La Fiscalía de Bolivia solicitó el domingo seis meses de cárcel preventiva para la ex presidenta Jeanine Áñez, por un caso de supuesto golpe de Estado contra el ex mandatario Evo Morales. Áñez, de 53 años, fue detenida el sábado en la ciudad de Trinidad, capital del departamento amazónico de Beni (noreste), después de sus dos ministros de Justicia, Álvaro Coimbra, y de Energía, Rodrigo Guzmán, los tres denunciados por sedición, terrorismo y conspiración. Tres fiscales firmaron la imputación para la aplicación “de medidas cautelares consistente en la detención preventiva [...] por el tiempo de seis meses” en cárceles de La Paz, dice el documento divulgado este domingo.
Áñez, abogada, política y ex presentadora de televisión, permanece detenida en un cuartel de la policía desde el sábado tras ser detenida mientras se escondía en un baúl en la casa de un familiar. La rocambolesca y sorpresiva detención se produjo en Trinidad, 600 km noreste de La Paz, donde residía. En este operativo policial que dirigió el ministro de Gobierno (Interior), Eduardo del Castillo, arrestaron en la misma ciudad a los dos ex ministros y fueron trasladados en avión a La Paz el sábado de madrugada. El nombre de Áñez, que dejó el poder en noviembre, figura en una denuncia que hizo en diciembre la ex diputada del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) Lidia Patty contra el líder cívico de la rica región de Santa Cruz, el derechista Luis Fernando Camacho, gobernador electo del departamento en las recientes elecciones locales.
La imputación formal de la Fiscalía, de 17 páginas, precisa que Áñez y sus dos ministros deben ser detenidos de manera preventiva por seis meses, mientras prosigue la investigación y se buscan a otras personas implicadas en este caso. El documento señala que estas detenciones se enmarcan en una supuesta conspiración para llevar a cabo “un presunto golpe de Estado” desde el 21 de octubre del 2019, tres días después de las elecciones presidenciales calificadas de fraudulentas en favor del ex presidente izquierdista Evo Morales, que tras 14 años en el poder buscaba un cuarto mandato.
PEDIDOS DE UE Y DE LA IGLESIA
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, consideró que es importante que se respeten “las garantías al debido proceso y haya una transparencia total en todos los procedimientos” del caso contra los ex integrantes del gobierno boliviano.
Recordó los “importantes pasos tomados por todas las partes en Bolivia de cara a la consolidación de la paz” y reiteró el compromiso de la ONU con ese país. Por su parte, el Alto Representante de la UE, Josep Borrell, expresó a su vez en Twitter que “las acusaciones por los hechos del 2019 deben resolverse en el marco de una justicia transparente y sin presiones políticas”.
La embajada de EEUU en La Paz pidió que se respeten los procesos judiciales y las libertades. También la Conferencia Episcopal de Bolivia exigió en un comunicado “la inmediata puesta en libertad de los detenidos”.