Este domingo, Toni Roberto dedica sus páginas a Lucero Fernández de los Ríos, quien realizó un exhaustivo trabajo de investigación del chalet asunceno, que fuera una solución a los problemas habitacionales de la clase media en los años 40.
- Por Toni Roberto
- tonirobertogodoy@gmail.com
Son las 10 de la mañana de un sábado. Los recuerdos del enorme trabajo de investigación de Lucero Fernández de los Ríos es el motor que enciende mi paseo por el barrio Las Mercedes, donde esta investigadora centró su mirada a aquellas viviendas que fueron realizadas en su mayoría en los años 40.
El camino de estos verdaderos ejemplos de construcciones, que merecen un estudio sociológico y antropológico del movimiento urbano asunceno de toda una época, nos lleva a conocer el largo trayecto que recorrieron estas primorosas construcciones.
La palabra chalet, que para los europeos evocaba casas de montaña, llega a Estados Unidos como estilo español y de ahí a la Argentina, donde adquiere protagonismo en una época en la que la solución habitacional estaba buscando respuesta a las miles de familias de clase media que necesitaban un hogar confortable y, a la vez, económico.
En Paraguay, entre las variables citadas, también se da el fenómeno con la llegada de las películas americanas. Los hijos de aquellas familias que vivían antes en esas casas de fachada tapa de estilo italianizante o afrancesadas en los antiguos barrios asuncenos, que rodeaban generalmente a las iglesias que daban nombre a estos enclaves de la madre de ciudades, veían ese modo americano de vivir, donde la casa estaba simplificada, la cocina casi siempre formando parte del espacio social y, por supuesto, el garaje para el coche, elemento que hizo que las familias empezaran a moverse a los nuevos barrios de aquellas décadas.
DE LAS FACHADAS ITALIANIZANTES AL CHALET
Si las casas céntricas de finales del siglo XIX y principios del XX tenían siempre un zaguán con una o dos ventanas sobre la calle y no tenían lugar para el automóvil familiar, teniendo en cuenta que recién llegan a Asunción allá por 1906 y todas tenían la misma distribución, diferenciadas solamente por las terminaciones en las que algunas o pocas se distinguían por soluciones como el mármol. La novedad de los chalets se diferenciaba por tipologías en modelos, como A, B o C, que se puede apreciar también en aquellas revistas argentinas de emprendimientos en localidades como Béccar y otras, a los que accedí gracias a la gentileza de mi amable y distinguida lectora Cristina Gómez Sanjurjo, que pertenecieran a su madre.
Si bien es cierto que otros barrios de Asunción también se engalanaban con estas coquetas y delicadas casas, a las que muchos que no conocen las denominan simplemente casitas. Así, podemos encontrar estos diseños en otros barrios como Sajonia, el antiguo barrio Ciudad Alta, Pinozá, Ciudad Nueva o San Vicente, en el sur de la ciudad.
La casa chalet en Asunción tenía varias organizaciones enclavadas en el terreno, siempre con un pequeño jardín y una murallita que servía además de silla, taburete, banco o cualquier tipo de asiento para el deleite de sus propietarios o vecinos, como el caso del chalet de dos pisos de Diosma Ferrari en Sajonia, que hace poco perdió su encantadora murallita por los problemas de la inseguridad, la poética fachada de la casa de las Kovacevich o la de la cantante Graciela Abbate, en el corazón del barrio Las Mercedes.
UNA CHARLA CON IDA DE LOS RÍOS, RAMÓN GONZÁLEZ CORONEL Y JOSÉ RIVAROLA
Todos estos conocimientos y despertar de un pasado no tan lejano y poco estudiado le debemos a la arquitecta Lucero Fernández de los Ríos, quien en un extenso compendio de tres tomos nos acerca a un tema, hasta la fecha, no estudiado en el imaginario paraguayo. Su madre, Ida de los Ríos, profesora emérita de la Universidad Nacional de Asunción, nos acerca este trabajo, bajo la atenta mirada del arquitecto Ramón González Coronel y su discípulo José Rivarola Masi, en una amena charla.
Esta investigación sobre los chalets, que se encuentran a mitad de camino entre lo clásico y la modernidad, es de gran importancia para la historia de la arquitectura en el Paraguay. Una brillante investigación de Fernández de los Ríos, un verdadero aporte, más allá de los remedos de ciertos temas remanidos, en una sociedad mediatista, acostumbrada hoy a buscar simples “likes” en las redes sociales y preocupada más por las formas que por el contenido.