El legendario pianista y director de orquesta, argentino nacionalizado español, israelí y palestino, de 78 años, no ha parado con la música ni con el COVID-19. Foto: DB.
Ni el COVID ha logrado detener a Daniel Barenboim. El legendario pianista y director de orquesta que dio su primer concierto a los 7 años, dice, a los 78, estar dispuesto a “empezar de cero”.
En plena pandemia, el maestro se encuentra en Provence (sureste de Francia) en ocasión del Festival de Semana Santa de música clásica que culmina el domingo. Este año el festival fue difundido en versión digital, debido a la crisis sanitaria.
El martes pasado interpretó, con la pianista argentina Martha Argerich, un programa de piano a cuatro manos que incluyó obras de Mozart, Debussy y Bizet. Pese a las restricciones, el argentino-israelí viajó desde la capital alemana donde, desde hace 29 años, es el director musical de la Ópera del Estado de Berlín y de su orquesta, la Staatskapelle.
Desde la crisis, ha grabado su quinta integral de sonatas para piano de Beethoven, lanzó un festival digital de música, y ha dirigido conciertos en directo en streaming.
“Un músico nunca llega”
El cierre de las salas no lo impulsó a querer frenar su carrera, una palabra que dice “detestar”. “Un músico ‘no llega’ jamás, la rutina es su peor enemigo”, asegura en una entrevista con la AFP en Aix-en-Provence (sureste de Francia).
“Cada vez que toco una pieza, aprendo algo nuevo. Si ayer interpreté un concierto de Mozart y debo tocarlo de nuevo hoy, tengo que empezar de cero”, sostiene. “En 1950 di mi primer concierto. ¿Se imagina? Tengo 78 años, toco desde hace más de 70 años y la gente sigue dispuesta a venir a escucharme. Es conmovedor”, confiesa.
¿El mundo de la música ha “aprendido lecciones de la crisis sanitaria? “Hasta ahora, muy poco”, comenta. “Es muy difícil hablar del futuro después del coronavirus ya que (antes del COVID), la importancia de la cultura y de la música había retrocedido en los últimos 40 años”, asegura el músico, que lamenta la “falta de educación musical en la escuela”.
Gran militante del acceso a la música al mayor número posible de personas, Barenboim multiplicó las iniciativas en los últimos años, como el lanzamiento de su cadena en YouTube donde presenta “5 minutos” sobre Debussy, Beethoven o Chopin o la inauguración de una guardería musical en Berlín.
Se congratula por el avance en términos de diversidad y visibilidad de las directoras de orquesta, pero insta a no perder de vista la calidad. “Tiene que haber más músicos negros, más mujeres directoras de orquesta, pero el error sería decir ‘hay un hueco libre esta semana, habría que poner a una mujer’. Se necesita a la mejor, si no, es una falta de respeto para la propia mujer”.
Conocido por su franqueza y su compromiso en favor de la paz, en particular a través de la West-Eastern Divan Orchestra fundada en 1999 con el pensador palestino estadounidense Edward Said, y su prolongación en la academia de música Barenboim-Said que forma a estudiantes de Oriente Medio, está “horrorizado” por el bloqueo en el conflicto israelopalestino. “No hay ni una sola persona de ambos lados que quiere mirar al futuro”, dice.
No es una reliquia
Con un estatus prácticamente intocable de maestro poderoso, Daniel Barenboim fue objeto en 2019 de acusaciones de autoritarismo por parte de sus antiguos colaboradores de la Staatsoper de Berlín. La justicia no pudo probar dichas acusaciones, que él refutó.
No obstante, reconoce que la manera en que “tratamos con la gente ha cambiado en el mundo”. “Es posible que no fuera lo suficientemente consciente de los cambios desde un punto de vista social y lo dije públicamente a la orquesta, que lo lamentaba si fuera el caso”, asegura, ante de reconocer que tiene problemas con lo “políticamente correcto”.
Él mismo recibió una educación “dura” en París de una de las más célebres pedagogas de música, la francesa Nadia Boulanger, cuando tenía 12 años, y recuerda que hizo llorar a un tal Astor Piazzolla al decirle que siempre sería “un Stravinsky de segunda clase y que debería más bien desarrollar la música de su propio país. Fue ella quien le dio la idea” de revolucionar el tango.
