María Cecilia Llamosas del Puerto se encuentra desarrollando el programa de doctorado en Science and Technology Policy Studies con énfasis en Política Energética en la Universidad de Sussex en Brighton, Inglaterra. Foto: Gentileza.
Paraguaya sobresaliente: máster en Políticas Públicas desarrolla doctorado en Política Energética en Inglaterra
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María Cecilia Llamosas del Puerto tiene 32 años, es oriunda de Asunción y actualmente se encuentra desarrollando el programa de doctorado en Science and Technology Policy Studies con énfasis en Política Energética en la Science Policy Research Unit (SPRU) de la Universidad de Sussex, con sede en la ciudad de Brighton, Inglaterra.
Llamosas del Puerto culminó su carrera de grado en el 2012 en Derecho y Ciencias Sociales en la Universidad Nacional de Asunción (UNA), cursando parte de su carrera de grado en Derecho Internacional y Relaciones Internacionales en la KU Leuven (Universidad de Lovaina) en Leuven, Bélgica, mediante una beca completa de Erasmus Mundus financiada por la Comisión Europea.
Es máster en Políticas Públicas y Buen Gobierno por la Leuphana Universität Lüneburg en Alemania, donde se enfocó en Teoría y Políticas del Desarrollo y en Política Energética entre 2014 y 2017. Su estancia de tres años en Alemania fue financiada gracias al programa Helmut Schmidt del Deutscher Akademischer Austauschdienst (DAAD), financiada por el gobierno alemán. Posee además especializaciones en Sistemas Energéticos en Jülich, Alemania, y Argonne, Estados Unidos.
El objetivo del programa de maestría en Alemania, dictado en alemán e inglés con una duración de cuatro semestres, fue el de proporcionar una perspectiva multidisciplinaria desde la economía, las ciencias políticas y el derecho para el entendimiento y desarrollo de problemas públicos complejos.
La maestría alienta el desarrollo de habilidades cuantitativas y cualitativas para explorar las causas, el contexto, y los impactos sociales y económicos de las políticas públicas. Dentro de varios módulos de profundización, la destacada paraguaya escogió centrarse en políticas de desarrollo y políticas energéticas.
Su tesis de maestría lo desarrolló sobre el análisis de la toma de decisiones públicas en el área de energía en Paraguay, analizando 14 años de actividad legislativa para identificar las causas y las consecuencias de la adopción de leyes y decretos reglamentarios para la institucionalización del sector energético y su relación con la transición socioenergética en el país. Parte de su tesis fue publicada en la revista científica Energy Research and Social Science en el 2018, disponible aquí: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S2214629618302767.
Entre el 2016 y el 2017 realizó un entrenamiento en análisis de Políticas de Transporte en la Dirección General de Transporte (DG MOVE) de la Comisión Europea en Bruselas, Bélgica, donde fue uno de los 650 jóvenes seleccionados entre más de 18.400 postulantes al programa Blue Book Traineeship.
El delantero paraguayo Julio Enciso fue titular y jugó todo el partido en el Ipswich Town, que cayó de local (0-1) ante el Brentford.
Lo bueno para el delantero guaraní de 21 años es que culmina la temporada en la Premier con mucha continuidad y protagonismo, por más que su equipo haya perdido al categoría con varias fechas de anticipación.
El gol de la victoria del Brentford en la casa del Ipswich lo hizo Kevin Schade a los escasos 18 minutos y luego el marcador ya no se modificó.
Enciso tendrá dos partidos más para despedirse del Ipswich Town. Después llega a Paraguay para el combo clasificatorio de junio y posteriormente debe regresar al Brighton, dueño de su pase y club con el que tiene contrato hasta mitad del próximo año.
En la próxima fecha, Brentford se medirá con Fulham, mientras que Ipswich Town tendrá como rival a Leicester City.
Centrando la atención en el rendimiento como equipo local, Ipswich Town ha ganado una vez, ha perdido en 13 ocasiones y ha empatado cuatro veces en 17 partidos jugados hasta ahora, unas cifras que manifiestan la debilidad del equipo en los partidos en casa.
Carlos III canceló compromisos por efectos secundarios del cáncer
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Londres, Reino Unido. AFP.
