Toyota aumentó el 4 de noviembre sus proyecciones de beneficios para 2021, tras un trimestre fuerte que le permitió compensar los cortes en la producción debido a la falta de semiconductores y problemas en la cadena de abastecimiento.

El mayor vendedor mundial de autos proyecta una ganancia neta de 2,49 billones de yenes (21.800 millones de dólares) para el año fiscal a marzo de 2022, desde una proyección anterior de 2,3 billones de yenes (20.100 millones de dólares).

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“La producción ha declinado en todo el mundo, pero nuestros proveedores, plantas y vendedores han hecho grandes esfuerzos para suministrar el máximo de vehículos posible”, dijo el gigante japonés. En el segundo trimestre (de julio a septiembre según su año fiscal), la ganancia neta de Toyota subió 33,2% a 626.700 millones de yenes (unos 5.500 millones de dólares), con ventas por 7,5 billones de yenes (65.700 millones de dólares).

Toyota se recuperó más rápidamente que sus competidores del impacto de los cierres por la pandemia, y volvió al primer lugar en ventas el año pasado. Pero se vio afectado por la escasez mundial de semiconductores que golpea a los fabricantes de autos en todo el mundo.

Aunque inicialmente parecía en mejores condiciones que sus rivales de enfrentar la escasez, eventualmente enfrentó dificultades para cumplir sus metas de producción. Ante ello, Toyota redujo su producción en unas 550.000 unidades entre julio y septiembre, y continuará reduciendo en el actual trimestre.

Crítica a crédito fiscal para vehículos eléctricos

Toyota instó a Washington a no “jugar a la política” con las cuestiones medioambientales ofreciendo créditos fiscales para los vehículos eléctricos fabricados en Estados Unidos, uniéndose a un coro de oposición extranjera a la cuestión. En el esfuerzo del presidente Joe Biden por ayudar a los trabajadores estadounidenses, la ley Build Back Better (Reconstruir mejor) propone 4.500 dólares en créditos fiscales para los vehículos eléctricos fabricados en Estados Unidos por trabajadores sindicalizados.

Toyota, cuyas 10 fábricas de automóviles en Estados Unidos emplean a 36.000 trabajadores, sí está a favor de “incentivos a la compra de vehículos eléctricos a fin de acelerar la transición” a la electricidad, dijo la empresa en un comunicado.

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Sin embargo, el fabricante de automóviles japonés agregó que los créditos propuestos para los vehículos fabricados por los sindicatos devalúan el trabajo de aquellos que decidieron no unirse a un sindicato, y envían un mensaje de que la promoción de los sindicatos es más importante que la lucha contra el cambio climático. “No juguemos a la política con el medio ambiente, el trabajador del automóvil estadounidense ni el consumidor estadounidense”, dijo Toyota. “Esto no es justo. Esto no es correcto”.

El embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma Barragán, y otras dos docenas de embajadores expresaron en una carta dirigida a los líderes del Senado y la Cámara de Representantes que esta normativa sería “discriminatoria” para los productores automotores extranjeros e iría “en detrimento” de compromisos comerciales internacionales.

México advierte a EEUU

México y una veintena de países expresaron a Estados Unidos su “preocupación” sobre la posible adopción de incentivos fiscales para la compra de vehículos eléctricos producidos en territorio estadounidense, señalando que esto violaría acuerdos comerciales vigentes, según un comunicado difundido a inicios de noviembre.

En una carta dirigida a los líderes del Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos, los embajadores señalaron que esta normativa sería “discriminatoria” para los productores automotores extranjeros e iría “en detrimento” de compromisos comerciales internacionales, señaló el texto divulgado por la embajada de México en Washington.

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Los legisladores estadounidenses debaten conceder incentivos fiscales a los consumidores que compren automóviles eléctricos ensamblados en Estados Unidos con el objetivo de acelerar el uso de esta tecnología con fines ambientales.

Pero según los embajadores, tal como está planteada, esta normativa reduciría las opciones de los consumidores en el mercado estadounidense a solo dos vehículos eléctricos de los más de 50 actualmente disponibles, lo cual parecería “contraproducente” para lograr el objetivo compartido de reducción de las emisiones de carbono.

El comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México alerta en particular que, de aprobarse esta legislación, se violarían disposiciones de libre comercio norteamericanas establecidas en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

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“Este llamado al Congreso de Estados Unidos busca que se reconsidere la adopción de esta legislación y se replantee una vía alternativa para acelerar la adopción de vehículos eléctricos, que no utilice incentivos que resulten discriminatorios contra ningún país o productor”, precisó.

Además de México, firmaron la misiva los embajadores en Estados Unidos de la Unión Europea, Alemania, Austria, Bélgica, Canadá, Chipre, Corea del Sur, Croacia, Eslovenia, Eslovaquia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Irlanda, Italia, Japón, Malta, Polonia, República Checa, Rumania y Suecia.

Fuente: AFP.

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