Su contrato en Berlín ha sido prolongado hasta 2027. “Siempre les digo cuando hablamos de futuro que me quedaré mientras tenga fuerzas. Si no, me iré, no quiero quedarme como una reliquia del pasado”, afirma.
El pasado 15 de abril se dio a conocer el fallecimiento del guitarrista Ramón Ernesto Villalba, un talentoso y estudioso de la música y su instrumento que queda en la memoria de quienes lo conocieron como Kucky Rey, un genio y maestro de varias generaciones. Dos alumnos de Ernesto, los guitarristas Dani Cortaza y Gabriel Lema, hablaron con La Nación/Nación Media sobre cómo era su maestro, el legado que deja y rescatan algunas anécdotas.
La docencia es un espacio, como otros, de ejercicio de poder. Tiene como condición necesaria la dosificación sistemática de la teoría y la práctica. Aunque muchos se sientan tentados a creer que en tiempos en los que toda la información se encuentra al alcance de las manos ya no son útiles los profesores. Sin embargo, es casi imposible aprender a profundidad algo sin esa guía, sin un maestro, y esto hace que se les siga dando valor.
Al mismo tiempo que controla y retiene, la docencia trabaja paradójicamente en contra de ese poder. Ella misma debilita ese control de manera progresiva, ya que su labor es dotar planificadamente de herramientas, experiencias y visiones a sus alumnos para que pronto estos se rebelen en procura de su misión de igualar o superar a sus maestros. La visión que nace de la relación docente-alumno está puesta aquí como punto de partida.
“Ernesto Villalba, su nombre real, nació en Barranquera, provincia del Chaco, Argentina, el 7 de julio de 1934. Llegó a Paraguay en 1956 acompañando a un cantante de nombre Valencio Gala. Desde entonces se quedó viviendo en Paraguay hasta el día de su fallecimiento. Kucky Rey fue totalmente autodidacta, aunque tomó clases de armonía con el maestro Luis Cañete y guitarra clásica con Cayo Sila Godoy. Fue integrante de Tiede Smith, Los Jocker’s, Casablanca Jazz, Harmony Club, entre otros”, reseña con brocha gorda la trayectoria del maestro Kucky uno de sus discípulos más cercanos, Dani Cortaza, guitarrista paraguayo que vive y desarrolla su carrera en los Estados Unidos.
La docencia de un instrumento puede abrir algunas puertas profundas de vinculación, ya que alumno y profesor comparten una pasión que excede el compromiso con lo utilitario, desarrollando un vínculo de coincidencia mediante un oficio que se cimienta en algo parecido al amor.
“A mí me salvó la vida, me dio un propósito. Me brindó un claro ejemplo de que uno puede ser un artista como profesor. Si yo hoy soy un profesional es gracias a que me crucé con Kucky. No es poca cosa”, refiere Lema, guitarrista argentino que desarrolló su formación, carrera de músico y de docente por cerca de tres décadas en Paraguay.
VÍNCULO CON EL MAESTRO
“El vínculo con Kucky siempre fue el de maestro y discípulo. Era muy reacio a elevarte a la categoría de colega, pero no por mezquino o competitivo, sino porque de alguna manera se reservaba el derecho de bajarte la caña cuando quisiera. Y la verdad es que es de agradecer, porque siempre se aprendía algo cerca suyo”, agregó.
Ernesto fue migrante y casi aventuro en esta capital de los años 50, donde pronto se ganó el sobrenombre de Kucky, el rey de la guitarra.
“Lo conocí cuando tenía 14 años por intermedio de un señor llamado Papucho Abate. El primer día que fui a la clase caí con mi requinto en la mano, yo era requintista, y Papucho me lo presentó. El profesor me miró y me dijo: ‘Pibe, qué hacés con esa porquería en la mano?’, refiriéndose a mi requinto. Yo enojado di la vuelta y salí muy ofendido, diciendo ‘a este señor no lo quiero volver ver nunca más en mi vida’. Obviamente no fue así. Tiempo más tarde me di cuenta de que Kucky Rey era el mejor, sabía una infinidad de cosas y volví para quedarme estudiando con él más de 20 años”, lo recuerda Dani.
“Como docente era bastante exigente y tenía una forma muy peculiar de enseñar. Para mí él cambió la manera de tocar la guitarra en la música folclórica de Paraguay”, sostiene Dani Cortaza
Para los amantes de la música que terminaron generación tras generación alrededor del maestro, las anécdotas sobre su carácter fuerte y áspero se mechan con la admiración y el respeto que sienten por él.
