El jueves 15 de julio se inicia el “Taller de dibujo y pintura para miniartistas”. La actividad está dirigida a niños y niñas de 5 años en adelante y hasta 13 años, el cual está organizado por la casa Obradora Cultural. El taller se extenderá hasta el viernes 23 de este mes y durante esos días en el taller los pequeños realizarán diversas actividades de arte y entretenimiento.
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Las clases se desarrollarán de forma presencial teniendo en cuenta todos los protocolos sanitarios. Las clases estarán a cargo de la maestra Sofía Domínguez, con quien aprenderán a calcar dibujos, medir espacios, que es la geometría, composición en la pintura, los colores y cómo mezclarlos, entre muchas otras cosas.
Además, tendrán la oportunidad de participar de una clase de origami, que será impartida por el profesor Fabián Lugo. El taller será de 13:30 a 15:30. Para las inscripciones se debe contactar al 0992 492 664.
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Esta interesante propuesta para los más pequeños del hogar permitirá disfrutar durante los días del receso escolar, jugando y aprendiendo a la vez, de una manera divertida, de la mano de especialistas calificados del rubro.
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Maestras mochileras: docentes que dejan huellas en los niños y sus familias
- Por Karina Ríos
- karina.rios@nacionmedia.com
Los docentes siempre dejan marcas imborrables en cada uno de sus alumnos y alumnas. Todos en algún vago recuerdo tienen presente a un profesor o profesora que dejó una enseñanza para toda la vida.
Desde hace unos siete años, en Paraguay, las maestras mochileras dejan huellas en el día a día de niños de 0 a 5 años y sus familias, pues son las responsables de dar el primer impulso hacia la escuela.
En el Día del Maestro, qué mejor que conmemorar con aquellas profesoras que todos los días salen con sus mochilas a cuestas y van hasta las casas de sus alumnos.
El propósito es el de desarrollar las habilidades socioafectivas y brindar atención oportuna en la primera infancia. Además, acercan pautas de crianza positiva y la sensibilización en las familias.
LAS FAMILIAS NOS ACOMPAÑAN
La maestra Carolina Barosi sale a recorrer con su mochila cargada de materiales. Su trabajo es de lunes a viernes y recorre las calles del Bañado Norte, en zona de Tablada Nueva. Pese a ser un lugar caracterizado por su alta tasa de delincuencia, comenta que no tiene miedo porque las familias a las que asiste siempre la acompañan.
“Recorro todos los días a pie de 13:00 a 17:00, lo hago desde hace tres años con una compañera. No puedo negar que los primeros días tuve un poco de miedo por la zona, detalló en entrevista con La Nación/Nación Media.
En su andar diario, se ganó el cariño y respeto de los pobladores. “La gente nos demostró su cariño y nunca nos pasó nada. Los padres ya nos esperan y nos acompañan hasta la ruta principal para que no nos pase nada”, siguió diciendo.
Agregó que sale de la escuela Juana María de Lara con las mochilas cargadas de todos los materiales que van a utilizar con cada familia y con muchas ilusiones de ver el progreso de sus niños y niñas aprendices.
“Con la compañera tratamos de hacer el mismo camino, porque así nos acompañamos. Ser maestra mochilera es algo muy satisfactorio, no se compara con estar en aula”, señaló.
HAY MUCHA ESPERANZA
La profesional señaló que se trata de un servicio que involucra a toda la familia, donde los cuidadores principales son los padres, pero siempre están los abuelos, hermanos, tíos y primos, quienes trabajan en forma conjunta durante una semana para estimular el crecimiento como la educación del niño que así lo requiere.
“Todos los días nos reciben con mucha esperanza y cariño. Los chicos nos esperan con sus mesitas, juegos y con la ilusión de mostrarnos lo aprendido”, aseguró.
Agregó que los padres aprenden a desarrollar esa conexión mediante el juego con sus hijos, lo que es algo muy gratificante. “Nos esperan con muchas ansias de aprender. Nos cargan con mucha esperanza”, manifestó.
LLEGAR A MÁS CHICOS DE AREGUÁ
La maestra Andrea Yanina Estigarribia es mochilera en la ciudad de Areguá, ella junto con otras docentes se encargan de llevar atención a los niños y niñas del barrio Las Mercedes. Busca llegar a los chicos que residen en zonas más difíciles de llegar a su querida comunidad.
“Hay muchos niños que necesitan y estoy solicitando poder acceder a un rubro que está vacante para el turno mañana para llegar a todos. Mi propósito es llegar a niños que están más al fondo del barrio en una zona donde acceder es más difícil y son familias vulnerables, pero que necesitan más de nosotros”, relató.
EL VÍNCULO
Este año las maestras se enfocan mucho más en el desarrollo sicosocial de los niños y principalmente el vínculo con sus cuidadores principales.
