Los teatros, museos y salas de cine de Uruguay están habilitados a reabrir desde el lunes pasado, luego de que el gobierno aprobara un estricto protocolo sanitario que los actores califican de "inaplicable".
Después de cinco meses de cierre y tras varios reclamos de la industria cultural, que se consideraba rezagada en la apertura de actividades en el marco de la pandemia de COVID-19, el gobierno de Luis Lacalle Pou aprobó la semana pasada los protocolos necesarios para habilitar el funcionamiento de salas de espectáculos, museos y galería de arte.
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Sin embargo, ya sea por las dimensiones de algunos centros como por las características de ciertos espectáculos, la reapertura es en varios casos dificultosa o casi inviable.
El protocolo para teatros determina que debe haber una distancia mínima de dos metros entre espectadores, que deben sentarse en filas alternas y con un máximo de 30% del aforo permitido. Asimismo, la primera fila no puede estar a menos de cinco metros del escenario.
Además, los actores deben guardar un distanciamiento mínimo de dos metros entre sí. "Aunque artísticamente sea necesario el contacto físico o un mayor acercamiento entre los intérpretes, el mismo no puede producirse: habrá que adaptar las puestas en escena para responder a este requisito inevitable", apunta el documento difundido por el Ministerio de Educación y Cultura.
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“Parece un protocolo elaborado por alguien que nunca entró a un teatro y no sabe qué está regulando”, declaró la presidenta de la Sociedad Uruguaya de Actores, Alicia Dogliotti, al local canal 12. “Es inaplicable”, agregó.
El distanciamiento exigido también dificulta las performances de danza, así como las presentaciones en teatros muy pequeños, comunes en Uruguay.
En los cines, la mayor traba es la falta de estrenos. Los museos y las galerías de arte, en tanto, no presentan problemas dado que por sus características de circulación es más fácil respetar las distancias.
Uruguay, elogiado por el exitoso control de la pandemia de coronavirus sin cuarentena obligatoria, ha reabierto la mayoría de las actividades, incluidas las clases presenciales en todos los niveles.
Fuente: AFP.
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José Gervasio Artigas, un líder independentista que influyó en toda la región
Por Lourdes Torres
lourdes.torres@nacionmedia.com
En las últimas semanas el nombre de José Gervasio Artigas ha vuelto a tomar notoriedad en el país desde que llegaron las noticias desde el Uruguay el pasado 15 de marzo, cuando un grupo de unos veinte jinetes uruguayos partieron de la Plaza Independencia de Montevideo -sitio donde reposan en un mausoleo los restos del prócer uruguayo- rumbo a la ciudad de Asunción, Paraguay.
Esta travesía de más de 1.000 kilómetros la emprendieron con el objetivo de celebrar el centenario de la Escuela Artigas de Asunción este domingo 28 de abril. La institución educativa fue construida en honor al prócer libertario uruguayo que eligió estas tierras para la última etapa de su vida, que empezó con un asilo político.
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Esta escuela, ubicada al lado de la entrada principal del Jardín Botánico y Zoológico de la capital paraguaya (avenida Primer Presidente y Artigas), comparte el sistema educativo uruguayo y fue construida en homenaje al prócer José Gervasio Artigas, más de medio siglo después de su muerte.
Para conocer un poco más sobre este militar uruguayo que vivió tres décadas en Paraguay hasta su muerte en 1850, La Nación/Nación Media conversó con dos historiadores, quienes describieron al militar uruguayo, su liderazgo y el impacto de sus ideas políticas en la región.
Un líder independentista
El historiador y docente Herib Caballero Campos indicó que José Gervasio Artigas fue un líder independentista uruguayo que fundó la Liga de los Pueblos Libres y encabezó los procesos de lucha por la independencia de su país, ya que varios años después de comenzar el proceso de independencia en el continente, Uruguay seguía bajo la corona española.
Señaló que Artigas no vio independizarse a su país, ya que por persecución política solicitó asilo a la incipiente República del Paraguay en 1820, bajo la dictadura de José Gaspar Rodríguez de Francia. “José Gervasio Artigas se convierte en uno de los líderes semilleros de ese proceso de independencia, para la República Oriental del Uruguay”, afirmó.
Explicó que “si bien, controló una parte del territorio, no logró controlar todo el país. En ese tiempo vino la invasión portuguesa, que convirtió en provincia y recién la independencia plena del Uruguay se consiguió a finales de la década de 1820, pero ya con Artigas retirado de la actividad política”.