El rey Carlos III abandonó ayer viernes su residencia de Londres en coche, sonriente, tras pasar el jueves un control en un hospital, afectado por “efectos secundarios” relacionados con el tratamiento contra el cáncer que padece. Tras este susto, que una fuente cercana a la realeza describió como “un pequeño bache en un camino que claramente va en la dirección correcta”, el monarca canceló todos sus compromisos del jueves por la tarde y también los actos programados el viernes.
Esto es lo que se sabe sobre el último problema de salud del rey de 76 años, anunciado a las 21:00 GMT del jueves por el Palacio de Buckingham. El rey estaba siendo sometido el jueves por la mañana a sus cuidados semanales contra el cáncer cuando se vio afectado por “efectos secundarios” relacionados con el tratamiento. El soberano fue puesto “brevemente en observación” en la London Clinic, donde recibe tratamiento desde que le fuera diagnosticada la enfermedad en febrero de 2024.
Tras su paso por el hospital, regresó a su residencia londinense de Clarence House y, siguiendo el consejo de sus médicos, canceló sus compromisos de la tarde del jueves “como medida de precaución”. Ese día debía recibir las credenciales de tres embajadores. También anuló sus cuatro actos programados el viernes en Birmingham, 200 kilómetros al norte de Londres.
La reina Camila no estaba con él cuando acudió al hospital. El monarca apenas interrumpió sus tareas, trabajando en su despacho y realizando varias llamadas telefónicas desde Clarence House el jueves por la noche. Carlos III salió de Clarence House en coche el viernes por la mañana, sonriendo y saludando al público.
El viaje del rey y su esposa Camila a Italia, previsto del 7 al 10 de abril (que coincidirá con su vigésimo aniversario de boda) no se vería afectado en principio. Para priorizar su recuperación antes de este viaje, la agenda del rey podría verse ligeramente reducida en los próximos días.
El rey reanudó progresivamente sus actividades a finales de abril de 2024, dos meses y medio después de que se anunciara su cáncer, mientras continuaba con su tratamiento semanal. “Todavía estoy vivo”, bromeó antes de Navidad cuando le preguntaron por su salud en una recepción.
Tuvo una agenda cargada en marzo. Pasó tres días en Irlanda del Norte, recibió al presidente ucraniano Volodimir Zelenski, así como al primer ministro canadiense saliente Justin Trudeau y luego a su sucesor, Mark Carney. También dio la bienvenida a unos 400 miembros de la prensa en el Palacio de Buckingham el miércoles.
El Palacio de Buckingham nunca especificó qué tipo de cáncer tenía el rey. El palacio defiende su falta de transparencia debido al derecho a la privacidad del monarca y al cargo que ocupa como jefe de Estado. Buckingham tampoco dio nunca detalles de su tratamiento, guardando también silencio el jueves sobre cuáles fueron los “efectos secundarios” que obligaron a su paso por el hospital.
Pat Price, una oncóloga entrevistada este viernes por AFP, afirma que estos efectos secundarios son habituales en los tratamientos médicos. La especialista considera, basándose en la comunicación real, que el monarca sufrió “efectos secundarios leves”, que podrían ser “escalofríos, fiebre, malestar o náuseas”. “Desaparecen después del tratamiento. Si todo va bien y no hay indicios de algo más grave, los pacientes pueden volver rápidamente a su vida normal”, explica Pat Price.
Liz González, la paraguaya que llegó en tiempo récord a los pies de Leónidas en el Spartathlon de Grecia
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Por Karina Ríos (karina.rios@nacionmedia.com)
Paraguay tiene en sus filas a la ultramaratonista Liz González Duarte, que está dejando en alto al país en todo el mundo y demostrando que la garra guaraní es implacable, en donde sea. Ella no solamente fue la primera sudamericana y la segunda latina en llegar a los pies de Leónidas en la edición 2021 de la competencia de Spartathlon, carrera de ultradistancia que se realiza anualmente en Grecia, entre Atenas y Esparta, sino que también lo hizo en tiempo récord.
Con mucho orgullo, esta paraguaya sobresaliente comentó a La Nación/Nación Media que es contadora de profesión, carrera que culminó gracias a las becas de Itaipú y que su vida deportiva comenzó como una lucha contra la depresión, por lo que actualmente considera a este deporte como un reinicio de su vida. “Soy Liz González, contadora de profesión y corredora de corazón, y toda mi vida siempre fue un esmero”, detalló.
