Hoy, miércoles 23 de junio a las 19:00, se llevará a cabo la inauguración de la exposición denominada “Celosías”, del artista plástico paraguayo Víctor Beckelmann, que tendrá lugar en BGN Galería de Arte ubicado en el espacio SAX Departament del Paseo la Galería.
Se trata de una muestra que brindará una experiencia única en un espacio cálido y atractivo en un ambiente exclusivo para el arte nacional; además de disfrutar de una velada exclusiva, cargada de lujo y confort.
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En sus trabajos, Víctor aborda a través de la fotografía a la ciudad y su arquitectura, meditando acerca de sus espacios habitados y sus formas de existir. En su producción fotográfica anterior, su enfoque fueron los espacios asuncenos y también las puertas de los edificios que conforman el Patrimonio Histórico y Artístico de la Ciudad de Asunción.
En esta muestra, Beckelmann invita a viajar junto con él y con su cámara al Medio Oriente y adentrarnos en otra cultura a través de su lente. Como título para englobar esta serie de fotografías impresas sobre acrílico espejado, elige la palabra Celosía.
Esta palabra se utiliza para denominar al enrejado tupido hecho con listones de madera, hierro u otro material que se pone en las ventanas u otras aberturas, especialmente para poder ver a través de él sin ser visto. Originarias de Medio Oriente, estas tramas de enrejados eran muy usadas en hogares y en harenes, para resguardar de la mirada imprudente a sus habitantes.
Para la muestra “Celosías”, el artista, valiéndose de este particular soporte del acrílico espejado, presenta paisajes que configuran espacios casi oníricos, entre el sueño y la realidad. Su propuesta para esta exposición propone una mirada particular de la arquitectura y la estética del Medio Oriente.
Es así que cada imagen representa esa mirada de Celosía donde la arquitectura y el arte decorativo conjugan con un paisaje delicadamente simétrico de Dubái, Abu Dabi y Estambul. Estas celosías también configuran un espacio íntimo, privado, personal, como cada una de las imágenes que configuran a la muestra. El artista reflexiona a través de ellas sobre el contexto mundial, en paisajes que hablan de silencios y llevan a una mirada introspectiva del mundo en el que habitamos.
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A respecto de su obra, el artista afirma que lo que buscó al desarrollar este conjunto fotográfico es invitar al espectador a ver un mundo distinto donde nos replantea el concepto de la belleza y la estética a través de una nueva perspectiva.
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Valencia destaca el ñai’upo como una marca “femenina y mágica”
El Museu Valencià de la Il·lustració i de la Modernitat (MuVIM), de Valencia (España), lleva a la Sala Jerónima Galés la exposición ‘Mujeres ceramistas del Paraguay’, un conjunto de piezas escultóricas pertenecientes a la disciplina de cerámica popular contemporánea de Paraguay, que se caracteriza por no emplear el torno. Se trata de una selección de obras creadas por las artistas Julia Isídrez, Ediltrudis Noguera y Carolina Noguera, las tres ceramistas más representativas de esta corriente en la actualidad.
La muestra, que podrá visitarse de manera gratuita hasta el próximo 5 de octubre, recopila una serie de creaciones con la marca singular de sus autoras, lo que les dota “de una magia muy particular”, exponen desde el museo valenciano. A diferencia de la cerámica jesuítica o de la producida con torno, en estas comunidades el ñai’upo --el quehacer cerámico-- es femenino, doméstico y comunitario. La técnica de la cerámica popular de Paraguay ha sobrevivido durante siglos mediante la transmisión de madres a hijas.
El modelado por colombín, el uso del engobe natural y el ahumado son parte de una gramática heredada que cada artista resignifica a su modo. Julia Isídrez es natural de Itá, y las hermanas Noguera nacieron en Tobatí. En estas dos localidades paraguayas la cerámica constituye una de las expresiones más potentes de la cultura popular del país. Es un arte que nació de la fusión entre la cerámica indígena guaraní y la alfarería colonial introducida por los españoles en el siglo XVI. De ese mestizaje forzado y persistente surgió una práctica que, sin perder su raíz ancestral, ha sabido reinventarse una y otra vez.
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“La Diputació de València y el MuVIM siempre han estado comprometidos con la creción femenina. Además, con esta exposición el museo refuerza su apuesta por mirar más allá de nuestras fronteras, en este caso a nuestros hermanos iberoamercianos, con los cuales nos unen muchos lazos culturales y sentimentales”, ha destacado el diputado de Cultura de la Diputación, Paco Teruel.
