El 2 de febrero del 2002, la Iglesia Nueva de Ámsterdam fue escenario de la unión entre el entonces príncipe heredero de la corona holandesa, Guillermo de Orange, y la economista argentina Máxima Zorreguieta, quienes se habían conocido en una feria que se desarrollaba en la ciudad de Sevilla, España, en el mes de abril de 1999. Luego del matrimonio y como fruto de su amor, Máxima ha dado a luz a sus tres bellas hijas, las princesas Amalia, Alexia y Ariane.
Teniendo en cuenta el aniversario real, cabe rememorar algunos datos de aquella fabulosa celebración como ser: la torta de boda era de cuatro pisos y los novios realizaron el primer corte con el sable de marino del príncipe y brindaron un espumante Chandon Extra Brut.
Tras darse el “sí, quiero”, los flamantes esposos salieron del templo y fueron saludados por un multitudinario público que llegó hasta allí para ser parte de la celebración. Luego subieron a la carroza de oro para realizar un recorrido por las calles de la ciudad.
Es noticia: Carlos Travieso “el Cubano”, se descargó contra Jessica Servín
Según datos publicados por medios internacionales especializados, los novios enviaron más de mil invitaciones, de las cuales solamente cien personas eran parte de la familia y amigos de Máxima.
Recordamos que su padre, Jorge Zorreguieta, no pudo ser partícipe del evento. Esto a consecuencia de que muchos años atrás, durante la última dictadura militar, se había desempeñado como secretario de Agricultura y Ganadería. Por ello, su madre tampoco asistió. En tanto que sus hermanos Martín, Juan e Inés Zorreguieta Cerruti, y Dolores, Ángeles y María Zorreguieta López sí marcaron presencia en el casamiento.
Máxima y Guillermo fueron de luna de miel a Nueva Zelanda, donde se destaca que la novia no sabía el destino, ya que en Holanda se acostumbra que el novio debe ser quien elige el lugar y mantenerlo en secreto hasta que llegue el momento.
Leé también: Dallys Ferreira se pronuncia por un Paraguay seguro
Finalmente, se destaca que la pareja se encuentra ocupando el trono desde el 2013. El rey Guillermo cuenta con dos palacios oficiales en La Haya: Huis ten Bosch y Noordeinde, siendo el primero su espacio familiar y el otro sería su oficina, considerando que es donde desarrolla sus actividades laborales.