“Kucky era un genio. Un genio con todas las letras y en la definición más amplia de la palabra. Hablamos de un genio de primera línea que si se hubiera desarrollado profesionalmente en un lugar un poco menos árido para la vanguardia musical, sería estudiado en todas las universidades del mundo. Algunos de nosotros tuvimos la fortuna de poder ver su cerebro en acción bien de cerca y poder robar un poco de esa genialidad. Desde lo musical no es posible no admirarlo”, explica Lema desde España, donde está radicado desde hace pocos años.
“Admiro la forma en la que tocaba la guitarra, él había desarrollado un estilo propio de tocar, también la sabiduría para guiarte y aconsejarte como profesional y en la vida”, explica Dani, que se define como discípulo del maestro, pero también como amigo, a pesar de la diferencia de edad. “Él me trataba como a un hijo. Yo pasaba todos los días en el instituto, desde las dos de la tarde hasta la noche”, refiere, y recuerda a otros músicos y alumnos de su generación que siempre rondaron ese centro académico: Remigio Pereira, Antonio González (Lacu), Miguel Kunert, Myrian Gianni, Carlos Glavinich y Moneco López.
FUERTE INFLUENCIA
“Durante mi primera sesión él, haciendo el esfuerzo más grande que le he visto hacer para ser empático con su nuevo estudiante, se me acerca y me dice ‘y contame, flaco, ¿qué música te gusta?’. Y le respondo ‘de todo, Al Di Meola, por ejemplo’; a lo que me responde con la sentencia ‘Di Meola es una licuadora. Desde ahora vas a escuchar a Barney Kessel’, y yo solo atiné a decir ‘ok’”, recuerda.
Una experiencia análoga refiere Cortaza, ya que la certeza de tener el timón llevó a Kucky a influir sobre sus alumnos y hasta sobre el mismo gusto de ellos. “Realmente al principio fui a estudiar con él porque en esa época yo escuchaba mucho un trío de boleros que tenía un requintista que usaba muchos elementos del jazz, escalas, acordes e improvisaba también dentro de ese estilo. Kucky me enseñaba armonía, escalas y me daba como tarea escuchar muchas grabaciones de jazz. Ahí descubrí el maravilloso mundo del jazz, o sea, puedo decir que definitivamente sí influyó en mi inclinación por el jazz”, señala Cortaza.
Una anécdota de color rescata Gabriel: “Una vez le organizamos un taller en MAIA Jazz & Rock, la escuela de música que tenía en sociedad con mi esposa. Lo fuimos a buscar con Alberto Samaniego y, llegando a la escuela, Kucky se sobresalta a la voz de ‘¡¡¡mirá esa morocha!!!’. Alberto le responde ‘es la esposa de Gabriel’. Kucky gira la cabeza (yo iba en el asiento trasero), hace una pausa, me mira a los ojos y afirma ‘bien, flaco, muy bien’. Creo que ha sido la validación más importante que he recibido de su parte”.
Ernesto pasó su vida musical entre proyectos colectivos y la docencia, y recién en junio de 2019 pudo publicar su primer disco, titulado “Kucky Rey con el folclore”, que incluye canciones tradicionales y creaciones propias.
UN LEGADO
“Kucky, con sus luces y sombras, es un prócer de la música en Paraguay. Yo estoy convencido de que, si él no hubiera estado ahí en los 70, 80, 90, el nivel de la música en general en Paraguay hubiera sido infinitamente inferior. No es solo un tipo que ayudó a formar directa o indirectamente a prácticamente todos los guitarristas profesionales del país, sino que no tenía la más mínima tolerancia con la mediocridad y se aseguraba de impulsar, desde su sitial, la mejor versión de cada estudiante que pasó por sus manos”, sentencia Lema.
A mí me salvó la vida, me dio un propósito. Me brindó un claro ejemplo de que uno puede ser un artista como profesor”, asegura Gabriel Lema
La migración ha sido sin dudas relevante para el desarrollo académico de la música en el Paraguay. Figuras como Nicolino Pellegrini hicieron escuela y del mismo modo algo de ese trabajo lo replicó el paraguayo por adopción Kucky Rey. “Como músico fue muy versátil. Podía tocar folclore argentino, tango, música brasileña, música paraguaya y obviamente jazz. Como docente era bastante exigente y tenía una forma muy peculiar de enseñar. Para mí él cambió la manera de tocar la guitarra en la música folclórica de Paraguay, dejó hermosas composiciones y formó a varios excelentes guitarristas y músicos”, señala Dani.
