El periodista, actor y conductor de radio y tv, Dani Pereira (26), es una de las jóvenes figuras emergentes en los medios de comunicación que inició soñando con alcanzar la cima. En conversación con La Nación/Nación Media, Pereira habló sobre varias cuestiones personales y profesionales que lo llevaron hasta donde está hoy.
“Siempre me gustó la comunicación. Yo recitaba en la escuela, siempre estuve en todo lo relacionado con el arte, siempre era el que hablaba en público. Tal es así que empecé temprano a hacer radio comunitaria, a los 13 años, en mi ciudad, ahí fui ganando experiencia y tuve un objetivo más claro”, dijo.
Dani es oriundo de la ciudad de Yuty, departamento de Caazapá, motivo por el cual tuvo que mudarse a Asunción para perseguir sus sueños, tal y como sucedió. “Me mudé en el 2014 a Asunción para seguir estudiando. Ingresé en la UNA para estudiar comunicación y a partir de ahí mi objetivo era claro: pelear por lo que siempre quise, trabajar en lo que me gusta”, aseveró.
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También acotó que su pasión a la par que el periodismo, es la actuación y que mientras estudiaba comunicación, lo hacía también en el Taller Integral de Actuación (TIA). “La actuación siempre fue una pasión, desde chico actuaba en la escuela. Recuerdo que tenía una cámara digital y le hacía actuar a mis vecinos, después yo editaba el video, siempre fue esa mi pasión. Trataba de llevar de la mano de la actuación con la conducción. Cuando me mudé también arranqué en TIA a estudiar”, refirió.
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Actualmente, se encuentra haciendo radio en Radio Vibras y Tropicalia, pero sin dudas, el “golpe de suerte” a su corta edad fue estar al frente de la conducción de Tercer Tiempo, programa del Trece, sucediendo a Dani Da Rosa y acompañando a Malala Olitte.
“Mi experiencia en Tercer Tiempo es única. Es un sueño cumplido, uno por ser una persona que siempre quiso trabajar en conducción, dos y porque era muy fan del programa y jamás me imaginé estar en el staff de mis ídolos, es una experiencia inolvidable la de poder trabajar con grandes profesionales, nunca imaginé y estoy aprovechando al máximo”, manifestó.
Por último, dejó un emotivo mensaje a aquellos soñadores como él: “Hay que soñar y tener objetivos claros para pelear en base a eso. En los medios hay que ser caraduras y saber recibir “no” también, pero que eso no frustre. El mejor consejo es: tocar puertas, buscar siempre la manera de luchar, es la forma en la que vamos a poder ir creciendo. La clave: talento, disciplina y capacitación”, dijo.
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La inteligencia artificial, ¿acabará con el periodismo?
El oficio del periodismo y su ejercicio con responsabilidad siempre fue una de las premisas más importantes para que la información llegue de manera correcta y objetiva a los ciudadanos. Pero a esa tarea, ya de por sí compleja, se le suman desafíos constantes, como, por ejemplo, las innovaciones en el formato, la forma de hacer llegar la información, y la necesidad de entregarla de manera más inmediata.
Otro desafío es ir implementando y compaginando el trabajo de las grandes redacciones o estudios con la tecnología, la cual en los últimos años ha avanzado de manera vertiginosa en el ámbito de las comunicaciones, dando inclusive opciones a automatizar muchas de las funciones.
Hoy, que se evoca el día del Periodista Paraguayo, hablamos con tres profesionales de primer nivel: Richard Moreira, gerente periodístico de Nación Media; el periodista y docente universitario José “Pepe” Costa y el director y profesor de la escuela de medios y asuntos públicos de la Universidad George Washington, Silvio Waisbord, para analizar la incursión de la inteligencia artificial y el futuro del periodismo.
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La inteligencia artificial (IA) ha irrumpido de una manera notable, agilizando tareas de redacción, traducción, e inclusive, incursiona en el experimento de contar con presentadores creados por esta herramienta tecnológica.
