La historia de Bartimeo el ciego se encuentra en el evangelio de Mateo 20:29-34.
El relato habla de que a Jesús le seguía una gran multitud y que el ciego estaba junto al camino. Cuando Bartimeo supo que era Jesús quien pasaba, empezó a gritar: “¡Jesús, hijo de David, ten misericordia de mí!”. Gritó tanto que muchos lo reprendieron y le dijeron que se callase, pero él insistió aún más y siguió gritando. Entonces, Jesús lo mandó llamar y le preguntó qué quería que hiciese. Él pidió recibir la vista y la recibió.
Sin duda, Bartimeo era un ciego con visión, en el sentido que él sabía perfectamente lo que quería y de quién podría obtener aquello que anhelaba. Una vez preguntaron a Hellen Keller, escritora estadounidense sorda y ciega, qué es peor que ser ciega y ella respondió: “No tener visión”. El que no tiene visión, no puede ver el futuro, no puede esperar nada, no tiene expectativa, no tiene sueños, no anhela nada, no tiene fe, porque la fe tiene que ver con el futuro, en el sentido de que cuando tengo fe en algo aún no lo estoy viendo, aún no lo tengo. En incoherente que alguien diga: “Tengo fe de que tendré algo” cuando ya lo tiene; la fe es creer en algo antes de verlo. El apóstol dijo: “Caminamos por fe, no por vista”. El creyente vive su vida creyendo, siempre mira para el frente y espera algo bueno.
Tenemos que saber qué queremos y dónde conseguirlo. Bartimeo sabía lo que quería: recobrar la vista, y dónde lo conseguiría: en Jesús.
Hay gente que no sabe lo que quiere, y menos de dónde lo puede conseguir. Un dicho dice que para un barco sin rumbo ningún viento le sopla a favor.
Por otro lado, hay gente que sabe lo que quiere, pero lo busca en un lugar incorrecto. Creo yo, que toda persona normal y sana emocionalmente quiere, por poner un ejemplo, una buena familia, quiere formar un lindo hogar, quiere tener una vida plena, pero podría estar buscando estas cosas en lugares incorrectos o desde la actitud equivocada. Puede que sus conceptos sean errados o que sus emociones estén dañadas, o puede que esté llena de amargura, rebeldía e incredulidad y todo esto hace que yerre el camino. Tiene orgullo, egoísmo o deslealtad, y esto impide la confianza, el crecimiento del amor y la consolidación de la unidad.
Acude en busca de ayuda a fuentes erróneas: a gurúes, brujos, al humanismo u otras ideologías, pero no a su fuente de gracia y bendición, que es Cristo. La mayoría de las personas no quieren acudir a Cristo porque saben, instintivamente, que Él les pedirá que renuncien a sus egos y a sus caprichos, y tendrán que salir de su comodidad, perdonar, servir y renunciar. Sin embargo, ese es el camino correcto para ser felices y tener victorias.
Si vos sabés lo que querés y acudís a la fuente correcta, ya lograste dos de los tres principales pasos para obtener lo que anhelás. El tercero es tener una actitud correcta.
Bartimeo tenía una actitud correcta en cuanto a su fe, tenía una fe persistente. A pesar de su ceguera física, supo darse cuenta de que su bendición estaba pasando cerca. Esto es porque él estaba atento, expectante, de seguro sabía quién era Jesús y los milagros que realizó y creía que también podría hacer uno con él.
Para que la oportunidad no pase de largo, tenemos que tener la capacidad de estar atentos, expectantes.
Bartimeo clamó sin vergüenza ni etiquetas. La Biblia dice que la esperanza no avergüenza. ¿Por qué tendríamos que tener vergüenza de clamar a Dios por ayuda? Solo el que desea algo malo debería de tener vergüenza de clamar, de exteriorizar su necesidad. El que desea lo bueno no debe tener vergüenza.
Puede también que incluso el que desea lo bueno tenga vergüenza, por guardar una imagen. Esto es orgullo y, si vamos a conseguir algo de Dios, tiene que ser con una actitud humilde y sincera.
Cómo la bomba atómica transformó la cultura japonesa
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Las bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki han influido profundamente y durante décadas en la cultura japonesa, inspirando desde el aliento atómico de Godzilla o las historias en los mangas. El título en japonés del manga “Astro Boy” es “Átomo poderoso”, mientras que otros animes famosos como “Akira”, “Neon Genesis Evangelion” y “Ataque de los titanes” muestran explosiones a gran escala.