Sus primeros pasos en el deporte arrancaron en el 2016 logrando cosechar reconocimientos internacionales, lo que hizo que su vida diera un giro bastante inesperado. “Estaba atravesando un momento difícil, entonces buscaba llenar espacios y encontré eso en el deporte, específicamente en el running. Empecé a correr 6 kilómetros, a finales de ese año ya estaba corriendo 15 kilómetros en campo traviesa, que es trail”, apuntó.
En el 2017 logró el vicecampeonato en un ultratrail de 80 kilómetros y en el 2018 empezó a correr el campeonato de trail y ultratrail en el Yvytyrusu. “El ultratrail es una de las más desafiantes que tenemos en Paraguay y fue también una de las experiencias más lindas que tuve. Luego me inicié en lo que es el ultramaratón de pista, eso fue en el 2019, primero corriendo 12 horas en una pista de 400 metros en el comité olímpico paraguayo, donde salí tercer puesto. Este fue el inicio de una apasionante carrera deportiva”, aseguró.
En competencias internacionales,Liz llegó al Spartathlon de 246 kilómetros, de Atenas a Esparta. Esta competencia tiene un tiempo límite de 36 horas para llegar a la meta. “En mi primera y única edición lo hice en 34 horas 57 minutos, fue en el año 2021 y fui la primera sudamericana y segunda latina en llegar a los pies de Leónidas. Esa fue mi mejor carrera a nivel ultra”, señaló.
¿Qué es la Spartathlon?
Consiste en correr 246 kilómetros desde Atenas a Esparta, en esta distancia hay 75 puestos de control y en cada puesto una hora de cierre, eso quiere decir que si llegas fuera de la hora establecida para ese puesto quedas fuera de carrera. A esta parte de la carrera solo llega el 40 % de los inscriptos, se trata de una carrera tan desafiante porque en el kilómetro 160 hay una montaña de 1.200 metros de elevación.
“Toda la carrera está basada en lo narrado por Heródoto, que es un historiador griego. Para poder postularse hay ciertos requisitos, tanto para hombres como para mujeres. Yo había conseguido la marca mínima en el autódromo de Termas, en el ultramaratón de Río Hondo, con 174 kilómetros en el 2020, pero ese año no se corrió porque comenzó la pandemia del covid”, indicó.
Esta fue la carrera más significativa para la ultramaratonista, ella no contaba con los recursos económicos para viajar a la competencia y sus compañeros de trabajo organizaron una gran actividad para que pueda participar. “Todos me ayudaron en el barrio donde vivo, en la empresa donde trabajo, en las distintas sucursales, Ciudad del Este, Loma Plata, en la parroquia San Lorenzo de Ñemby y gracias a ello pude conseguir el 50 % de los pasajes”, confirmó.
Busca dejar en alto al país. Foto: Gentileza
Un equipo de apoyo
Su familia siempre la apoyó, desde el día uno, desde esos seis kilómetros cuando inició y hasta hoy, pero prepararse para un ultramaratón hizo que esté ausente en los momentos más especiales. “Mi familia estuvo al pie del cañón en cada una de las carreras, en cada una de las preparaciones. Los nombres de las personas que estuvieron siempre son Elizabeth y Griselda González, que son mis hermanas, Julia Duarte, que es mi mamá y Roberti González, que es mi papá”, indicó.
Reconoció el gran trabajo de su nutricionista, Rodrigo Gabriaguez, “cuando las cosas se pusieron difíciles y yo no creía en mí, él me devolvió a la carrera”, dijo. Así también, resaltó la constancia de sus entrenadores Fabián Campanini y Urbano Craco, dos profesionales experimentados en la materia del ultramaratón, que fueron claves para la preparación física de la compatriota.
Orgullosa de llevar la bandera del país. Foto: Gentileza
Proyectos
“Tengo varios proyectos, primero buscar las mejores marcas para la Spartathlon y los recursos financieros para volver a representar a Paraguay en eventos oficiales. Mi idea es darle más participación a Paraguay en eventos oficiales. En el 2022, en el ultramaratón de Brasil, fui la única paraguaya en participar. Todas las delegaciones iban con un equipo técnico, después estaba yo y mi hermana representando a Paraguay, quiero buscar más apoyo de las autoridades deportivas”, recordó.
Liz desea darle visibilidad a Paraguay en el mundo e instó a los jóvenes a que sueñen en grande. “Confíen en Dios y en ustedes mismos, vayan tras sus sueños. Para los atletas que están iniciando, vayan lento, no busquen atropellar todo lo que hay, vayan conociendo modalidad tras modalidad, vayan experimentando, vayan conociéndose a sí mismos, porque el deportista llega a un punto en el que se conoce a uno mismo”, puntualizó.