El historiador sostuvo que Artigas en un principio estuvo alojado en el convento de La Merced, luego fue confinado a la Villa San Isidro de Curuguaty, a 250 kilómetros de Asunción, y vivió ahí hasta la muerte de José Gaspar Rodríguez de Francia.
Tras la muerte del dictador, los cónsules Carlos Antonio López y Mariano Roque Alonzo le habían dado a Artigas la libertad de volver a Uruguay, teniendo esa potestad en mano, el ya anciano oriental rechaza una comitiva enviada por el gobierno uruguayo, diciendo que si fuera conveniente a la República (Paraguay) saldría, pero que no volvería a Uruguay, sino se quedaría en Corrientes.
“Artigas de edad avanzada, hizo ya toda su vida en el Paraguay, entonces no regresó a su país y fallece el 23 de setiembre de 1850 en Asunción, a la edad de 86 años. De hecho, formó familia con una mujer de apellido Gómez, y hay varios descendientes de Artigas en la zona de Limpio. En 1855 fueron repatriados sus restos a Montevideo”, acotó.
Influyó toda la región
El historiador Claudio Velázquez mencionó que José Gervasio Artigas es uno de los próceres más importantes de la gesta independentista del Uruguay, pero no solo en este país, si no también de varias zonas del Río de la Plata. Indicó que en la Argentina misma se lo considera también un prócer, entre los años 1810 a 1820, cuando se retira de la actividad política. “Fue una persona que peleó contra los portugueses, que peleó contra los porteños, por decir una forma, y que peleó también contra la corona española en el marco de la independencia de su país”, precisó.
Dijo que, así como tenía seguidores, también se hizo de un importante número de enemigos y tras graves derrotas a principio de 1820, es cuando toma ruta hacia el Paraguay. En ese proceso, Artigas que tenía un pensamiento político basado en ideas de pacto federal, decide formar parte de la Liga Federal, que era una unión de pueblos de Corrientes, Entre Ríos, Misiones, contra La Unión, que eran los porteños, y básicamente se embanderaban con un sistema unionista, más que un sistema federal.
“Allí es que sufre una segunda importante derrota, que es la batalla de las Tunas que, sumado a la anterior derrota en Tacuarembó, Uruguay; estas dos derrotas significaron una proscripción de Artigas y es en ese sentido que aplica esa figura de asilo político en la incipiente República del Paraguay que en ese momento estaba bajo la dictadura perpetua de Rodríguez de Francia”, indicó.
Velázquez resaltó que como muestra de libertario, una de sus anécdotas es que compró a un esclavo negro, Joaquín Lencina, más conocido como Ansina o negro Ansina, que inmediatamente le otorga la libertad al hombre, éste se vuelve su compañero de vida y amigo personal, que lo acompañó a Paraguay, incluso hasta el día de su muerte, ya como hombre libre, y falleció diez años después a los 90 años.
“En su lucha por la integración él siempre se embanderaba con la necesidad de que los pueblos se integren y trabajen por esa integración. También hay que destacar de Artigas que se embanderaba por la causa popular de los pueblos, que lo llevó a ser un caudillo importante, que acarreaba a su pueblo”, acotó.
Destacó que todas estas acciones han sido importantes para su figura, que incluso impactó en Paraguay, impresionando al dictador Francia, quien le permitió el asilo en el país. “El impacto de sus pensamientos no solo fue en su país, sino a nivel regional, de ahí que tiene tanto impacto en el Paraguay”, concluyó.
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Carmen Dora, su pintura y el legendario 121
- Por Toni Roberto
- tonirobertogodoy@gmail.com
Este domingo, Toni Roberto nos lleva hasta el alma de una vieja casa de la calle Tte. Ruiz, del barrio Las Mercedes, donde habitaba la pintora Carmen Dora Pérez, una artista que hoy, después de más de una década de su partida, es redescubierta por la investigadora, antropóloga y artista Fátima Martini. Inspirado en ello, el autor de estas páginas hace un recorrido imaginario por su obra en el legendario pequeño coche de esta mujer paraguaya del siglo XX.
Tengo una sola manera de mirar la obra de Carmen Dora Pérez (1930-2011); sentado en su antiguo Mazda 121 de los años 70, recorriendo con ella y su madre Mamá Dora, su eterna copiloto, los barrios de Asunción. Los que tuvimos el privilegio de conocerla y alternar por varios años podemos visualizar su pintura de otra manera, desde la inmaculada subjetividad que nos dan los afectos, aquellos imborrables que nos regaló ella, gracias a una ciudad que en aquellas décadas era muchos más lenta y que nos daba la posibilidad de sumergirnos en lo que hoy, en el siglo XXI, llamamos “glocalidad”.