"Atravesar un sufrimiento extremo" y exorcizar un trauma es un tema recurrente en la producción cultural japonesa, y esto “fascinó al público mundial”, comenta William Tsutsui, profesor de Historia en la Universidad de Ottawa. Las bombas estadounidenses lanzadas en agosto de 1945 causaron alrededor de 140.000 muertos en Hiroshima y 74.000 en Nagasaki.
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, las historias de destrucción y mutaciones se han asociado al temor a las frecuentes catástrofes naturales y, después de 2011, al accidente de Fukushima. Si bien algunos poemas “describen el terror puro causado por la bomba atómica en el momento en que fue lanzada”, muchas obras abordan el tema de forma indirecta, confirma la escritora Yoko Tawada.
En su libro “El emisario”, publicado en Japón en 2014, Tawada se centra en las secuelas de una gran catástrofe, inspirándose en las similitudes entre las bombas atómicas, Fukushima y la “enfermedad de Minamata”, un envenenamiento por mercurio debido a la contaminación industrial en el suroeste de Japón desde la década de 1950. “No se trata tanto de una advertencia como de un mensaje para decir: las cosas pueden empeorar, pero encontraremos la manera de sobrevivir”, explica Tawada.
“Godzilla” es sin duda la creación más famosa que refleja la compleja relación entre Japón y la energía nuclear: una criatura prehistórica despertada por ensayos atómicos estadounidenses en el Pacífico. “Necesitamos monstruos para dar forma y rostro a miedos abstractos”, afirma Tsutsui, autor del libro “Godzilla en mi mente” (no traducido al español).
“En la década de 1950, Godzilla cumplió ese papel para los japoneses, con la energía atómica, con las radiaciones, con los recuerdos de las bombas atómicas”. Muchos salieron llorando del cine después de ver a Godzilla arrasar Tokio en la película original de 1954.
El tema nuclear está presente en las casi 40 películas sobre Godzilla, pero a menudo no se destaca en las tramas. “Al público estadounidense no le interesaban mucho las películas japonesas que reflejaban el dolor y el sufrimiento de la guerra y que, en cierto modo, hacían referencia negativa a Estados Unidos y a su uso de las bombas atómicas”, según Tsutsui. Pese a todo, la franquicia sigue siendo muy popular, y “Godzilla Resurge” tuvo un gran éxito en 2016. La película se percibió como una crítica a la gestión de Fukushima.
“Lluvia negra”, novela de Masuji Ibuse de 1965 sobre la enfermedad y la discriminación causadas por la radiación, es uno de los relatos más conocidos sobre el bombardeo de Hiroshima. Ibuse no era un superviviente, lo que alimenta un “gran debate sobre quién tiene legitimidad para escribir este tipo de historias”, explica Victoria Young, de la Universidad de Cambridge.
Kenzaburo Oe, escritor y premio Nobel de Literatura en 1994, recopiló testimonios de supervivientes en “Cuadernos de Hiroshima”, una colección de ensayos escritos en la década de 1960. Oe optó deliberadamente por el género documental, señala Yoko Tawada. “Se enfrenta a la realidad, pero intenta abordarla desde un ángulo personal”, incluyendo su relación con su hijo discapacitado, añade.
Tawada vivió en Alemania durante 40 años, después de crecer en Japón. “La educación antimilitarista que recibí hacía pensar a veces que solo Japón fue una víctima” durante la Segunda Guerra Mundial, cuenta. “En lo que respecta a los bombardeos, Japón fue una víctima, sin duda”, pero “es importante tener una visión global” y tener en cuenta las atrocidades que también cometió.
De niña, las ilustraciones de los bombardeos atómicos en los libros le recordaban a las descripciones del infierno en el arte clásico japonés. “Me llevó a preguntarme si la civilización humana no era en sí misma una fuente de peligros”, subraya. Desde esta perspectiva, las armas atómicas no serían tanto “un avance tecnológico como algo que acecha en el seno de la humanidad”.
Cayo Sila Godoy: un puente entre Mangoré y el presente
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Jimmi Peralta
Fotos: Gentileza
Óscar Bogado Rolón y Javier Acosta Giangreco desarrollaron una investigación que aborda la vida y obra de uno de los herederos musicales de Agustín Pío Barrios, el villarriqueño Cayo Sila Godoy. Tras prácticamente salvar del olvido el legado de Mangoré, el suyo requiere de manera impostergable que se realice lo propio. A ese objetivo apunta esta empresa conjunta entre un investigador histórico y un musicólogo e intérprete.
En la primera mitad del siglo XX, Paraguay vivió un desarrollo de talento y formación musical que marcó su historia cultural para siempre. Con nombres como Agustín Pío Barrios, José Asunción Flores, Herminio Giménez, Félix Fernández, Remberto Giménez, Gerardo Fernández Moreno, Mauricio Cardozo Ocampo, Darío Gómez Serrato, esas primeras décadas cimentaron la música paraguaya contemporánea.