Esto desata el interrogante entre los profesionales de la comunicación: ¿hasta qué punto puede llegar a incidir en el trabajo de los seres humanos tras los teclados y micrófonos el avance de la tecnología?
“El principal desafío tiene que ver con la calidad informativa, el producto que resulte de la acción tecnológica no debe surgir a partir de la pérdida de calidad”, indicó el gerente periodístico de Nación Media, Richard Moreira.
Sostuvo que, de darse esa situación, eso puede traducirse “en un deterioro de la credibilidad de un medio de comunicación, ya que, lo que se da por descontado, es que las historias o informaciones generadas sean precisas, éticas y relevantes para la audiencia”, explicó.
Reforzó la postura de la necesidad innegable de que siempre el trabajo periodístico sea realizado bajo los mayores estándares posibles, de manera a que la tarea sea precisa.
También indicó que en ella se debe reflejar la realidad y debe servir para que las personas la comprendan de mejor manera, generando también así un impacto estimulante en ellas.
La adaptación a los nuevos tiempos
El periodista y docente universitario José “Pepe” Costa, en comunicación con La Nación/Nación Media, subrayó la importancia de mantener siempre un control sobre la inteligencia artificial. Explicó que lo principal es aprender a utilizar la IA como una herramienta facilitadora y no para evadir el compromiso con el trabajo de calidad, que debe caracterizar al periodista.
“La inteligencia artificial representa un desafío nuevo al que no hay que temer, pero hay que saber abordar; y en ese abordaje, el periodismo debe actuar de orientador sobre la propia IA”, aseguró el profesional.
Indicó que también el periodismo debe “actuar usando esta herramienta para hacer más eficaz, creíble y vigorosa la misión de la prensa y los periodistas en la sociedad, a favor de la transparencia, a favor de la libertad de expresión, a favor de los derechos humanos y de la democracia”, comentó Costa.
El director y profesor de la escuela de medios y asuntos públicos de la Universidad George Washington, Silvio Waisbord, puntualizó sus ideas sobre la realidad del oficio del periodismo y cómo quienes lo ejercen han venido adaptándose a los cambios, conforme avanza el tiempo.
Sostuvo que son cada vez más frecuentes los cambios y las adaptaciones, y que esta propia capacidad es lo que le da la pauta de que sería difícil la completa sustitución de la labor periodística por la inteligencia artificial, aseguró en entrevista con La Nación/Nación Media.
“Creo que el periodismo va a ir adaptándose constantemente porque es la historia de siempre, o al menos, de los últimos 20 años, que el periodismo ha tenido que ir adaptándose y generando información que encaje con los intereses de la audiencia”, señaló el profesor Waisbord.
El futuro del periodismo
Un punto en evaluación también dentro del espectro periodístico es el futuro, y si bien es imposible conocer cuáles serán las próximas corrientes informativas que se deban sortear, o inclusive, los formatos en que deberán ser entregadas las noticias, es preciso realizar una mirada hacia dónde camina este oficio tan necesario y puesto en el sistema central de toda comunidad.
El periodista Richard Moreira hizo hincapié en lo crucial que será conocer cada vez más a los consumidores de noticias y alinearse a sus necesidades. “Dado el vértigo con el que se dan estas transformaciones, es muy difícil prever qué puede pasar de aquí a un año, pero es muy probable que, a largo plazo, los formatos sean cada vez más breves y orientados a los intereses del consumidor, la afirmación de las noticias personalizadas”, coincidió con Moreira con Waisbord.
Para el periodista José Costa, el punto trascendental de un futuro positivo o negativo se encuentra en la esencia misma, ya que, según el profesional, la única manera de que exista un buen periodismo es aferrándose a las bases de la tarea: informar la realidad sin tapujos y formando opiniones concretas en contra de cualquier tipo de fuerza que atente contra la democracia.
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“Vivimos tiempos muy desafiantes para la sociedad en general y para el periodismo en particular. El poder, para el cual el periodismo actúa de contralor, de contrapoder, se ha ampliado, ya no está concentrado solamente en el poder político, si no se amplía al poder económico, al poder ilegal y sobre todo, hoy día, al poder de las grandes corporaciones tecnológicas”, finalizó el comunicador.