Otros datos
Liz también participó en el campeonato continental de 24 horas en Brasil, São Paulo; en el campeonato continental de 24 horas en Argentina, Mar del Plata, y en el sudamericano de 12 horas en la misma ciudad.
En estas tres participaciones internacionales representó a Paraguay a través de la Federación Paraguaya de Atletismo.
En la Spartathlon el corredor puede tener una asistencia por fuera, puede ser el entrenador o sus familiares que se encuentran en los 75 puestos de control.
Liz seguirá compitiendo en nombre del Paraguay. Foto: Gentileza
Londres celebra los 25 años de su emblemática “London Eye”
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Londres, Reino Unido. AFP.
El “London Eye”, la gran noria de 135 metros de altura instalada desde el año 2000 a orillas del Támesis, en el sur de Londres, celebra este domingo su 25º aniversario, para sorpresa de la arquitecta que la diseñó. “Nunca hubiera imaginado que todavía estaría aquí 25 años después”, afirma a la AFP la arquitecta británica Julia Barfield, quien, junto con su difunto esposo y socio David Marks, impulsó la creación del London Eye.
Desde una de las cápsulas de cristal de la noria, con el Parlamento británico al fondo, Julia Barfield explica que el objetivo inicial era encontrar una forma impresionante de ver la ciudad. Pero la arquitecta expresa su sorpresa al comprobar que la gente sigue subiendo para disfrutar de la vista, “lo cual era fundamentalmente el objetivo del proyecto”.
Con un precio de 42 libras (unos 53 dólares), el London Eye sigue siendo una de las atracciones de pago más visitadas del país. Cada año, alrededor de 3,5 millones de turistas pagan la entrada para una excursión de media hora con vistas panorámicas.
“Fue impresionante”, afirma Leonardo Manuel, un turista peruano de 13 años que viaja con su familia por primera vez a Europa. “Venir a Londres era uno de mis sueños. Pudimos ver toda la ciudad, despacio, tomándonos el tiempo para admirarla”, añade.
Subida en su creación más famosa, Julia Barfield nunca imaginó que el London Eye se convertiría en un ícono del diseño. El London Eye fue concebido originalmente como una construcción temporal de cinco años para conmemorar la llegada del nuevo milenio. Hoy su silueta está estampada en objetos de recuerdo de Londres, dibujada por artistas callejeros y fotografiada por doquier en selfis. Pero su futuro no siempre estuvo asegurado.
Rechazada su idea durante una convocatoria de proyectos de un nuevo monumento en la ciudad para celebrar el inicio del año 2000, Julia Barfield y David Marks no se dieron por vencidos y trabajaron duro durante años para obtener financiación para esta ambiciosa idea, explica la arquitecta.
Los creadores querían concebir una sensación de emoción en los visitantes al ver la estructura “y que se preguntaran cómo lo habíamos diseñado”, explica Julia Barfield. Con 135 metros de alto, 120 de ancho y 32 cabinas, cada una de las cuales representa uno de los distritos de la ciudad de Londres y con capacidad para albergar hasta 25 personas, el London Eye es un gigante de acero.
Esta inusual estructura requirió una serie de innovaciones tanto técnicas como materiales. Para las góndolas hubo que importar desde Venecia vidrios curvados especiales. Las distintas piezas fueron transportadas por vía fluvial a lo largo del Támesis. Los obreros tuvieron que trabajar sobre el agua para montar la noria.
Finalmente, inspirándose en las técnicas utilizadas para instalar plataformas petroleras en el Mar del Norte, la noria fue izada lentamente. Y se tuvo que levantar dos veces, porque los cables cedieron durante el primer intento. La estructura era demasiado pesada. Otros problemas técnicos obligaron al público a esperar varios meses antes de poder subir a la Noria del Milenio.
Pero el London Eye se ha unido a una serie de nuevos edificios en la capital británica para saludar la llegada de una nueva era, como el Millennium Dome, el Millennium Bridge y la Tate Modern Gallery. Así, en el momento del cambio de milenio, cuando los londinenses hablaban del problema informático Y2K y “Baby One More Time” de Britney Spears era el single más vendido del año, el London Eye se convirtió en la noria más grande del mundo.