La lista de candidatos de la Concertación Nacional que pregona el cambio está plagada de políticos mañosos que llevan décadas colgados del Estado y que arrastran oscuros antecedentes.

A las puertas de las elecciones gene­rales de mañana, jornada en la que definirá quiénes gobernarán el país durante los próximos cinco años, y las miles de ofertas proselitistas es importante manejar un poco el perfil de aquellos que no son muy golpeados por la prensa tra­dicional y que se arropan con la campaña del “cam­bio”. Sin embargo, varias de las figuras del cambio, aglutinadas en la Concer­tación arrastran un largo historial plagado de denun­cias de daño patrimonial, tráfico de influencias y clientelismo, entre otras acusaciones durante años e incluso décadas viviendo de las arcas del Estado. (Ver infografía).

Un ejemplo de estos can­didatos con oscuro histo­rial es Salyn Buzarquis, que a lo largo de sus 20 años viviendo de cargos públicos se hizo reconocer como el ex ministro de las “paladas iniciales” o “Palyn” Buzar­quis ya que en sus tiempos como ministro de Obras Públicas fueron más los anuncios de construccio­nes con actos de paladas iniciales “para la foto” que las obras que realmente se llevaron a cabo. Al menos así obran en los archivos periodísticos.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Buzarquis es uno de los tantos políticos que cuen­tan con todo un clan fami­liar acomodado dentro del Estado, en su caso, con 15 parientes que al año repre­sentan un gasto de G. 2.640 millones. Otros candidatos de la Concertación con la parentela empotrada den­tro de la función pública son Alejo Ríos (G. 804 millones al año) y Édgar López (G. 608 millones al año), este segundo también seña­lado por supuesto caso de fraude electoral junto con su esposa, Vidala Franco, aspirante a diputada.

Otra candidata, que en su caso busca la reelección en la Cámara de Diputados es Celeste Amarilla, quien fue vista a través de videos fil­trados hablando de “coi­mear” para acceder a licita­ciones de merienda escolar. Ella es conocida como la reina de la merienda esco­lar por la pila de licitacio­nes en su haber por cierto, con varias denunciadas por llegar en mal estado a las escuelas.

El ex ministro de los heli­cópteros y las celdas “de oro” para la Policía Nacio­nal, Rafael Filizzola, tam­bién es otro de los aspi­rantes al Senado. Es un chicanero de primera línea, famoso por dilatar sus cau­sas penales.

Entre la lista de candidatos también se encuentra Car­los Valenzuela, viejo cono­cido de la actual candidata a vicepresidenta por la Con­certación, Soledad Núñez, ya que fue uno de los inter­mediarios de la construc­ción de viviendas sociales con el Fondo Nacional de la Vivienda Social imputados por haber cobrado por la construcción de 321 casas que nunca fueron levan­tadas generando un daño patrimonial aproximado de G. 12.000 millones, según lo trascendido.

Dejanos tu comentario