La jueza de ejecución de la Circunscripción Judicial de Central, Silvana Luraghi, notificó y pidió informes a las autoridades de la penitenciaría Nacional de Tacumbú en la causa N.º 319/2010 sobre la libertad del condenado Luis Héctor Morínigo Cantero, quien fue sentenciado hasta el 2040 por delitos relacionados a violación. La irregularidad podría generarse en las autoridades de la penitenciaria de Tacumbú.

La magistrada Luraghi indicó a PDS Radio y Tv Digital que pidió informes a las autoridades penitenciarias de Tacumbú sobre la tramitación de la libertad por compurgamiento de la pena en dos casos respectivamente.

Asimismo, la jueza indicó que “el mismo director de Tacumbú me remitió un informe donde me ponen en conocimiento de la situación procesal del interno Luis Héctor Morínigo Cantero, quien fue liberado con base en trámites que se hicieron respecto a dos órdenes de libertad que llegaron a la penitenciaría por parte de otros juzgados de ejecución en donde el condenado contaba con otros procesos penales”, relató la referida magistrada.

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Acoto “me informan que ya compurgó su pena en esas causas y por lo tanto recibieron las órdenes de libertad y hoy día ya no está en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú ni otro centro penitenciario. Pusieron a conocimiento mío teniendo en cuenta que él tiene una causa ante mi juzgado donde efectivamente recién cumple con la totalidad de su condena en el año 2040″, indicó la referida magistrada al citado medio judicial.

De acuerdo a los datos obtenidos, el condenado tenía una última pena de 20 años de cárcel e incluso, por su alta peligrosidad, le habían impuesto 10 años de medida de seguridad.

“Mi juzgado ya se encuentra abocado para librar la orden de captura correspondiente, tanto nacional como internacional, para poder recapturar a esta persona y que vuelva al centro penitenciario. Es muy conocido en Tacumbú por sus medidas de seguridad, la defensa solía pedir beneficios penitenciarios como la redención por trabajos que realizaba, lo que fue rechazado teniendo en cuenta que aún necesita tratamiento psicológico y psiquiátrico”, afirmó la magistrada.

Según los antecedentes del caso el condenado abusó sexualmente de unas 30 mujeres. El condenado utilizaba un arma de juguete para amenazar a las víctimas, a quienes llevaba a la fuerza hasta un lugar oscuro para hacerles sexo oral y luego las violaba. El hombre seguía a sus víctimas en horas de la madrugada, entre las 04:00 y las 06:30, mientras se disponían a llegar a sus lugares de trabajo, en inmediaciones del barrio San Cayetano de Itá.

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