“Carmen Dora, ¿podés dejarme en la parada del 30?” o “¿te vas a ir a la muestra en Magíster, nos podemos ir contigo?” son los vagos recuerdos que me quedan de aquellos maravillosos años 80, cuando nos conocimos en la vieja casita de madera del IDAP (Instituto para el Desarrollo Armónico de la Personalidad), al que llamábamos naturalmente la casita del TEI.
En largas clases de pintura con Olga Blinder, se notaba quién seguía al pie de la letra las instrucciones y también quiénes no, como Carmen Dora y yo, que junto a otros formábamos esa rebelde cofradía. Cuando Fátima Martini me presentó el delicado trabajo de rescate de su obra contenida en unas páginas digitales, esa ventana de la notebook se convirtió en la misma de aquel autito celeste de cuatro puertas que parecía preparado para un viaje con la familia Picapiedra. Mujeres, mujeres y más mujeres, como ella, una generación que nació entre los quehaceres del hogar de una tradicional ama de casa y la determinación de llevar tareas independientes como lo hizo ella a partir de la decisión de dedicarse a la expresión tomando varios talleres de arte.
CARMEN DORA Y LA LIBERTAD DE LAS PALOMAS
Todas las féminas retratadas por Carmen Dora tienen mucha personalidad. Tal vez desde una mirada chagalliana, congeladas en el tiempo, recordando a muchas de su generación que vivían a caballo entre la opresión y la potente libertad que dan las palomas que aparecen y desaparecen en sus obras. En el recorrido en el legendario coche, llegamos a sus arquitecturas y a sus particulares flores que, después de ver tantas damas retratadas por ella, con una mirada a “no sé dónde”, me recuerdan a la primera pintora paraguaya Ofelia Echagüe Vera de Kunos, tal vez rescatada de las enseñanzas de Blinder, quien fuera alumna y vecina de aquella adelantada mujer paraguaya del siglo XX, dibujante, pintora y educadora.
Todo ello me lleva a buscarlas en esas casonas, en esas flores, en esas naturalezas. Tal vez, conciente o inconcientemente, siempre estarán ahí, en cada una de esas puertas, de esas ventanas, en cada pétalo de las flores de algunos de sus jarrones, en la torre de alguna de sus iglesias o simplemente en la tensa quietud de sus fugaces palomas decididas a volar a quién sabe dónde.
El viaje en el 121 terminó. Llegamos a su casa, a una angosta pero extensa cuadra de la calle Tte. Ruiz, del barrio Las Mercedes, tratando de seguir recorriendo la obra de Carmen Dora Pérez, que hoy nos sorprende al redescubrirla en la tercera década del siglo XXI desde un rincón de la ciudad de Asunción.
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Jinetes entregaron cartas de escolares uruguayos
Desde el jueves pasado se encuentran en el país los jinetes uruguayos que durante más de un mes recorrieron 1.000 kilómetros para conmemorar el centenario de la escuela Artigas, que será mañana domingo. Los chasques entregaron ayer viernes cartas de escolares uruguayos dirigidas a sus pares paraguayos que acuden a la única escuela pública de Uruguay en el extranjero.
El 15 de marzo, alumnos de sexto grado de la escuela n.° 4 “José Artigas” y de la escuela n.° 51 “Paraguay” entregaron al jinete Leonardo Saracho de puño y letra durante el acto de partida que celebraron en la Plaza Independencia de Montevideo, donde se encuentra el mausoleo con los restos del prócer uruguayo José Gervacio Artigas.
La Marcha Paraguay se constituye en “un homenaje a la escuela pública enmarcado en los valores artiguistas y que involucra a 21 centros educativos de 11 departamentos del país”, señaló la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). Además, a las escuelas que entregaron cartas se obsequiaron semillas del árbol ibirapitá del solar donde Artigas vivió la última década de su vida, y que luego de 70 años se creó esta escuela en su honor.
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Visitantes ilustres
El viernes pasado, los dos grupos de jinetes que estaban rumbo a Asunción fueron agasajados en la institución educativa ubicada en el predio del Jardín Botánico, en tanto, la Municipalidad de Asunción y la Junta Municipal los distinguieron como visitantes ilustres. Se entregaron reconocimientos a los jinetes Eduardo Acosta y Leonardo Zaracho, quienes comandaron la “marcha al Paraguay” y al señor José Arana, representante de “Marcha tras las huellas del Gral. José Gervasio Artigas”.