La idea es que puedan acompañar la estimulación de sus hijos desde los 4 meses de vida y las actividades se vinculan con el entorno, por lo que usan materiales de las casas.
“Llevamos las propuestas y les dejamos una tarea para que ellos puedan desarrollar a lo largo de la semana, de esta forma la crianza se ve más fortalecida”, comentó.
Agregó que cada maestra tiene 20 alumnos por semana. “Pero pasamos este número porque hay familias donde hay más niños y llegamos a todos”, refirió al indicar que no excluyen a nadie.
RECORRIDO EN MOTO
Andrea indicó que la mayoría de las maestras mochileras hacen el recorrido a pie, pese a que existe mucha inseguridad. El objetivo es llegar a las familias que siempre esperan con mucha ilusión. En su caso, logró comprarse una moto y puede llegar a cada casa un tanto más rápido como segura.
“Tengo la gran ventaja de contar con una moto, porque en un día tengo cinco familias que visitar y en algunos casos excedemos el número”, dijo a La Nación/Nación Media.
Pero la tarea no acaba con las familias, pues también llegan a las plazas o parroquias “donde hacemos encuentro grupal y llegamos a más niños, pero siguen imperando los mitos que hacen que los padres se nieguen al servicio”, puntualizó.
Ambas docentes coincidieron en que este trabajo es muy satisfactorio y que ver el avance en cada familia hace que las ganas de llegar día a día junto a los pequeños sea lo más importante.
El trabajo es realizado junto con el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), la Policía Nacional y el Ministerio de Salud, que apoyan para realizar el diagnóstico como mapeo para acceder al servicio.
ASÍ ES UNA MAESTRA MOCHILERA
Maestras mochileras es un servicio educativo diversificado en modalidad no formal, que inició con el programa de Primera Infancia en el año 2017 con el apoyo de la Unicef.
La idea nació atendiendo a la necesidad de programas educativos en algunas comunidades donde los niños de 0 a 5 años requerían un servicio adecuado. En algunos casos requieren de estimulación temprana y no tienen acceso por ser de escasos recursos económicos.
“Es una oferta del Ministerio de Educación que está ligada a una institución educativa. Las maestras hacen un mapeo y de acuerdo a las necesidades de la zona encuentran a niños de 0 a 5 años, entonces elabora un diagnóstico más un plan de acción de visitas a las casas”, dijo Sonia Olmedo Dinatale, directora general de Educación Inicial del MEC, en LN.
MÁS DE 500 MOCHILERAS
Explicó que la idea es crear un vínculo entre los niños y sus padres, abuelos, hermanos mayores, tíos, para que cumplan sus roles en forma respetuosa y comprometida.
El servicio educativo utiliza el entorno familiar para crear el ambiente adecuado con lo que se tenga en casa para estimular la creatividad del chico.
“A nivel país tenemos entre 500 a 600 maestras mochileras, cada una tiene 20 alumnos a su cargo, quienes empiezan su vida escolar. Los chicos que forman parte del servicio son ingresados al Registro Único del Estudiante (RUE), tienen un informe pedagógico y forma parte de historial educativo”, detalló.
IMPACTO POSITIVO
Olmedo detalló que se trata de un trabajo muy satisfactorio donde se ve el progreso del niño día a día y donde los padres son parte muy importante de este crecimiento de sus hijos.
“Desde varios países nos pidieron compartir la experiencia”, confirmó. Actualmente, beneficia a 7.579 niños y sus familias. “El niño que formó parte del servicio ya adquiere hábitos y contacto social a la hora de ir a las instituciones educativas, el impacto es muy positivo. El proyecto en sí finalizó en diciembre del año pasado y se volvió a renovar por tres años más, pero con el compromiso de que el MEC con sus propios recursos absorba el servicio”, puntualizó.
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Carmen Dora, su pintura y el legendario 121
- Por Toni Roberto
- tonirobertogodoy@gmail.com
Este domingo, Toni Roberto nos lleva hasta el alma de una vieja casa de la calle Tte. Ruiz, del barrio Las Mercedes, donde habitaba la pintora Carmen Dora Pérez, una artista que hoy, después de más de una década de su partida, es redescubierta por la investigadora, antropóloga y artista Fátima Martini. Inspirado en ello, el autor de estas páginas hace un recorrido imaginario por su obra en el legendario pequeño coche de esta mujer paraguaya del siglo XX.
