Lo que se inició como una película de acción finalmente terminó con la detención y posterior imputación por tentativa de homicidio y resistencia al alemán Wilfried Rudolf Franke, quien se había atrincherado en su residencia y disparado contra agentes policiales que acudieron hasta el lugar en el marco de la investigación por pornografía infantil.

La agente fiscal Irma Llano, de la Unidad Especializada N° 1 en Delitos Informáticos, ayer martes formuló imputación contra Franke, de 65 años, quien habría atacado a la comitiva fiscal-policial que llegó hasta su vivienda, ubicada en la compañía 23 Tovatyry, R.I. 3 Corrales, del departamento de Caaguazú.

En el lugar fueron recibidos por varias personas, pero no así por Franke que, según el relato de la carpeta fiscal, se encontraba escondido en una de las habitaciones de la casa y en un momento dado efectuó disparos de arma de fuego desde el segundo piso, hiriendo a dos uniformados que acompañaban el procedimiento. Tras ello, los efectivos policiales fueron trasladados hasta un hospital para ser atendidos.

Horas después, Franke, quien pasó de una habitación al techo, fue reducido por la policía mediante un operativo táctico. Antes lo intentó su abogado, sin éxito.

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La fiscala Llano señaló que dieron con el hombre debido a ciertos indicios que manejaban en una investigación abierta el año pasado y a partir de denuncias de los lugareños. Además, no descartó la posibilidad de que el caso se encuentre ligado con el de la niña desaparecida en Emboscada en abril del 2020.

“Se conformó un equipo de trabajo para poder llegar al lugar y tratar de poder identificar ante qué estábamos. Sin embargo, hoy de un caso de pornografía infantil estamos ante un hecho punible de tentativa de homicidio por la reacción de este sujeto y la manera que actuó y fundamentalmente a la resistencia; casi seis horas se resistió a someterse a las autoridades, pese a que en todo momento se le indicaron las circunstancias, se le dieron todas las garantías”, relató la fiscala.

El alemán se encontraba en un lugar bastante estratégico y conveniente para él. La propiedad sería una fortaleza de unas 20 hectáreas donde tenía el control con cámaras de circuito cerrado con las que controlaba quién entraba y quién salía del predio y de las cabañas. La vivienda principal incluso contaba con un hangar.

“Nos llamaron la atención ciertas características que ya tenemos en cuenta con relación a los antecedentes y a otro tipo de investigaciones. Encontramos muchos juguetes, castillo, ropa infantil cortita, es decir, cuestiones así que nos llamaron la atención, incluso dibujos hechos a mano de niños desnudos, imágenes también desde niños sin ropa, había unos lienzos también con esas características y además de eso había unos túneles con ciertas características con escalera”, detalló la investigadora.

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