La comisaria de la exposición, Adriana Almada, ha subrayado también los vínculos artísticos que unen a Valencia con Paraguay, y ha resaltado la calidad de las piezas expuestas. “Son las tres ceramistas más importantes que tenemos en Paraguay. Estas obras trascienden la artesanía, la creación funcional y utilitaria, para convertirse en puro arte popular. De hecho, Julia Isídrez ha podido exponer en la última Bienal de Arte de Venecia, siendo la primera persona de Paraguay en conseguirlo”, ha manifestado Almada.
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Proyección internacional
Ceramista y escultora, Julia Isídrez es una de las artistas paraguayas con mayor proyección internacional. Formada desde los 17 años junto con su madre, la reconocida ceramista Juana Marta Rodas (1925-2013), ha transformado la tradición alfarera guaraní en una forma personalísima de escultura contemporánea.
A través del modelado manual y con la técnica del churro (sin torno), Isídrez crea vasijas y urnas figurativas que se convierten en cuerpos animados: piezas con cabezas, patas o colas, inspiradas en animales del entorno local como el oso hormiguero o en formas fantásticas que parecen surgir del barro mismo. Ha participado en la última Bienal de Arte de Venecia.
Heredera de un linaje alfarero de la Compañía 21 de Julio en Tobatí, Ediltrudis Noguera es una de las figuras más reconocidas en la cerámica contemporánea de Paraguay. Aprendió el oficio desde niña junto con su madre, Mercedes Areco de Noguera, y su hermana Carolina, y desarrolló un estilo que conjuga técnica ancestral y escultura visionaria.
Sus obras de gran formato --animales fantásticos, figuras humanas-- son creadas sin torno, a partir del modelado directo con churros y herramientas caseras. Trabaja sentada en cuclillas, moldeando con las manos piezas que crecen como cuerpos vivos. Su cerámica se caracteriza por sus texturas rústicas y su fuerza expresiva.
Por último, Carolina Noguera, que también es ceramista de la Compañía 21 de Julio en Tobatí, inició su camino en la alfarería desde niña, acompañando a su madre en la preparación del barro y el pulido de cántaros. Hija de Mercedes Areco de Noguera y hermana de Ediltrudis, ha forjado una identidad propia en el universo de la cerámica paraguaya con sus inconfundibles*ángeles de barro negro.
Estas figuras, ahumadas con hojas al horno para lograr su característico color oscuro, encarnan una sensibilidad íntima y espiritual. En ellas, el barro se convierte en refugio, medio de expresión y modo de vida. Carolina ha transmitido su saber a sus hijas y colabora activamente con asociaciones locales de artesanas.
Fuente: Europa Press.
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Anuncian muestra y premiación del concurso Elden Tefft
El Comité Paraguay-Kansas (CPK), Kansas-Paraguay Partners (KPP) y el Centro Cultural Paraguayo Americano (CCPA) invitan al brindis de apertura de la muestra y premiación de artistas participantes del concurso de artes visuales Elden Tefft 2025, el próximo miércoles 18 de junio a las 19:00 en la Galería Agustín Barrios del CCPA, sito en avenida España n.° 352 casi Estados Unidos y Brasil, en Asunción.
La muestra quedará abierta al público hasta el viernes 20 de junio en el horario de 10:00 a 17:00. Esta iniciativa lleva el nombre de Elden Tefft en reconocimiento al aporte del escultor, escritor y profesor estadounidense, quien entre los años 1980 y 1991 propició importantes intercambios artísticos entre Kansas (Estados Unidos) y Paraguay, dejando un valioso legado en la comunidad artístico-cultural de Paraguay.
El concurso tiene como objetivo apoyar a artistas visuales emergentes en el desarrollo de su creatividad y capacidad artística, así como brindar una oportunidad de experiencia e intercambio académico y propiciar vínculos culturales y sociales entre Paraguay y los Estados Unidos de Norteamérica.
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El tema establecido como eje inspirador –en esta segunda edición- fue “El arte como voz social”, entendiendo que el arte es tanto un reflejo crítico de la realidad, así como motor de cambio social. La convocatoria se orientó a los lenguajes circunscriptos al campo de las artes visuales: de técnica libre, bidimensional (pintura, dibujo, grabado, fotografía o mixta) o tridimensional (instalaciones, intervención urbana, entre otros).