Tengo una sola manera de mirar la obra de Carmen Dora Pérez (1930-2011); sentado en su antiguo Mazda 121 de los años 70, recorriendo con ella y su madre Mamá Dora, su eterna copiloto, los barrios de Asunción. Los que tuvimos el privilegio de conocerla y alternar por varios años podemos visualizar su pintura de otra manera, desde la inmaculada subjetividad que nos dan los afectos, aquellos imborrables que nos regaló ella, gracias a una ciudad que en aquellas décadas era muchos más lenta y que nos daba la posibilidad de sumergirnos en lo que hoy, en el siglo XXI, llamamos “glocalidad”.
“Carmen Dora, ¿podés dejarme en la parada del 30?” o “¿te vas a ir a la muestra en Magíster, nos podemos ir contigo?” son los vagos recuerdos que me quedan de aquellos maravillosos años 80, cuando nos conocimos en la vieja casita de madera del IDAP (Instituto para el Desarrollo Armónico de la Personalidad), al que llamábamos naturalmente la casita del TEI.
En largas clases de pintura con Olga Blinder, se notaba quién seguía al pie de la letra las instrucciones y también quiénes no, como Carmen Dora y yo, que junto a otros formábamos esa rebelde cofradía. Cuando Fátima Martini me presentó el delicado trabajo de rescate de su obra contenida en unas páginas digitales, esa ventana de la notebook se convirtió en la misma de aquel autito celeste de cuatro puertas que parecía preparado para un viaje con la familia Picapiedra. Mujeres, mujeres y más mujeres, como ella, una generación que nació entre los quehaceres del hogar de una tradicional ama de casa y la determinación de llevar tareas independientes como lo hizo ella a partir de la decisión de dedicarse a la expresión tomando varios talleres de arte.
CARMEN DORA Y LA LIBERTAD DE LAS PALOMAS
Todas las féminas retratadas por Carmen Dora tienen mucha personalidad. Tal vez desde una mirada chagalliana, congeladas en el tiempo, recordando a muchas de su generación que vivían a caballo entre la opresión y la potente libertad que dan las palomas que aparecen y desaparecen en sus obras. En el recorrido en el legendario coche, llegamos a sus arquitecturas y a sus particulares flores que, después de ver tantas damas retratadas por ella, con una mirada a “no sé dónde”, me recuerdan a la primera pintora paraguaya Ofelia Echagüe Vera de Kunos, tal vez rescatada de las enseñanzas de Blinder, quien fuera alumna y vecina de aquella adelantada mujer paraguaya del siglo XX, dibujante, pintora y educadora.
Todo ello me lleva a buscarlas en esas casonas, en esas flores, en esas naturalezas. Tal vez, conciente o inconcientemente, siempre estarán ahí, en cada una de esas puertas, de esas ventanas, en cada pétalo de las flores de algunos de sus jarrones, en la torre de alguna de sus iglesias o simplemente en la tensa quietud de sus fugaces palomas decididas a volar a quién sabe dónde.
El viaje en el 121 terminó. Llegamos a su casa, a una angosta pero extensa cuadra de la calle Tte. Ruiz, del barrio Las Mercedes, tratando de seguir recorriendo la obra de Carmen Dora Pérez, que hoy nos sorprende al redescubrirla en la tercera década del siglo XXI desde un rincón de la ciudad de Asunción.
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El arte indígena gana protagonismo en la decoración de interiores
La Nación del Finde conversó con Gustavo Gauto García, fundador del espacio Popore junto con César Centurión, sobre el auge de la decoración con artesanía de los distintos pueblos nativos del Paraguay. Contó que cuando su local nació, en el año 2017 y de forma online, si bien había gente que incorporaba arte indígena y arte popular en sus ambientaciones era una minoría en comparación con la tendencia que se está dando en estos últimos años.
“Este auge repercute directa y positivamente en las familias de artistas que viven de este trabajo y mantienen un legado ancestral” (Gustavo Gauto García, gestor cultural y creador del espacio Popore).
“Desde Popore, al crear la marca, quisimos que las obras no se vean nada más como piezas expuestas en pedestales. El trabajo fue exhibir de una manera que se acerque más al cotidiano de las personas, en una sala, en el comedor, en la habitación y de esta manera se pueda apreciar de cómo podrías utilizar, por ejemplo, un cesto Mbya Guaraní, dando ideas al cliente”, señaló.
LEGADO ANCESTRAL
Dijo que hoy en día muchos arquitectos, decoradores y empresarios del rubro inmobiliario optan por el arte indígena y popular para la identidad de sus espacios. “De esta manera más personas consumen lo nuestro y es algo que nos pone superfelices, ya que esto repercute directa y positivamente en las familias de artistas que viven de este trabajo y mantienen un legado ancestral”, celebró.
Al hablar de arte indígena, Gustavo destacó las creaciones de los Mbya Guaraní en todo lo que es cestería, fibras planas para enmarcado (cuadros) y tallas en madera. En el bagaje de los Aché se pueden hallar tallas en madera de cedro con dibujo pirograbado, una de las piezas más solicitadas, y pantallas en fibras naturales que son enmarcadas para cuadros.
