Tras su coronación, el rey Carlos III ha estado en ojo de la tormenta mediática, puesto que en diferentes ocasiones mostró llamativos gestos y falta gracia hacia sus asistentes del palacio real. Tanto es así que varios empleados de Clarence House ya han recibido su carta de despido desde que asumió la corona, pero además se recordaron nuevamente “relatos” de que el hijo de la fallecida Isabel II supuestamente tendría algunos trastornos obsesivos compulsivos (TOC).
Fue en el año 2015 que un exasistente de la corona ventiló algunos aspectos negativos de actual rey. Para el documental “Serving The Royals: Inside The Firm” (2015) de Amazon, el exmayordomo Paul Burrell comentó que Carlos III sería excéntrico e incluso maniático. Lo último sería por sus exigencias a la hora del baño, el lord debe tener el agua del baño a una determinada temperatura, incluso los empleados deben hacer pruebas con termómetros para verificar si está en los centígrados del agrado del monarca de 73 años.
También hay disposición de cómo deben estar las toallas dobladas dentro del sanitario real, para que el rey pueda tomarlas sin mayor esfuerzo, las indicaciones del agua de la tina se estiman entre 18 y 20 grados. El cepillo de dientes también tiene una indicación, que sería la longitud de la pasta dentrífica, que debe ser colocada en 2,5 cm de largo sobre las cerdas del cepillo, también su pijama real debe estar planchada cada noche para que pueda conciliar el sueño.
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En horas de la noche en el palacio real, las indicaciones también son mantener las ventanas de la alcoba del rey abiertas, incluso en invierno. Tampoco se ata él mismo los cordones de sus zapatos, son sus asistentes quienes realizan esta labor, pero así también deben planchar los cordones para que los pueda usar.
Si debe realizar un viaje, él lleva su propia caja de desayuno, además si debe quedarse una temporada lleva consigo sus muebles, como su cama real, un cuadro, entre otros, y no puede viajar sin llevar la marca de papel higiénico de su preferencia. Al parecer, quien domina su actitud de “niño” pequeño, sería su esposa Camila, hoy reina consorte, quien con una mirada severa lo calma.
Todos esos aspectos tomaron transcendencia pública nuevamente tras las acciones que protagonizó el nuevo rey, con los tinteros al momento de la firma de su ascensión como nuevo monarca, pero el suceso se repitió en otra firma en Irlanda del Norte, donde se enfadó porque se equivocó de fecha y se manchó con la lapicera, exclamando “Odio esto” frente a las cámaras.
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