El profesor Silvio Waisbord centró su atención en una de las piezas fundamentales para que la maquinaria de la comunicación funcione, la cual es la financiación. Aseguró que mientras existan personas decididas a invertir en medios tradicionales, los mismos difícilmente puedan llegar a desaparecer, ya que en mayor medida dependen justamente de los ingresos publicitarios.
“Más allá del financiamiento, para mí el mayor desafío que aún tiene el periodismo es cómo lograr captar la atención de la gente que no está consumiendo noticias. Y es evidente que aún no se cuenta con la receta óptima para esto, por eso seguimos cambiando constantemente de enfoques y canales”, especificó Waisbord.
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Las claves
- El periodismo ha tenido que ir adaptándose y generando información que encaje con los intereses de la audiencia.
- Pese a la incursión de la IA, la única manera de que exista un buen periodismo es aferrándose a las bases de la tarea: informar la realidad sin tapujos y formando opiniones concretas.
- Lo principal es aprender a utilizar la IA como una herramienta facilitadora y no para evadir el compromiso con el trabajo de calidad, que debe caracterizar al periodista.
- Mientras existan personas decididas a invertir en medios tradicionales, los mismos difícilmente puedan llegar a desaparecer.
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Hombre habría fallecido de un infarto mientras conducía en Luque
Este miércoles se reportó el fallecimiento de un hombre mientras estaba al mando de su vehículo en la ciudad de Luque. Se presume que la muerte fue causada por un infarto, luego se estrelló contra una columna del tendido eléctrico.
Según el reporte policial, el hecho se registró cerca del mediodía de hoy, sobre la ruta que une la ciudad de Luque con San Lorenzo. El fallecido sería un hombre de 58 años, que conducía una camioneta de la marca Mitsubishi color rojo y gris.
Testigos indicaron que el hombre identificado como Matías Morel, comisario jubilado, estaba conduciendo hasta que en un momento dado perdió el control del rodado y fue a parar contra la columna de la Ande. De inmediato se dio aviso a la Policía Nacional, así como a los bomberos.
En el lugar fue auxiliado, pero ya no tenía signos de vida. “Según datos preliminares habría sufrido un infarto mientras conducía y chocó contra la columna, posterior al ataque”, detalló el comisario Silvio González, en entrevista con el portal Luque Noticias.
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Explicó que afortunadamente el hombre no pisó el acelerador del rodado cuando ocurrió el percance y no dañó a terceros, porque podría haber ocurrido un accidente con más heridos en el sitio. El hombre era residente del barrio Mora Cué de Luque.
Hasta el lugar se convocó al Ministerio Público y médicos forenses que determinaron la posible causa de muerte del conductor. El cuerpo será entregado a familiares que llegaron hasta el lugar para reconocer al fallecido.
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“En Paraguay hablamos una lengua que no escribimos y escribimos una lengua que no hablamos”
El filólogo, escritor y periodista Domingo Aguilera comparte en este diálogo unas reflexiones sobre la realidad lingüística de nuestro país, signada por la convivencia por ya casi 500 años del español y el guaraní en una relación de recíproca influencia no exenta de conflictos y violencia.
- Por Paulo César López
- paulo.lopez@nacionmedia.com
- Fotos Archivo / Gentileza
El próximo 23 de abril se conmemora el Día del Idioma Español en las Naciones Unidas, una fecha instituida con el fin de “concienciar al personal de la Organización, y al mundo en general, acerca de la historia, la cultura y el uso del español como idioma oficial”. La efeméride fue establecida como recordación al aniversario de la muerte del más grande exponente de las letras españolas, Miguel de Cervantes, acaecida en 1616.
