Corrían 74 minutos y el empate de 1-1 se enseñoreaba en el juego Olimpia-Nacional, cuando el mediocampista albo Carlos Arrúa recibió en las cercanías del área rival un balón filtrado por parte de su compañero Carlos Espínola.

Con gran elegancia, Arrúa eludió la marcación de Richard Ortiz, Saúl Salcedo, e hizo pasar de largo a Car­los Rolón, para anotar como todo un maestro y de zurda, el 2-1 parcial del encuentro, un golazo de antología que lo convirtió en figura de la fecha. Su obra de arte reco­rre el mundo, despertando admiración y elogios en los medios de comunicación y las redes.

Nacional terminó ven­ciendo por 4-1 y este jue­ves a través del programa “Futgol” de Versus Radio, Arrúa expresó sus sensacio­nes: “Fue un gol inolvidable, emocionante, hasta ahora lo sigo viendo y creo que fue un lindo gol”.

Su gran momento es pro­ducto del trabajo articu­lado y comprometido con su equipo.

“Uno siempre trabaja para estas cosas, para cre­cer, para que todos estos momentos lleguen. No hay que conformarse, hay que seguir creciendo”, agregó el habilidoso mediocampista del Trico.

Destacó el optimismo que reinaba en el plantel al finalizar el primer tiempo a pesar del marcador adverso de 0-1.

“Entramos al vestuario y los compañeros, prácticamente todos, estaban apoyando, diciendo que lo íbamos a dar vuelta, estábamos convenci­dos de eso”, expresó.

Reveló que lograron remon­tar y ganar mediante algo fundamental: “Nunca renunciamos a la identidad de juego que tiene el profe (Rodrigo López), siempre confiamos y creo que con convicción hicimos un buen segundo tiempo”.

Sus inicios en la cancha fue en Atlántida. “Luego fui a Villeta a jugar futsal, ahí conocí al profesor Zubel­día, que me trajo a Nacional con 17 años. El profe Hugo Caballero me fue ubicando en varias posiciones en el mediocampo, y con él debuté en Primera”.