El regimiento de jinetes uruguayos, además, está integrado por representantes de agrupaciones tradicionalistas del Uruguay, así como también por integrantes del Regimiento Simbólico San Jorge y efectivos militares en actividad y representantes del Regimiento “Blandengue de Artigas”, de Caballería n.º 1.
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Escuela Artigas, el abrazo centenario desde Uruguay
Mañana domingo 28 de abril, la escuela Artigas de Asunción celebrará su centenario y prepara un acto central del que participarán representantes del Gobierno de Uruguay y autoridades nacionales, así como una veintena de jinetes uruguayos que recorrieron 1.000 kilómetros para rendir homenaje al prócer uruguayo José Gervasio Artigas, quien vivió sus últimos años de vida en el predio donde se construyó la institución educativa en su honor.
“Para nosotros todo el 2024 es el año del centenario, entonces a lo largo del año vamos a tener diferentes eventos de distinta índole, algunos culturales otros más históricos, más comunitarios y recreativos”, indicó María José Volpe, directora del centro educativo ubicado en la entrada del Jardín Botánico y Zoológico de la capital del país, a La Nación/Nación Media.
RECIBIMIENTO DE JINETES
Ayer viernes se vivió una una jornada de recibimiento para los jinetes uruguayos que venían realizando la marcha al Paraguay. “Son dos grupos, uno que ya ingresó por Encarnación y viene transitando por las rutas del Paraguay; y otro que ingresó el jueves por Clorinda, y que ya esta llegando. Los vamos a recibir, vamos a tener un acto en el cual van a participar los niños, el intendente y concejales. Y después vamos a tener un almuerzo compartido con los niños y la familia”, detalló Volpe.
EXPOSICIÓN DE ARTES PLÁSTICAS
Una exposición colectiva de artes plásticas marcó el inicio de los festejos en la escuela Artigas. La muestra quedó habilitada el martes 23 y estará abierta al público en general hasta el lunes 29 de abril, en horario de 8:00 a 12:00. “Los artistas se inspiraron precisamente en el centenario de la escuela y a través de sus obras trataron de plasmar lo que para ellos significa la escuela”, destacó.
PRIMER ACTO
En la mañana de ayer viernes se llevó a cabo un acto oficial en conmemoración por los 100 años de creación de la emblemática Escuela Solar de Artigas, de Asunción, instalada al costado del Jardín Botánico y Zoológico. El evento tuvo como principales protagonistas a la comitiva de jinetes de la Unión Aparcerías y Sociedades Tradicionalistas del Uruguay, quienes realizaron una extensa travesía de más de 1.000 kilómetros desde la ciudad de Montevideo. Las tropas eran dirigidas por Eduardo Acosta y Leonardo Zaracho, respectivamente.
Del acto participaron el intendente de Asunción, Óscar “Nenecho” Rodríguez, concejales y directores municipales y autoridades educativas, diplomáticos de países amigos, integrantes del Poder Ejecutivo, junto con los estudiantes de la mencionada institución capitalina ubicada sobre la avenida Primer Presidente.
El grupo de jinetes uruguayos realizó un recorrido por el llamado “camino de Artigas”, rememorando el viaje a caballo realizado en su momento por el general José Gervasio Artigas, cuyo nombre lleva la centenaria escuela asuncena. Acompañó a los jineteros uruguayos el presidente de la Asociación de Jinetes del Paraguay, Delfín Guimarães.
Se trata de la única institución educativa dependiente del Ministerio de Educación del Uruguay que se encuentra en territorio extranjero.
ACTIVIDADES PARA MAÑANA Y EL AÑO
Para este domingo 28 de abril se prevé otro acto oficial, considerando que es la fecha en que fue fundada la escuela Artigas. La directora de la institución educativa María José Volpe dijo que el acto organizado, más allá del protocolo y la ceremonia que se merece, está pensado desde el encuentro y la emoción.
Se celebra 100 años de existencia de una institución que es un signo tanto para el Uruguay como para el Paraguay, en cuanto representa la unión, la fraternidad y los lazos de amistad que unen a nuestros países, afirmó.
Como parte de los 100 años, en agosto se realizará la fiesta celeste con apoyo del Consulado para celebrar la independencia de Uruguay, en tanto en setiembre se prevé una participación de la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción (OSCA) y una actuación de la Orquesta del Congreso Nacional.
El 28 de abril de 1924 marcó un hito en la historia educativa de Paraguay con la inauguración de la escuela Artigas y de esta institución han egresado numerosas figuras representativas para la sociedad, entre ellas, la escritora Elsa Wiezel y el doctor Agustín Goiburú, médico y libertario.