En un país deficitario de grandes escuelas y tradición institucional de la formación musical, el aporte de difundir conocimiento es posiblemente el gran legado de Ernesto. La semilla que plantó en su momento se multiplicó, como fue el caso de Gabriel Lema, quien mantuvo un conservatorio con cientos de alumnos por casi 20 años y ahora sigue dando clases desde las plataformas virtuales.
“Yo creo que la gran obra de Kucky ha sido su labor docente, que era formidable en todo aspecto. Hay poco registro de su capacidad como arreglador e intérprete, simplemente porque en los años de su apogeo como guitarrista no era tan sencillo registrar en grabaciones. Y en los años recientes, lamentablemente las manos no le respondían como en su juventud a pesar de que el cerebro seguía afilado como una navaja. Por desgracia, como digo, tenemos poco registro de su obra, pero la mano de Kucky Rey está presente en la música de Dani Cortaza, de Esteban Ramos, de Edu Martínez y de muchísimas personas que tuvieron la suerte de caer en su casa. Sé de sobra que está presente en cada acorde que toco y cada clase que doy”, concluye Lema.
Falleció Kucky Rey, maestro de varias generaciones de músicos
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Este lunes, con 89 años falleció el guitarrista argentino Ramón Ernesto Villalba, más conocido como Kucky Rey, uno de los más reconocidos profesores de música, especialmente de armonía, que formó a innumerables artistas que hoy brillan en los escenarios del Paraguay y del mundo, tanto guitarristas, cantantes, arpistas, requintistas, y otros instrumentistas del jazz, blues, rock y folclore.
El velatorio será en el salón Casa Ojeda, ubicado sobre Artigas casi Juana Pabla Carrillo, en Asunción, desde las 15:30 de hoy. El músico nacido el 7 de junio de 1934 en Resistencia (Chaco) llegó a Paraguay en 1957 con un grupo en que tuvo que reemplazar a su guitarrista que se enfermó en su ciudad natal. Desde entonces se había radicado en Asunción, y en 1962 inició el camino de la docencia, luego de formarse con los maestros Luis Cañete y Cayo Sina Godoy.
En junio de 2019 publicó su primer disco, titulado “Kucky Rey con el folclore“, que incluye canciones tradicionales y creaciones propias. A lo largo de su trayectoria colaboró con gran parte de la escena musical nacional, llegando a integrar destacadas agrupaciones como Los Jockers, Casablanca Jazz, Harmony Club.
En el perfil oficial del artista en Facebook, su familia comunicó: “El evento del miércoles 17 de abril se mantiene como un homenaje a quien fuera un gran amigo, maestro y formador de maestros. Hasta pronto querido Kucky. Tu legado queda en nuestras guitarras, el jazz y la música paraguaya“.
Se trata de un show solidario que se estaba organizando para ayudar al músico con sus gastos médicos. Será a las 19:30 en el local de la Asociación de Músicos del Paraguay (AMP), ubicado en 15 de Agosto 1365 entre Primera y Segunda Proyectadas, en Asunción, con un aporte sugerido de G. 30.000.
Entre los músicos invitados están: Juanpa Giménez, Vivi Talavera, Gustavo Luque, David Maidana, Ernesto Oddone, Diana Barboza, Agustín Barboza, Antonio Salinas, Víctor S. Morel, Gabriel Ayala, Miguel Kunert, Francis Santacruz, Efraín Ayala, Carlos Miranda, Miguel Ibarra, Adolfo Pereira, Ariel Zayas, Rossana Barreto, Alberto Samaniego y otros amigos y alumnos del maestro Kucky Rey.
La partida de este gran y querido artista enluta a toda la nación. paraguaya Sus restos mortales están siendo velados en el Jardín de la Paz de Luque. Foto: Gentileza
Falleció el músico y cantautor Casto Darío Martínez, exintegrante de Los 3 Sudamericanos
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Este miércoles, a la edad de 87 años, falleció Casto Darío Martínez, reconocido músico y compositor del recordado grupo paraguayo “Los 3 Sudamericanos”, quien por muchos años compartió escenario con Alma María Vaesken y Johnny Torales. Sus restos están siendo velados en el Jardín de la Paz, de Luque.