Tomando la conmemoración casi como un pretexto, abordamos con Aguilera algunos aspectos sociolingüísticos del Paraguay, los usos del idioma español y su relación con el guaraní, que configura una de las principales características de la sociedad paraguaya: un bilingüismo asimétrico en el que existe una lengua escrita de prestigio y otra oral de uso popular de tal suerte que se piensa y se habla con una de ellas, pero se escribe con la otra.
–¿Cómo nota usted que afecta el uso de la lengua la masificación de las plataformas virtuales?
–Para empezar, y en general, yo creo que es importante señalar que nadie habla bien o habla mal una lengua si no es en comparación con una variedad prestigiosa, culta, de la misma. O sea que si alguien dice de otra persona “qué bien habla” o “qué mal habla” la está juzgando desde el conocimiento de esa variedad de prestigio, que es la que tan trabajosamente nuestros profesores han tratado de inculcarnos en el colegio y la universidad. Esta variedad estandarizada precisamente tiene el prestigio ganado porque posee un lenguaje más elaborado, más rico en matices, etcétera. Se suele decir que las redes sociales no multiplican nada, solo hacen más visible lo que antes no se podía ver por falta de difusión. Y esto alcanza a la gente más necesitada de comunicarse que por escribir de acuerdo a las reglas. En las plataformas virtuales yo creo que hay muchos factores a considerar como, por ejemplo, la rapidez con que la gente se comunica, donde lo más importante es que le entiendan a uno y no tanto la corrección con que ha de escribir, aun sabiendo escribir bien. Por ese lado, hay un retorno a la oralidad en nuestra época, donde los gestos, los emojis y otros signos vuelven a estar de moda, como ya lo estuvieron en las cavernas hace unos 36.000 años, según algunos estudios arqueológicos.
–¿Cómo evalúa el rol de los medios de comunicación en cuanto a las prácticas lingüísticas?
–Los medios de comunicación siempre han utilizado la forma estándar de la lengua, es decir, la de prestigio, tratando de evitar incluso los localismos (palabras que solo se entienden en un lugar) en la comunicación con la gente. Por ese lado, la función didáctica y de difusión del “buen hablar” es innegable en los medios de comunicación, aunque en los últimos años las redes sociales les hacen una fuerte competencia. Los medios digitales creo que tienen sus pros y contras, porque a veces dejan pasar cosas que nos hacen pensar que no pasaron por un corrector, como en los viejos tiempos. El dominio de una lengua, en sus posibilidades más completas, lastimosamente es producto de un esfuerzo personal y constante, y no se puede transferir o heredar a otro.
BILINGÜISMO
–¿Cuáles le parece que son las principales particularidades del castellano paraguayo respecto a otras variantes americanas y la peninsular?
–El bilingüismo en Paraguay tiene características muy particulares. El padre Bartomeu Melià escribía que el guaraní fue la lengua española de Paraguay en tiempos de la Colonia. De entrada parece un sarcasmo, pero históricamente, no tanto. Aplicando a la realidad de entonces, quiere decir que los colonos españoles absorbieron la lengua guaraní y la hablaron junto con sus descendientes, hispanizándola aceleradamente, tanto en su base cultural como en lo lingüístico, como efectivamente ocurrió. Mientras que la lengua española se reducía a la forma escrita, a cuestiones de la administración pública, una educación de élite y los negocios formales. La exposición a la forma hablada del español era muy difícil para la gente, la práctica oral, en un entorno donde todo el mundo hablaba guaraní y no existían los medios de comunicación. Es lo que técnicamente se llama hoy día la diglosia. El bilingüismo paraguayo nació diglósico por esta realidad del uso dispar de los dos idiomas. De ahí que se ha señalado en el castellano paraguayo su marcado conservadurismo, es decir, algunos vocablos y giros se siguen usando aquí, mientras que, en otros lugares, ya no.
–¿A qué se debe esto?