Entre esos nombres aparecerá Cayo Sila Godoy (1919-2014), un guitarrista virtuoso que se formó con maestros de la talla de Andrés Segovia. Trabajó en la vanguardia compositiva, en trazar la escuela de otros artistas y en el rescate de la creación del más importante señor de la guitarra clásica en Paraguay, Agustín Barrios.
En esta charla con El Gran Domingo de La Nación, los autores se refieren al libro que han presentado esta semana, “El sortilegio de Sila Godoy. Vida, obra y legado”, que es una investigación sobre su devenir como persona y artista, rescatando su aporte en un país amante de la guitarra.
“El sortilegio de Sila Godoy. Vida, obra y legado” es una investigación
sobre su devenir como persona y artista
–¿Cuál fue el elemento que los impulsó a realizar esta investigación sobre la vida y obra del maestro?
–OBR: Es un proyecto que ya lleva algunos años de trayecto. Coincidimos con Javier (Acosta Giangreco) en la necesitad de revalorizar la figura de Sila Godoy y de trabajar un texto completo, no solo biográfico, sino de análisis musicológico. Esta obra busca rendir un homenaje a un músico destacado que ha caído un poco en el olvido y unir, con ellos, los cabos sueltos de la historia de la música paraguaya, principalmente en guitarra clásica, donde tenemos una tradición centenaria y muchos cultores.
–¿Como autores tienen o tuvieron algún vínculo particular con Sila Godoy y la guitarra?
–OBR: Javier es guitarrista de profesión y musicólogo; yo, además de ser un apasionado de la música paraguaya, me estoy centrando, en los últimos años, en investigaciones sobre la cultura paraguaya. Hace veinte años que trabajo en investigación histórica y he optado por priorizar lo cultural, pues hay mucho por descubrir y rescatar. No tenemos vinculación de amistad o parentesco con el maestro Sila Godoy, conocemos su trabajo y coincidimos en que merece mucha más difusión de la que tiene actualmente.
ENLACE ENTRE ÉPOCAS
–¿Qué relevancia les parece que tiene la figura de Sila Godoy en la historia musical paraguaya?
–JAG: Sila Godoy fue el puente entre Agustín Barrios y la actualidad, su legado fue fundamental para las generaciones posteriores. Hay que recordar que Agustín Barrios muere en El Salvador en 1944. Su figura prácticamente quedó en el olvido en años posteriores a su desaparición física. Sila Godoy fue el primero en interesarse en recopilar el trabajo y documentos del genio sanjuanino. Así es como se encargó de difundir su trabajo en todo el mundo, llegando a los guitarristas más importantes del planeta. Esto permitió que la obra de Barrios sea hoy tocada en todo el mundo. La causa de Sila Godoy en rescatar a Barrios fue inspiración para los guitarristas posteriores que tomaron la misma senda.
–¿Qué fuentes bibliográficas preceden a este trabajo?
–OBR: Una fuente muy valiosa para nuestra investigación fue el álbum de programas de concierto que publicó Elisa Godoy Álvarez, la hija de Sila. Sirvió de guía y acortó mucho tiempo en cuanto a la orientación cronológica. Fue más fácil buscar información sobre hechos y fechas bien determinados.
Óscar Bogado Rolón, investigador histórico
HIPÓTESIS
–¿Qué hipótesis pudieron ser confirmadas con esta investigación y qué otras fueron descartadas?
–JAG: Pude confirmar que efectivamente Sila Godoy fue el que presentó las obras de Barrios al guitarrista australiano John Williams. Hay una carta firmada por Williams en la que afirma que gracias a Godoy descubrió el trabajo de Mangoré. Mucho se dijo que fueron los alumnos de Barrios en El Salvador quienes hicieron este nexo, pero Williams asegura que este acceso fue gracias a Sila Godoy. Otra cosa que pude constatar fue que Sila Godoy fue el primer músico paraguayo que escribe música atonal. Aunque de manera tímida, arranca con su pieza “Jana Szennes”, a finales de la década del 40 del siglo pasado. Así también, fue el primer guitarrista clásico en tocar guaranias de José Asunción Flores. Al mismo tiempo, pude descartar varios mitos, siendo el principal que Sila Godoy fue autodidacta. Esto es completamente falso, ya que fue de los músicos mejor formados que tuvimos en el Paraguay.
–¿Cuáles fueron los archivos que pudieron consultar?