El fallecimiento del artista fue confirmado por sus familiares, quienes manifestaron que estuvo hospitalizado por un buen tiempo debido a serios problemas de salud. Martínez era socio vitalicio de la Asociación de Músicos del Paraguay y exintegrante del emblemático trio internacional “Los 3 Sudamericanos”.
Su partida deja enlutado al mundo artístico nacional y a todos los paraguayos que conocen sus canciones. “Casto Darío Martínez creó la música de Reportaje al País y el día que le pedí, era el día en que nació su hija. Se sentó al piano y la compuso. Esa música me acompañó en televisión desde 1995. ¡Gracias Casto Darío!”, expresó Evanhy de Gallegos en sus redes sociales.
Casto Darío Martínez, cantante y compositor de música paraguaya, nació el 10 de agosto de 1939 en ciudad de Asunción. Desde el año 1959, se unió a Johnny Torales y Alma María Vaesken para formar Los 3 Sudamericanos. Martínez participó en más de sesenta discos y colaboró en arreglos musicales para diversos artistas. En el 2012, los miembros del grupo musical fueron declarados Hijos Ilustres de Asunción.
Así también, Casto fue director musical de la Red Privada de Comunicación, director artístico de Lago Vista, director de coros, incluyendo el Coro Polifónico de San Bernardino y el Coro Polifónico de Cadetes del Colegio de Policía. Además, fue autor de música para películas, comedias musicales y más de 150 canciones de éxito internacional.
El popular músico colombiano estuvo por última vez en Asunción en el año 2013, junto a su hijo, cuando visitó un canal de TV y ofreció un show. Foto: @Dgofmeza
El cantante, compositor y músico colombiano Lisandro Meza Márquez falleció el sábado 23 de diciembre, a los 86 años, que en Paraguay se popularizara hace más de cuatro décadas con el rótulo de “cachaca”, con temas como “El saludo”, “Mi carrito”, “El hijo de Tuta” o “Trigo verde”. Su última visita a la capital paraguaya fue hace una década, en el año 2013.
No existen tantos registros de la presencia de Meza en Paraguay, excepto algunos tuits de la cuenta @LisandromezaM del viaje que el 30 de enero de 2013 conectó desde Caracas (Venezuela) con San Pablo (Brasil). “A todas las personas amantes de mi música en Paraguay, en el mes de abril estaré de gira por allá; cantando mis éxitos”, había anunciado en febrero de 2012, que se concretaría al año siguiente.
“Contento de regresar a Paraguay y poder deleitar al público con mi música”, comentó Meza, entonces de 75 años de edad, desde el aeropuerto en el extranjero. La madrugada del 1 de febrero llegó a Asunción, y horas después acudió en el programa televisivo “Vive la vida” con su agrupación denominada “Los Hijos de la Niña Luz”, inspirada en su esposa Luz María Domínguez Quiroz, con quien tuvo siete hijos.
Del show del sábado 2 de febrero de 2013 quedan publicaciones de su hijo Fercho Meza (@Dgofmeza) en la red social hoy conocida X: “Éxito Total en Asunción Paraguay”, acompañando de dos imágenes de la presentación. Luego la gira siguió por Argentina, y Lisandro recordaría esta visita con una foto de su familia musical, el siguiente 27 de abril: “La gira de comienzo de año en Paraguay, aquí mi conjunto Lisandro Meza y los hijos de la niña luz”.
Lisandro Meza ofreció un show en Asunción con Los Hijos de la Niña Luz, su grupo que integraban algunos de sus hijos. Foto: @Dgofmeza
“24 de diciembre”
Por la tarde del sábado 23 de diciembre, la Clínica Especializada La Concepción, ubicada en el municipio de Sincelejo, capital del departamento de Sucre, comunicó el fallecimiento del artista, que estaba internado en la unidad de cuidados intensivos desde el miércoles 6 de diciembre, debido a una descompensación hemodinámica, tras llegar con fuertes dolores de cabeza, mareo, descoordinación de su cuerpo y dificultad para hablar.
Su deceso se produjo en vísperas de la Nochebuena y de la Navidad, por lo que el sello Discos Fuentes, la primera discográfica que firma en exclusiva con Meza, anunció que será homenajeado este domingo en Sincelejo con su canción navideña “24 de diciembre”, y que “posteriormente el juglar será enterrado en Los Palmitos, Sucre, donde vivió sus últimos años”, este lunes 25, donde la alcaldesa decretó tres días de luto.