–Para esto juega mucho también el papel del guaraní, que conserva muchas formas antiguas del español y los hablantes bilingües las volvemos a usar hablando en castellano, completando un círculo donde se conservan esas formas antiguas. Hace poco escuché decir a un joven hablando en castellano, en un medio de comunicación, que él “no le debe fineza a nadie”, pero “fineza” es una reacuñación del guaraní, porque en el castellano ya está en desuso en este sentido. En España, un profesor de la universidad donde yo estudiaba se maravillaba de que en Paraguay (y en algunos otros lugares de América) se siga usando la palabra “predio”, por ejemplo, ya que, por lo que él manifestaba, en España hace mucho tiempo dejó de usarse.
INFLUENCIA RECÍPROCA
–¿Cómo calificaría la interferencia del guaraní en el español paraguayo?
–El contacto entre el castellano y el guaraní ha sido intenso y extenso en el tiempo, pues ya llevamos cinco siglos conviviendo entre ambas lenguas. Entre nuestros dos idiomas ha habido una influencia recíproca en todos los aspectos lingüísticos, es decir, el guaraní ha entrado en el español y viceversa. En el léxico, el sonido y la estructura del castellano paraguayo hay huellas del guaraní en todos los niveles sociales de uso. Es decir, prácticamente los hablantes de todas las clases sociales utilizamos algo de guaraní hablando en castellano, pero la mayoría no nos damos cuenta. Y el guaraní fue alterado en gran medida por el castellano, fonológica y gramaticalmente, pero sobre todo en la base cultural de la lengua es donde la influencia del castellano ha sido mucho mayor. Prácticamente, desde el primer momento de la colonia española el guaraní precolonial fue vaciado de los significados que tenían las palabras en el contexto indígena y se fue “recargando” de la nueva cultura colonial, completamente hispánica. Las palabras guaraníes quedan, pero el contenido ya es otro.
–¿Español paraguayo y yopará pueden tomarse como términos equivalentes o son dos cosas distintas?
–Primero tendríamos que objetivar un poco a qué llamamos yopará y para eso no hay nada mejor que recurrir a la fuente o el significado más antiguo que tiene la palabra. El yopará es una comida típica paraguaya en la que se mezclan el locro, el poroto (o el poroto-manteca), las verduras (a veces lleva también carne) y, casi siempre, queso. Lo que podemos rescatar del significado de la comida en el campo lingüístico es que los elementos son distintos, diferenciables en el todo, y juntos hacen el yopará. En principio y en general, todas las lenguas son un yopará en el sentido señalado. Cada lengua se compone de capas (algunos comparan la lengua con la cebolla) y depende de los acontecimientos de su historia para incorporar los cambios. Por ejemplo, en este sentido, un país conquistado por una potencia extranjera que habla otra lengua, de seguro que la lengua local acusará ese evento, incorporando nuevas palabras, nuevos giros, nuevas modas, hasta incluso puede desaparecer (como efectivamente lo hicieron las lenguas europeas que antecedieron al latín).
–¿Cuál es el peso y aporte de América en la evolución y reconocimiento mundial del idioma español?
–La yoparización de las lenguas depende en gran medida de su extensión o hegemonía. No hay yopará más grande que una lengua hegemónica, como el español o el inglés, porque no solo las lenguas de los conquistados reciben influencias, sino que las de los conquistadores hacen lo mismo que las de los conquistados y su lengua termina enormemente enriquecida por efecto de la colonización. En este sentido, el español ha recibido las “capas” de las lenguas indígenas, en su léxico sobre todo, tras su largo periodo de conquista y colonización de América. Algunos hablan de unas 7.000 palabras nuevas que entraron de las lenguas indígenas al español.
ORALIDAD Y ESCRITURA
–Haciendo un balance entre lo normativo y la pragmática, ¿le parece que los paraguayos hablamos mal y escribimos peor?