–OBR: Consultamos toda la bibliografía disponible, hicimos hemeroteca. Felizmente hay muchas publicaciones periodísticas que testimonian las distintas etapas de la carrera de Sila. Entrevistamos a sus familiares y músicos que llegaron a tratar con el maestro. Pudimos hallar también muchos audios y textos de entrevistas del propio Sila Godoy, con propia versión de muchos episodios de su vida.
–¿Qué pudieron hallar respecto al contacto inicial de Sila Godoy con la música?
–OBR: Sila Godoy creció en una familia donde la música siempre estuvo presente y fue un niño prodigio. Desde temprano se destacó en la guitarra, pero no se conformó con esa habilidad innata. También desde temprano se formó y practicó disciplinadamente. Es decir, trabajó su talento para llegar a niveles muy elevados.
–¿Con qué referentes de la época compartió en ese proceso?
–OBR: Sila Godoy se formó con los mejores profesores del país, tanto en Villarrica como en la capital, donde recibió una beca en el Ateneo Paraguayo. Después siguió un curso de perfeccionamiento en Buenos Aires con la guitarrista Consuelo Mallo López y, más tarde, con el maestro Andrés Segovia, en España. Es decir, probablemente fue el músico mejor formado de nuestro país.
EXIGENCIA TÉCNICA
–¿Como guitarrista te tocó interpretar obras o arreglos suyos?
–JAG: Sí, toco con regularidad su arreglo de la guarania “India” que creo que es una cima muy difícil de superar en cuanto a calidad y exigencia técnica llevada a la música paraguaya. También me gusta mucho tocar “Sortilegio”. Esta composición de Sila Godoy es muy efectista y tiene un uso muy exótico de la armonía.
Javier Acosta Giangreco, musicólogo
–¿Cuál fue la relación que tuvo Sila Godoy con figuras como José Asunción Flores y Carlos Lara Bareiro?
–OBR: Con Flores fueron amigos y trataron bastante en la década del cuarenta. En ese tiempo Sila residía en Buenos Aires. Fue uno de sus periodos más creativos. Escribió versiones para guitarra de varias de las clásicas guaranias de Flores, entre ellas “India” y “Ne rendápe aju”. Con Lara Bareiro los unió una entrañable amistad. Ambos fueron compañeros de estudio en el Ateneo Paraguayo, también en la década del cuarenta, a inicios de esa década.
–¿Qué características técnicas y estilísticas presentan sus obras?
–JAG: No voy a enmascarar o suavizar la cosa... Sus obras son muy complejas y exóticas. Sila Godoy tenía una habilidad rara de destreza en ambas manos. Esto hacía que toque de manera sorprendente. Naturalmente, sus composiciones y arreglos serán una apuesta aún más exigente que el mismo propone gracias a sus dotes naturales. Su obra “Éxtasis” es tal vez una de sus piezas más exigentes, que requiere una alta coordinación entre ambas manos. Su estilo va siempre por lo atonal. Le gustan las sonoridades duras y armonías disonantes. Es un compositor del siglo XX que busca expresarse mediante técnicas muy vanguardistas de composición. El guitarrista que se anime a trabajar su obra no solo requiere de una técnica muy sólida, sino también de conocimientos de música del siglo XX. No se puede entender la música de Sila Godoy sin entender cómo funciona la estética de Arnold Schönberg, compositor austriaco que formó toda una corriente musical de vanguardia. Lastimosamente, en la actualidad la mayoría de los guitarristas se cierran a un repertorio más digerido y se aventuran menos a explorar el repertorio de vanguardia.
–¿Podría hablarnos un poco de su faceta de creador?
–OBR: Hemos encontrado cerca de treinta obras compuestas por Sila Godoy siguiendo distintas fuentes. Lastimosamente, muchas partituras han desaparecido o están incompletas. La búsqueda de esos documentos continúa y una siguiente etapa sería reunir y publicar todos sus trabajos.
INGENTE LABOR
–¿Qué se puede sintetizar de los aportes de Sila como maestro, investigador, gestor y compositor?
–OBR: Sila Godoy como investigador se encargó de construir el acervo de Agustín Barrios, que hoy forma parte del patrimonio de la humanidad. En esa labor, descuidó inclusive su faceta de compositor, aunque dejó obras muy valiosas, como “Sortilegio”, que dio nombre al libro; “Éxtasis”, que recibió el Premio Nacional de Música en 2013, por dar un par de ejemplos. Sus composiciones merecen, asimismo, una mayor difusión. Entre nuestros proyectos está también la publicación de sus partituras. Fue principalmente un gran concertista, aunque dejó muy pocas grabaciones en comparación a su dilatada carrera de ocho décadas.
