Claudio Aquino está con un pie afuera del Ciclón luego del bochornoso momento que protagonizó en el banco de suplentes durante el par­tido ante Trinidense jugado el sábado en la Nueva Olla. El volante argentino se negó a ingresar cuando el técnico Diego Gavilán lo llamó y para peor se sacó la camiseta y se mandó mudar a vestuarios. Esta actitud fue la detonante y por estas horas el jugador está más afuera que adentro del plantel, a falta de confir­mación oficial.

Según el periodista de Versus y GEN/Nación Media, Jorge Izquierdo, la rescisión de su contrato es inminente, lo que no sería mayor problema, con­siderando que el jugador tiene vínculo hasta diciembre de este año con el club azulgrana.

De darse su salida será el corolario de algo que siem­pre estuvo en el tapete. Su nombre incluso ya sonaba entre los que finalmente fueron apartados del plantel (5 en total) hace unas sema­nas atrás, pero aquella vez su nombre no estuvo en la lista.

El argentino vivió siempre entre el odio y el amor con la hinchada de Cerro Porteño e incluso la dirigencia. Esa rela­ción comenzó a navegar por aguas turbulentas desde aquel famoso penal que le tapó Gas­tón Olveira en la Nueva Olla en el último partido de la fase de grupos de la Copa Liber­tadores del año pasado ya en tiempo de descuento, que finalmente ganó el cuadro franjeado por 1-0 y pudo cla­sificar como tercero del grupo a la Copa Sudamericana. Esa vez lo acusaron de haber avi­sado al arquero uruguayo dónde patearía el penal.

A esto se le sumó un bajón pro­nunciado en el segundo semes­tre de ese año y su rendimiento con altibajos en la actual tem­porada. A finales del año pasado, ya tenía un acuerdo para jugar con Banfield de su país, pero a última hora desis­tió y continuó con intencio­nes de cumplir su contrato.

Cerro Porteño tendrá la ventaja de llegar más descansado al superclásico del domingo (Olimpia tiene partido de Copa el jueves) por lo que Diego Gavilán comenzará a preparar desde hoy el equipo que arrancará el compromiso. Dejando de lado lo de Claudio Aquino, el técnico espera la recuperación de Damián Bobadilla, que es la gran duda. El volante acusa una molestia física importante. Sin Wilder Viera, aún suspendido, la presencia de Bobadilla es de vital importancia en el medio­sector, por lo que se presume será aguardado hasta último momento.

Por otro lado, la novedad más resaltante será la vuelta de Cecilio Domínguez, ausente en los últimos partidos por una fatiga mus­cular por lo que hizo trabajos especiales para estar al 100 % dis­ponible para este domingo.