pandemia, evidentemente es una persona a la que el destino le jugó una mala pasada. Esa persona no tiene por qué irse a la quiebra”, dice el especialista.
Miles de comercios debieron cerrar sus puertas a causa de la falta de ingresos por la crisis pandémica. Foto: Archivo
Salvar negocios e inversiones
El profesional manifestó que existen leyes vigentes que amparan a los deudores, que pueden utilizarlas para salvar sus negocios y pagar a sus acreedores. “Muchos de estos empresarios quieren saber qué hacer y cuál sería el plan de contingencia para poder salvar sus negocios y sus inversiones”, expresó Arca.
En ese sentido señaló la Ley 154/69 que prevé la suspensión de intereses de una cuenta, además de la imposibilidad de los acreedores de rematar los bienes del deudor. Específicamente citó el artículo 45 que menciona la posibilidad de “quitas”, es decir, el perdón de un porcentaje de la deuda para poder cumplir con los acreedores, pero a la vez salvando su patrimonio.
El abogado aseguró que una gran mayoría de los afectados pide un procedimiento judicial llamado “convocatoria de acreedores”, que se trata de un juicio de negociación entre las partes afectadas, es decir, acreedor y deudor, ante el cúmulo de cuentas a causa de pocas ventas o falta de ingresos.
Además de la desinformación sobre las leyes que pueden ayudar al comerciante, Arca sostiene que existe temor de exponerse al escarnio público. “La gente piensa que si está en deuda la sociedad le va a marginar, lastimosamente suele pasar eso. Uno tiene una deuda y es marcado por la sociedad. Mientras que si cometés un delito, no pasa nada”, manifestó el especialista.
Renegociar la deuda
Arca aseguró que a través de la convocatoria de acreedores un juzgado ordena parar intereses y embargos. Aclaró que la deuda no desaparece, sino que da la posibilidad de renegociar con hasta un 75% o 50% del perdón de la cuenta. “Es decir que si tu deuda total es de G. 100 millones, tu cuenta puede quedar en G. 25 millones o G. 50 millones”, explicó.
El abogado explicó que desde el Centro de Atención al Deudor brindan información a las personas con deudas. Pide vencer el miedo al buscar ayuda calificada para aquellas personas endeudadas, que luego son amenazados con llevar los casos a judiciales, con un juicio ejecutivo o hipotecario.
“La ley le dice que sino podés pagar, tenés que parar la pelota y declarar tu estado de insolvencia, reservado para los deudores de buena fe. Por eso las quitas son tan importantes, porque los acreedores van a tener que perdonar a sus deudores porcentajes de 30, 50 o 75%”, manifestó Arca.
El especialista insta a buscar asesoramiento al comerciante para no enfrentar solo el problema. En muchos casos observó que incluso se dan amenazas de remate de sus casas que le encuentran al deudor sin la asesoría calificada. “La mayoría de esas amenazas son solo amenazas”, aseguró.
“Es una deuda civil y lo tengo que cumplir a través de un acuerdo con los acreedores. En el último caso voy a tener una demanda civil encima y puedo ir negociando, pero eso no me va a llevar a la cárcel. Para eso la ley dice paremos la pelota, demos tiempo que recupere financieramente, que pague su deuda, pero con quita y con espera, que es lo que proponemos nosotros”, afirmó Arca.
Arca señaló que propone asesoramiento con el Cenade contactando al número (021) 233-493 o acercándose a la sede ubicada sobre la calle Teniente Fariña 1021 casi Estados Unidos en Asunción. “Necesitamos que la gente esté cómoda para poder darle una radiografía. La gente tiene que perder el miedo y asumir su estado de insolvencia, ese es un gran paso para solucionar su problema”, finalizó Arca.
Buscar asesoría resulta un paso fundamental para encontrar una solución para los comerciantes. Foto: Archivo