La traducción del poema de la estadounidense Amanda Gorman, celebrada por su llamamiento a la unidad durante la investidura de Joe Biden, ha dividido al mundo editorial en Europa, después que se descartaran a los traductores holandés y catalán por no corresponder con el perfil de la joven poeta negra.

“Para concentrarnos en nuestro futuro, debemos antes que nada dejar de lado nuestras diferencias”, recitó la joven, de 23 años, durante la investidura en enero del presidente de Estados Unidos, en una emotiva intervención que la convirtió de inmediato en un fenómeno mundial.

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Los versos forman parte de su poema “The Hill We Climb” (La colina que ascendemos) y su traducción generó un encendido debate en Europa. ¿Su traductor debe ser negro como ella? ¿Por qué no aprovechar esta ocasión para inyectar más diversidad en un mundo literario dominado por blancos?

Todo arrancó en Holanda, cuando la periodista y militante Janice Deul publicó a finales de febrero una tribuna incendiaria en el diario De Volkskrant: “Una traductora blanca para la poesía de Amanda Gorman: inconcebible”.

Una semana más tarde, la traductora en cuestión, Marieke Lucas Rijneveld, dimitió. La editorial Meulenhoff lamentó por su parte “haber perdido una inmensa ocasión de dar a una joven mujer negra una tribuna en Holanda y Bélgica al no traducir su obra”.

El asunto hizo correr ríos de tinta en Europa. La española Nuria Barrios, cuya traducción del poema fue publicada el 8 de abril por la editorial Lumen, se mostró indignada: “El triunfo de Deul es catastrófico”, escribió en el diario El País. “Es el síntoma de una nueva censura, letal para la traducción, para el arte, para la vida”, agregó.

“Una imbecilidad”

También el reputado escritor español (y traductor) Javier Marías dejó clara su posición: “Esta anécdota supera en imbecilidad a las infinitas imbecilidades que desde hace décadas padecemos a diario”, afirmó en el último número de El País Semanal.

“Según estos razonamientos (...) yo nunca debería haber traducido a Auden ni a Frank O’Hara ni a Ashbery, siendo ellos homosexuales y yo heterosexual. Ni a Isak Dinesen, al ser ella mujer y yo varón”, ironizó. Precisamente en España surgió una nueva polémica, con la versión en catalán. Su traductor también fue descartado.

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“Me han dicho que no soy apto para traducirlo (...) No ponían en duda mis habilidades, pero buscaban un perfil diferente, que tenía que ser mujer, joven, activista y preferiblemente negra”, explicó a la AFP el escritor Víctor Obiols. La editorial Univers informó por su parte no haber designado por ahora a ningún otro traductor.

La versión francesa será publicada en Francia a mediados de mayo de la mano de la cantante belgo-congoleña Lous and the Yakuza, que se estrena en el ámbito de la traducción. En Suecia, el también cantante Jason Diakité, cuyo nombre artístico es Timbuktu, tradujo el texto. De padres estadounidenses, el artista explicó a la televisión SVT que el poema “contiene muchas rimas por lo que se parece mucho al rap. Me es muy familiar”.

Hacia una mayor diversidad

La versión alemana también suscitó controversia. Según el diario austriaco Der Standard, el texto es un “fiasco”, que “maltrata las figuras estilísticas y las imágenes fuertes” de la versión original. En ella participaron tres mujeres, entre estas “Hadija Haruna-Oelker, que es negra, y Kübra Gümüsay, de origen turco, ambas menos activas en el ámbito literario y periodístico que en su militancia feminista y antirracista”, escribió el diario.

En Italia, la editorial Garzanti eligió, al parecer con el beneplácito de Amanda Gorman como fue el caso de Barrios, a la joven traductora blanca Francesca Spinelli. La editorial húngara Open Books lanzó un proyecto original: la traducción será realizada por tres jóvenes romaníes en el marco de un taller literario dirigido por la escritora Kriszta Bódis.

Fuera de Europa, por ahora solo se han previsto algunas traducciones. En Brasil, la encargada será la periodista, poeta y traductora negra Stephanie Borges. “Es un debate extremadamente importante: esperemos que prospere para que nos lleve a una mayor representatividad en el mundo literario”, dijo a la AFP Talitha Perissé, de la editorial Intrinseca.

Fuente: AFP.

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