La fiscala general adjunta Alba Rocío Cantero, quien participó del multitudinario evento realizado ayer domingo en el anfiteatro de San Bernardino, lamentó que hubo varias falencias que no se tuvieron en cuenta en este festival de tal envergadura, en donde fallecieron dos personas y cinco resultaron heridas en un tiroteo.
Cantero acudió al Ja’umina Fest 2022 como una participante más, pero su presencia contribuyó a que la situación no pase a mayores, ya que movilizó al personal de seguridad privada para socorrer a las víctimas e hizo las diligencias pertinentes para este tipo de hechos.
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“Es un hecho atípico, la envergadura del evento, que abarca más de 10.000 o 20.000 personas, debía conllevar una organización ya con cooperación interinstitucional. Para mí que teníamos que hacer una reunión mucho antes del evento y no tomar a la ligera esto porque la verdad, en un momento dado, temí por la seguridad de más personas”, indicó Cantero en comunicación con La Nación.
Entre las falencias que hubo en la organización fue que no había efectivos policiales dentro del predio del concierto, no había señal telefónica y no se contaba con radios para la comunicación de adentro para afuera. Otra falencia fue que no se contaba con un protocolo de seguridad y evacuación ante el posible desborde de la situación.
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“No podíamos comunicarnos con el exterior, si bien hoy me entero que había efectivos policiales afuera, de la entrada del anfiteatro hasta el lugar donde ocurrió el hecho son al menos 200 metros o dos cuadras, la Policía ni se percató ni había forma de comunicar porque no había señal. No sé si por el sonido o algo, pero se bloquean los celulares y no hay manera de entrar en comunicación”, manifestó la agente fiscal.
Aclaró que ella es fiscala general adjunta y que estuvo en el concierto como participante, que no es la fiscala que intervino de forma oficial, pero que sí actuó ante la situación por su envergadura y lo trágico que fue cuando escuchó los disparos. Recordó que se acercó a verificar el hecho y tuvo que intervenir para evitar mayor desborde movilizando al personal de seguridad privada que estaba en el lugar.
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