–Finalmente, para cerrar la charla ¿qué podría destacar de la obra que inspiró el título del libro?
–JAG: “El sortilegio de la guitarra” es una obra dedicada al encanto o el hechizo de este instrumento. Esta pieza Sila la escribe en plena madurez creativa. Es una suerte de homenaje a la compañera de toda su vida (la guitarra). Esta pieza es una poderosa síntesis de muchas técnicas propias de la guitarra. En cuanto al uso de la armonía, pasa de una primera parte que aparenta tener un centro tonal, pero en la parte central se vuelve completamente atonal. La transición que hace entre tono y no tono es sorprendentemente natural, casi imperceptible. En suma, “El sortilegio de Sila Godoy” es un homenaje al encanto de este grandioso exponente de la guitarra paraguaya.
En los horarios de 16:00, 17:00 y 18:00 se realizarán este sábado los recorridos de una nueva edición de necroturismo en el principal camposanto de la capital. Asu Necro Tour invita a vivir hoy una experiencia única donde memoria, historia y arte se fusionarán en una atmósfera llena de misticismo.
Se contará con una ambientación especial con pasillos del silencio que susurran historias eternas, y la presencia de Las Lloronas que sumarán emotividad y realismo con su dolorosa y lamentera manera de expresarse. Igualmente, se hará un viaje al pasado recordando con relatos atrapantes a personajes históricos que descansan en la Recoleta. El costo por participante es de G. 15.000; los cupos son limitados. Los tickets se adquieren en www.asuncion.live
Asunción inicia los festejos por su 488 aniversario
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La municipalidad lanzó calendario de actividades culturales, artísticas y educativas.
A lo largo del mes de agosto se desarrollará un extenso programa de actividades con motivo del 488.° Aniversario de la Fundación de Asunción que se celebrará el próximo viernes 15 de agosto. La comuna capitalina, a través de su Dirección General de Cultura y Turismo (DGCT), ha presentado el calendario conmemorativo que este año se desarrollará bajo el lema “Asu 488: Celebrando con Alegría”.
Los festejos consistirán en diversas propuestas artísticas, educativas, cívicas y tradicionales a realizarse en distintos puntos de la capital. Se prevé la realización de ferias, exposiciones, talleres, concursos y espectáculos que buscan revalorizar nuestras tradiciones y fortalecer el sentido de pertenencia. Ayer, 1 de agosto, se arrancó con el tradicional Día Nacional del Carrulim, en el Centro Comunitario de Loma San Jerónimo. En este mismo barrio también se realizarán talleres infantiles y juveniles a cargo de la profesora Andrea José Supera, los días 2, 9, 15 y 17 de agosto como Festejo por el Día del Niño.
Por otro lado, hasta el 18 de agosto se realizará una Feria de Artesanía sobre la calle Juan E. O’Leary, organizada con agrupaciones que pertenecen al Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA), donde participan grupos como ASACIBAPA (Asociación de Artesanos de Asunción, Ciudades Vecinas y Afines del Paraguay) y artesanos que ya exponen en la Plaza de la Democracia.
ACTIVIDADES CENTRALES
Los festejos centrales tendrán lugar el viernes 15 agosto. Uno de ellos será el gran concierto de la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción (OSCA), la Orquesta de Cámara Municipal de Asunción (OCMA) y la Orquesta Juvenil de Asunción (OJA), en el Teatro Municipal Ignacio A. Pane, con entrada libre y gratuita. Por otro lado, habrá una gran fiesta popular denominada “Palma vy’a” en calle Palma y su entorno, donde se realizarán una feria de emprendedores, exposiciones y venta de artesanía.
Ese día también se llevará a cabo la 1.ª edición del Concurso de Danza Paraguaya “Estampas de Asunción” dirigido a niños y jóvenes de entre 10 y 15 años, desde las 17:00. La agenda oficial está disponible en las redes sociales de la Dirección General de Cultura y Turismo @CulturaAsu, donde se detallan día, hora y lugar de cada actividad.
IDENTIDAD ARTÍSTICA
Diseño de la identidad artística del 488 aniversario de la ciudad capital
La música y la artesanía paraguaya constituyen el eje central de la identidad artística del 488 aniversario de la Fundación de Asunción. El artista visual Félix Toranzos creó una composición artística a partir de cinco rosetas de guitarras, cada una de ellas con un significado especial, alusivo a nuestra riqueza cultural y a nuestra raíces. Fueron diseñadas especialmente por la luthier paraguaya Luz Borja. Como homenaje a los 100 años de la guarania, en el diseño se destaca también la partitura original de “Jejuí”, la primera guarania compuesta por José Asunción Flores.