–En Paraguay, sobre todo desde nuestra independencia de la corona española, nunca se asumió el bilingüismo paraguayo o, más exactamente, nunca se asumió la existencia del guaraní desde la sociedad civil y el Estado, a los efectos educativos, de la comunicación y, sobre todo, como factor de desarrollo humano. Yo suelo decir –y parece un trabalenguas– que en Paraguay siempre hemos hablado una lengua que no escribimos y escribimos una lengua que no hablamos. Y en esta situación, obviamente, no podemos escribir bien o hablar bien ninguna de las dos lenguas. Históricamente, el guaraní es la lengua en la que casi todos los paraguayos nos comunicamos por más tiempo a lo largo de nuestras vidas, es la lengua del entorno familiar (razón por la que no ha desaparecido). Y justamente en esta lengua de mayor significación para la construcción de la personalidad, de la identidad personal y social, en esta lengua somos analfabetos. Es decir, Paraguay es un país analfabeto en su lengua propia, lo cual no se puede revertir solo por pasar a la otra lengua.
–¿Por qué nos cuesta tanto el español al punto de que en los exámenes de ingreso a las universidades es considerada la materia “colador”?
–En parte por lo dicho precedentemente, aunque actualmente haya una masiva exposición al español a través de los medios de comunicación y las redes sociales, el guaraní sigue siendo la matriz de nuestra comunicación diaria, aun hablando en castellano. El aprendizaje comparado de nuestras dos lenguas sería un método bastante más ameno para aprender el castellano o también el guaraní. Hace algunos años, un alumno mío de la cátedra de guaraní en una universidad privada me dijo que por fin a través del guaraní aprendió, habiendo pasado la primaria y la secundaria sin haberlo logrado, qué significan los verbos transitivos e intransitivos.
–¿Qué se podría o se debería hacer para mejorar la enseñanza y el aprendizaje del español en la escuela y colegios?
–La naturalidad es la mejor maestra del aprendizaje de cualquier idioma. Hasta ahora la ciencia no puede dar con todos los factores que hacen, por ejemplo, que el aprendizaje de la lengua materna sea tan perfecto por parte de todos nosotros. Nadie tiene error en el aprendizaje de la primera lengua, que se da en el entorno más natural que tenemos los humanos, la familia. Así que el aprendizaje de cualquier lengua debería imitar este entorno. Eso sí está probado científicamente.
PERFIL
Domingo Adolfo Aguilera Jiménez (José Fassardi, Paraguay, 1967). Investigador lingüístico y cultural independiente, periodista, escritor y docente. Sus trabajos se centran en el bilingüismo paraguayo y el mestizaje cultural guaraní-castellano, las lenguas de inmigración de Paraguay, las lenguas y culturas tupí-guaraníes, entre otros temas.
Publica regularmente artículos científicos en revistas especializadas de distintos países; es autor de unos cuarenta títulos, publicados en los últimos 25 años, que abarcan recopilaciones en lengua guaraní, poemas, una novela, un ensayo, traducciones y materiales didácticos.
Entre 2008 y 2013 obtuvo los títulos de máster y doctor en Filología Hispánica en la Universidad de Valencia, España. Asimismo, es graduado en Lengua Guaraní y Ciencias de la Comunicación en la Universidad Nacional de Asunción (1989-1995).
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Paraguay, con potencial para ser un actor clave, afirman
El país es anfitrión de una cumbre hemisférica sobre sanidad animal, clave para la seguridad alimentaria y la inocuidad de los alimentos a través del seminario internacional “La salud animal y su contribución en la transformación de los sistemas alimentarios en las Américas”.
Paraguay tiene el potencial de un ser actor clave en la demanda de alimentos para contribuir al mundo y posee la obligación de duplicar esfuerzos. Así lo indicó el presidente del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), José Carlos Martin, quien dio apertura al evento, señalando que los números hablan que para el 2050 la producción de alimentos tendrá que aumentar en un 60 % para satisfacer la demanda de más de 9.000.000 de personas y Paraguay puede ser protagonista en eso.
Explicó que los pronósticos para el sector agropecuario en la región son muy alentadores, pero los próximos años serán dinámicos y desafiantes. “A pesar de que hoy estamos produciendo alimentos para más de 80 millones de personas, todavía no llegamos al objetivo de esa transformación de la proteína vegetal a la animal, cuyo impacto en la economía es 10 veces más que exportar un producto en estado vegetal”, comentó.