La reactivación del servicio de ferrocarriles de carga y de pasaje­ros entre Paraguay y Argentina a través del puente San Roque Gon­zález de Santa Cruz es una de las noveda­des más importantes de este mes. Su inci­dencia en el transporte de productos varios para las exportaciones e importaciones paraguayas y el traslado de pasajeros entre Encarnación y Posadas ayudarán a mejorar el servicio comercial y de pasajeros entre Paraguay y Argentina. Será una invalora­ble ayuda para dinamizar la economía de ambos países mediante la intensificación del intercambio mercantil y la fluidez del viaje de las personas, con todo lo que ello implica, entre una y otra orilla del Paraná.

Como los trenes son de propiedad argentina, el Paraguay tendrá que colaborar en el inter­cambio, facilitando la fluidez de los viajes y solucionando las dificultades logísticas del lado paraguayo, para que el beneficio sea de mayor provecho para los intereses de la pro­ducción nacional y de los que habitan nues­tro país. De paso es la única actividad en que intervendrá Ferrocarriles del Paraguay SA (Fepasa) para justificar su existencia de empresa ferroviaria sin unidades de trenes.

Luego de 7 años, el martes 6 de setiembre volvió a cruzar de Posadas a Encarnación un ferrocarril de carga del vecino país. El tren llevará productos paraguayos de expor­tación a los puertos del Río de la Plata que tienen conexión con los mares del mundo, y traerá desde ellos importaciones con des­tino a nuestro país. El servicio de ferrocarril internacional de la línea argentina General Urquiza podrá llevar mercaderías atrave­sando las provincias de Misiones, Corrien­tes, Entre Ríos y llegará finalmente en la de Buenos Aires, que tiene puertos donde atra­can barcos de ultramar.

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Cuando los trenes cargueros salían de nues­tro país, años atrás, han llegado a transpor­tar hasta 500 mil toneladas de productos por año. Se espera que en la actualidad pue­dan aumentar hasta alcanzar a un millón de toneladas anuales, teniendo en cuenta los problemas de transporte fluvial que está sufriendo el país a causa de la poca profun­didad de los ríos. Lo que da una idea de la importancia que puede llegar a tener este servicio ferroviario para la economía para­guaya.

La habilitación oficial del servicio ferro­viario de pasajeros entre Encarnación y Posadas se realizó el pasado lunes 12, y ayer martes 13 comenzó el transporte de per­sonas entre ambas ciudades, luego de una interrupción de dos años ocasionada por la pandemia. En este caso, el tren es una línea de la empresa privada de transporte posa­deño Don Casimiro, que explota también el trabajo de los colectivos urbanos de la ciu­dad argentina. En sus vagones pueden via­jar hasta 190 pasajeros por vez, cada media hora, lo que ayudará a descongestionar grandemente el tráfico vehicular del puente San Roque.

La reactivación del transporte ferrovia­rio con la Argentina constituye un hecho de altísima importancia, sobre todo para el Paraguay, que por su mediterraneidad necesita toda suerte de servicios para lle­var productos nacionales destinados a la exportación a los puertos, que a través de los mares conectan con el resto del mundo. Lo mismo que para la importación de toda suerte de mercaderías destinadas al mer­cado paraguayo.

Además de la facilidad para el transporte de productos de exportaciones e importacio­nes, el mayor movimiento de personas en el lado paraguayo ayudará a dinamizar la acti­vidad comercial con el aumento del ingreso de extranjeros que buscan en el país produc­tos importados y nacionales a menor precio que en la Argentina. Lo cual generará más ventas para las empresas y posibilitará la apertura de nuevas fuentes de trabajo.

Los límites políticos y geográficos entre los países no deben dificultar la circulación de personas y mercaderías. Deben ser más bien vías de mejor comunicación que faciliten los intercambios de mutua conveniencia de los grupos humanos. Por eso en todo el mundo las naciones de diferentes convicciones polí­ticas e ideológicas, con raras excepciones, van abriendo sus fronteras para hacer más fluido el intercambio social y comercial para conveniencia de sus pueblos.

El Paraguay, que desde siglos sufre un duro encierro debido a su mediterraneidad geo­gráfica, debe romper las barreras de la inco­municación con todos los medios posibles. Y para ello la conexión con los servicios ferro­viarios internacionales será de gran ayuda.

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