“En estos momentos de profundo dolor, la familia Meza se une para lamentar la partida de nuestro pilar, Lisandro Meza. Su amor, sabiduría y música seguirán inspirándonos. Agradecemos el apoyo y las condolencias en este difícil momento”, publicaron los familiares en las redes sociales del músico.
Luto de famosos
El músico colombiano Carlos Vives le dedicó: “Maestro Lisandro Meza, en nombre de todo el pueblo colombiano, gracias por nacer en esta tierra. Hasta que nos volvamos a encontrar”. En tanto, Juanes escribió: “Lamentando la muerte del maestro Lisandro Meza. Sentido pésame para toda su familia y amigos”. La banda Aterciopelados publicó: QEPD Maestro Lisandro Meza, leyenda de la cumbia vallenata colombiana, que todos recordamos por su versión de la canción ‘Baracunatana’”.
Otra agrupación más nueva, Monsieur Periné, compartió imágenes de archivo con este texto: “Hace 12 años tuvimos el honor de compartir nuestra música con el Maestro Lisandro Meza, uno de los más grandes de nuestra música popular colombiana. Hoy lamentamos profundamente su partida, pero su música vivirá por siempre en nuestro corazón y en nuestras familias”.
Por su parte, el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes de Colombia expresó: “Lamentamos el fallecimiento del cantante y compositor Lisandro Meza. Su arte abrazó la cumbia, porro, paseo y vallenato. Canciones como ‘El guayabo de la ye’ y ‘El hijo de Tuta’, quedarán por siempre en nuestra memoria. Descansa en paz, maestro de la música colombiana”.
Así también, el sello Discos Fuentes dijo: “Un día antes de celebrar la navidad en Colombia recibimos una triste noticia. Desde Discos Fuentes lamentamos profundamente el fallecimiento de Lisandro Meza a sus 86 años. Un increíble juglar que alegró las fiestas y navidades de todos los colombianos. ¡Maestro, vuela alto! ¡Siempre te llevaremos en nuestros corazones!”.
Nacido el 26 de setiembre de 1937 en Los Palmitos (Sucre), este versátil creador grabó alrededor de 127 discos en géneros como vallenato, música sabanera, cumbia, porro y salsa. En 63 años de trayectoria también acumuló apodos como: El Macho de América, El Rey sin Corona, El Rey de la Cumbia, El Rey Sabanero del Acordeón, El Sabanero Mayor, El Embajador de la Música Colombiana e, incluso, El Rey de la Cachaca, en Paraguay.
Comenzó cantando de niño en la hacienda de su padre, donde se familiarizó con el acordeón y grabó sus primeros temas con un grupo en 1953. Su primer sencillo propio llegaría en 1957 como Lisandro Meza y su conjunto, con los temas “Muchacho alegre” y “Cocacolo cabellón”. Tras otras grabaciones, el sello Discos Fuentes publica su primer disco “Ritmo de acordeones” en 1965, que incluye “El saludo”, y ese mismo año pasa a integrar Los Corraleros de Majagual, orquesta afamada por el tema de Calixto Ochoa “Los sabanales”; en que Meza pasó a encargarse de los arreglos y explorar nuevas sonoridades.
En 1970, el músico colombiano agotó entradas y marcó récords de público en Estados Unidos, donde su disco “El siete” fue premiado entre los más vendidos. Fue postulado al Grammy cuando aún no existían los Grammy Latinos, en varias ocasiones junto con el Gran Combo de Puerto Rico. Por un par de sus composiciones ganaron estos premios Los Hermanos Zuleta, con “Canta Vallenato” (2007), y Celso Piña, con “El tren” (2015), en la categoría de cumbia vallenato.
Tras su paso por Los Corraleros de Majagual, Lisandro Meza se presentó en 1969 en el Festival de la Leyenda Vallenata (Festival Vallenato), en Valledupar, donde obtuvo el título de “Rey sin Corona” tras perder el certamen por decisión del jurado, pese a ser el gran favorito del público. Debido a esta decepción, el artista se inventa el estilo “Limeza”, con que forja su propio reinado con éxitos como: “La miseria humana”, “Baracunatana”, “El polvorete, “Guayabo de la Ye”, “Entre rejas, “La matica”, “Estás pillao”, “La cumbia del amor”, “Adicción”, “Alegría y amor”, “Cumbia pa’ oriente”, “Las tapas”, “En un solo pie”.