Durante la exposición el próximo miércoles 18, se dará a conocer al artista ganador del primer premio quien tendrá la oportunidad de realizar una visita académico-cultural de cuatro semanas al Estado de Kansas, USA., con costos de pasaje, alojamiento, comidas, transporte interno incluidos, por un valor estimado de USD 10.000 y viático de USD 500 para gastos personales.
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Gustavo Benítez reflexiona sobre el arte paraguayo en un libro
“Visibilizar la memoria como acto de resistencia/Archivo Gustavo Benítez/Arte contemporáneo paraguayo” se titula el libro del artista paraguayo Gustavo Benítez, publicado en una edición limitada con el apoyo del Fondo Nacional de la Cultura y las Artes. El material oficializó su lanzamiento el 21 de mayo pasado, en el marco de una exposición en el espacio Little Italy de Asunción.
Aborda con imágenes y textos los diferentes momentos del arte visual del Paraguay (1977-2024). El autor vivió y se formó en Río de Janeiro (Brasil), en la Escuela de Artes Visuales del Parque Lage (1980-1984), con la maestra Celeida Tostes; posteriormente desarrolló su trabajo en Asunción, participando en exposiciones nacionales e internacionales.
Esta publicación reúne imágenes, textos y documentos clave del trabajo del artista, reflexionando sobre el arte paraguayo desde la dictadura hasta hoy. La edición rescató su trayectoria como diseñador, docente y artista comprometido con los derechos humanos. A través de su obra, Benítez propuso una mirada crítica sobre la historia reciente del país, apelando a la memoria como un acto de resistencia. Informes al 0981 346-672.
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Arte y ética de la alteridad
El curador de arte Fernando Moure realizó este comentario sobre el material: Esta edición, un archivo de gran necesidad para el estudio visual de nuestra escena artística, constituye una valiosa herramienta para comprender las sendas del arte contemporáneo en Paraguay. A través de la mirada y la experiencia personal del artista Gustavo Benítez Galeano, nacido en 1959, el libro es una bitácora visual y narrativa, en la cual se recopilan imágenes y recuerdos de su vida y trabajo, al tiempo de profundizar un contexto general del sistema del arte local durante las últimas décadas de la dictadura hasta hoy.
La publicación reúne contenidos como imágenes y textos que abarcan diferentes momentos del arte visual en Paraguay, desde 1977 hasta 2024. El título Visibilizar la memoria como acto de resistencia refleja la intención del artista de hacer visible su trayectoria y dibujar una memoria del arte paraguayo de esos tiempos.
Como asunción de lo que sabíamos, el trabajo artístico del artista Gustavo Benítez Galeano en las últimas cinco décadas prevalece en nuestro medio a fuerza de calidad, tesón y hondo significado ético. Su obra ha enraizado y fructificado a fuerza de calidad y experiencia, añejada por la distancia y el silencio de un ecosistema agreste como el nuestro.
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Identidad y memoria vivas
Finura, sensibilidad, generosidad y audacia. Es lo que se evidencia tras la lectura de este libro preciosamente diseñado, y cuya edición primorosa incluye textos e imágenes inéditos. Un rescate enorme y que le ha ocupado cuatro años de deseo y cuya realidad florece en álbum gráfico, en un catálogo razonado.
Recién publicado y apoyado económicamente por el Fondo Nacional de la Cultura y las Artes (Fondec), la edición recorre sincrónicamente los primeros pasos de un jovencísimo Gustavo en el Centro de Estudos Brasileiros, en 1971, junto a Edith Jiménez y a Livio Abramo, para luego continuar con Olga Blinder y Ofelia Echagüe Vera. Vendrá el tiempo de su migración al Brasil, a Río de Janeiro, donde continúa su formación como artista e inicia su carrera de Diseño Gráfico e Industrial.
Como alumno en el Centro de Artes Visuales del Parque Lage de Rio, ahonda en procesos creativos, en dinámicas de comprensión de la experimentación de las artes de la transformación. Concluido este rico capítulo brasileño, Gustavo regresa al Paraguay con una obra actualizada y que avizora un desarrollo de primera magnitud.
El libro continúa con su regreso al Paraguay, su carrera ascendente en el arte, el diseño, la comunicación y la docencia. Comienza el desarrollo de una obra de radical humanitarismo y ecologismo, que será el leit-motiv su lucha existencial, su rebeldía moral en una sociedad en la que campean injusticias, prebendas y el narcisista status quo de algunas figuras culturales.