Entre tanto, los Ishir, Manjui y Ayoreo proponen telares en karaguata, cada comunidad con su propio sello de identidad; aparte de las tallas en madera de rae y todo lo que es arte plumario. Por su parte, los artesanos del pueblo guaraní occidental sobresalen por sus máscaras que son utilizadas en rituales y fiestas, pero que también lucen maravillosas como ornamentos en distintos espacios contemporáneos.
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A una pista de skate sumaron un sitio para compartir música, salsa y poemas
- Por Dolly Galeano
- dollygaleano@gmail.com
- Ciudad del Este. Agencia Regional
Si quieres aprender a bailar salsa, a sacar tus ganas de dibujas, pintar, o a escuchar poesía, música, Jardín Espacio Cultural es un centro donde se comparte arte en sus variadas expresiones en medio de tragos y picadas. Nació de la necesidad de contar con un lugar donde compartir entre artistas y el público que disfruta del arte, según sus mentores. Hablan que es Ciudad del Este y dejan de lado la frase “no parece CDE”.
En el lugar desarrollan talleres propios como también reciben propuestas de gente que tenga una idea o un proyecto que quiera ejecutar, para la cual proveen la infraestructura y el conocimiento para ayudar en lo que pueda ser posible. Es lo que explicó a La Nación/Nación Media, Marcelo Cardozo, uno de los creadores del proyecto.
“Tertulia de poemas nuevos”, “Noche de salsa”, “Dibujo y birra. Vení a dibujar con buena música”, y “Vinyl Sessions”, con discos sobre clásicos del rock, rock argentino, bossa y otros, son algunas de las propuestas compartidas.
Las clases de salsa son con un maestro cubano Pablo Mestre. El local está ubicado en el barrio Boquerón, abierto de martes a sábado desde las 17:00.
“Desarrolla talleres propios, pero también reciben propuestas de gente que tenga un proyecto que quiera ejecutar, facilitándole toda la infraestructura y el apoyo para materializar la idea”.
MÁS PROPUESTAS
El espacio artístico cumplió un año y nació a partir de una pista de skate, ya que el grupo creó primero un sitio para la práctica del skteboarding y luego ver que era necesario algo más. La casa venía funcionando desde octubre de 2022 con los jóvenes de Once42 (Grupo de Skate) cuando se suma Marcelo Cardozo para incorporar arte y así se creó Jardín Espacio Cultural. La primera actividad oficial fue el “Taller de murales” el 15 y 16 de abril de 2023.
“Venimos activando cada vez más en diferentes áreas. El año pasado se sumaron los chicos de Folk Bier, cerveza artesanal hecha en Ciudad del Este y se encargan de atender la cantina. Todos juntos trabajamos en todas las actividades, siempre que cada uno esté disponible”, refirió Cardozo. Se trata de un rincón donde van alternando emprendedores, cada uno con sus proyectos, sumándose a la propuesta central del sitio, tanto en ideas culturales como gastronómicas.
EN CADA ACTIVIDAD, CARAS NUEVAS
Sobre la respuesta del público al proyecto, Marcelo Cardozo dijo que “es bastante positiva” y que se dieron cuenta de una particularidad: “Es que con cada actividad que realizamos vemos caras nuevas, de todas las edades; solemos recibir comentarios de gente que se sorprende al conocer el espacio, también la apertura en darnos ideas o contarnos de sus proyectos para trabajar en conjunto”.
“Una frase que escuchamos siempre es ‘no parece Ciudad del Este’ y les decimos que sí es Ciudad del Este, porque es la única casa con estas características”, remarcó Marcelo Cardozo, enfatizando que cuentan en un solo lugar con la pista de skate y un centro cultural donde no solo se puede disfrutar viendo o escuchando, sino haciéndolo.
ESCUELA DE SKATEBOARD
Sobre la pista de skateboarding, los socios iniciales son José López, Edward Muñoz, Rubén González y Osni Corrêa Filho. “Todo empezó por la necesidad de contar con una rampa o pista pequeña particular donde poder practicar el deporte después del horario laboral, que cada uno de los amigos pueda ir a disfrutar en un espacio seguro”, contó Cardozo.
Encontraron la casa ya disponible con un tinglado en el fondo donde construyeron la primera rampa con sus propias manos y, más tarde, habilitan la escuelita de Skate, donde se enseña a practicar el deporte a partir de los 5 años.
Para el aniversario de la pista, en noviembre de 2023, se concluyó la construcción dentro del tinglado contando con una pista bajo techo, hecha en madera, de 360 metros cuadrados, destacó Marcelo Cardozo, acotando que es la única con techo dentro del país.