Esta biografía personal señala con gran atención un contexto político y social, fuertemente marcado por la resiliencia del arte. La edición es un racconto de los años del miedo, los de la deforestación masiva y demasiado rápida de las selvas y biomasas del Bosque Atlántico, el etnocidio de los habitantes originarios, la desaparición de animales y plantas, las represas hidroeléctricas, las violencias de un Estado sin derechos contra sus hijos.
Quimera invertida
Con el fin de la dictadura en la década previa al siglo XXI, las luchas civiles enfrentando el autoritarismo, o el mismo lugar e importancia de las artes en esos años en Asunción dibujan el compromiso de GB con nuevas sensibilidades. Su trabajo apuesta por una abstracción no objetivista, utlizando materiales no convencionales, oscureciendo la comprensión, cual reflejo silente de lo indecible.
Benítez hace suya la causa de la libertad personal y colectiva en la capital paraguaya, involucrándose en las esperanzas de un nuevo tiempo. El tenso pulso sostenido por la comunidad artística comprometida con los derechos humanos y la libertad ante el inmovilismo de la dictadura y de las élites que la sostienen, tiene claros ejemplos de su activismo a lo largo de estas 264 páginas.
También cabe un retrato retrospectivo de nuestra sociedad civil del arte de esos años, endogámica y cerrada en sí misma, una escena poco receptiva a las novedades expresivas como el arte de instalación o el objeto. El hacer de Gustavo insistió en materializarse en el secreto, el enigma o la metáfora oblicua y a contrapelo de una estética complaciente, decorativa y que olía a trementina.
El despliegue, el despegue hacia poéticas vegetales, cósmicas y del paisaje natural serán las nuevas señas de identidad de su obra, anhelante del bosque y de sus seres vivos, de un territorio hoy yermo y vacío. El simbolismo de la misma materia y los temas que de ella se conjugan habilitan abundantes narrativas sobre el tiempo, el cambio y la transformación, como un ejercicio de memoria que es a la vez, visionario para el presente y futuro.
El arte de Gustavo Benítez es uno de imágenes y pensamientos cuyo corazón construye una cosmogonía ficticia pero viva, palpitando en árboles, animales, minerales, aguas, personas, lunas o bólidos celestes. Motivos funcionando como portales, como espacios de penetración visual y de comprensión analítica de una realidad que requiere de verdad, coraje y resistencia para ser comprendida. Un arte interpelador, a un nivel ético, para quienes transitamos este tiempo y lugar, una obra de afectos y efectos movilizadores por y para la vida.
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Sigue la doble exposición “Ecos sutiles” y “¡La vida insiste!”
La Embajada de Brasil en Paraguay y el Instituto Guimarães Rosa (IGR) presentan la doble exposición de artes plásticas contemporáneas “Ecos sutiles” y “¡La vida insiste!”, con obras de cuatro destacadas artistas brasileñas y curaduría de Antonio Carlos Machado. Inaugurada el 11 de junio, podrá visitarse hasta el 29 de agosto, con entrada gratuita en el Espacio Cultural de la Embajada de Brasil, en Eligio Ayala casi Perú, en Asunción.
La propuesta expositiva reúne dos muestras que dialogan en torno a temas como la memoria, la transformación y la resistencia, desde perspectivas poéticas y materiales diversas. En la Sala Lívio Abramo, se presenta “¡La vida insiste!”, de Karina Amadori, una instalación que transforma la seda paranaense en metáfora de persistencia. Sus obras exploran la relación entre fragilidad y fortaleza, activando una reflexión sobre los ciclos de vida y resistencia desde lo textil y lo orgánico.
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Simultáneamente, el Espacio Cultural albergará “Ecos sutiles”, una exposición colectiva que reúne trabajos de Juliane Fuganti, Bruna Mayer y Gabriela Stragliotto. Cada una aborda o território do sensível a partir de lenguajes visuales particulares: Juliane Fuganti presenta una serie de fotograbados que capturan la atmósfera de los manglares, revelando la fuerza simbólica y vital de estos ecosistemas.
Bruna Mayer incorpora su propio cuerpo en una obra performática realizada con sangre, proponiendo un diálogo entre el duelo y la creación. Gabriela Stragliotto ofrece pinturas que trazan mapas afectivos, en los que la geografía emocional se vuelve paisaje plástico. Estas dos exposiciones, inéditas en Paraguay, consolidan el compromiso del Instituto Guimarães Rosa con la difusión del arte contemporáneo brasileño y el fortalecimiento del intercambio cultural regional.