Boeing retoma su programa de vuelos espaciales este martes con el lanzamiento de una misión no tripulada de su cápsula Starliner a la Estación Espacial Internacional (ISS), después de que su última prueba de este tipo en 2019 acabara en fracaso.
La cápsula irá adosada a un cohete Atlas V construido por United Launch Alliance, y su lanzamiento está previsto a las 13:20 horas (17:20 GMT) desde la estación espacial de Cabo Cañaveral, en Florida. La NASA retransmitirá en directo la misión, bautizada como Orbital Flight Test-2 (OFT-2).
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Unos 30 minutos después del lanzamiento, la cápsula Starliner encenderá sus propulsores para entrar en órbita e iniciar un viaje de un día a la estación espacial. El acoplamiento con la ISS está previsto para las 13H37 horas del miércoles.
Según las previsiones meteorológicas, las nubes y los rayos representan una amenaza para el lanzamiento, aunque prevén que hay 60% de que se pueda realizar. Esta misión tenía que haber comenzado el viernes, pero fue pospuesta después de que un módulo científico ruso disparara sus propulsores tras acoplarse con la ISS, lo que modificó la orientación de la estación.
Después de que la NASA pusiera fin al programa del Transbordador Espacial en 2011, la agencia estadounidense concedió a Boeing y a SpaceX contratos multimillonarios para desarrollar sistemas para llevar a astronautas a la estación espacial y acabar con la dependencia de los cohetes rusos para hacer este trayecto.
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El programa de la compañía fundada por el multimillonario Elon Musk ha avanzado más rápido y ya ha realizado tres misiones tripuladas. El programa de Boeing se ha quedado atrás. Durante un primer vuelo de prueba sin tripulación, en diciembre de 2019, la cápsula Starliner tuvo problemas de software, no logró acoplarse a la ISS y regresó a la Tierra antes de lo previsto.
Steve Stich, director del programa de tripulación comercial de la NASA, dijo a los periodistas la semana pasada tener confianza en esta misión. “Queremos que vaya bien, esperamos que vaya bien, y hemos hecho todos los preparativos que podemos hacer”, dijo.
“Starliner es un gran vehículo, pero sabemos lo difícil que es, y además es un vuelo de prueba y espero plenamente que aprendamos algo de esta prueba”. Si todo sale como está previsto, la nave llevará más de 180 kilogramos de suministros para la tripulación de la ISS y aterrizará en una zona desértica del oeste de Estados Unidos con más de 250 kilogramos de carga.
Fuente: AFP.
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¿Qué es el “avión del Juicio Final“ que despegó durante el ataque de Irán?
El sábado pasado, mientras las redes se congestionaban con noticias del primer bombardeo directo de Irán contra territorio israelí, sorprendió el despegue del avión denominado “El Juicio Final”, el único autorizado a volar en Israel en medio del ataque de drones y misiles, siendo la primera vez que se conocía su uso con ese seudónimo de inspiración religiosa reservado para ocasiones de alto peligro.
De forma oficial, se trata del primer avión presidencial del Estado de Israel, aunque se desconoce si el presidente Isaac Herzog o el primer ministro Benjamín Netanyahu estuvieron a bordo ese sábado último. Es un Boeing 767-338 (ER) 4X-ISR, adquirido en el 2015 y que fue modificado durante dos años, incorporando sistemas de navegación y de comunicación más sofisticados y reforzando el fuselaje, de forma que pueda proteger a sus pasajeros ante ataques de mayor calibre.
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Mediante el cine se hizo famoso el icónico “Air Force One”, que es el avión presidencial de Estados Unidos; sin embargo, el gobierno norteamericano cuenta también con un “avión del fin del mundo”, que es un Boeing 747 E4-B, también conocido como “Nightwatch” (Visión Nocturna), capaz de resistir a diversas amenazas, como pulsos electromagnéticos, así como los efectos térmicos y nucleares.
El Nightwatch está diseñado para transportar hasta 112 personas, cuenta con zonas de trabajo de mando, salas de conferencias insonorizadas equipadas con pantallas de vídeo, áreas de descanso con literas y butacas amplias, así como espacios dedicados a la comunicación y el control técnico. La aeronave está preparada para poder realizar vuelos prolongados sin necesidad de intervenciones mecánicas o recargas de combustible, y está disponible para despegar las 24 horas, los 365 días del año.
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Robot realiza la primera cirugía en el espacio
Cirujanos basados en la Tierra controlaron durante el pasado fin de semana un pequeño robot que va a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI), en la primera cirugía en órbita de la historia, aunque aplicada por ahora a un tejido de goma.
El experimento, descrito como un “enorme éxito” por los participantes, representa un nuevo paso en el desarrollo de la cirugía espacial, que será necesaria para tratar emergencias médicas durante los múltiples viajes tripulados que se harán en los próximos años, como el que tiene por destino Marte.
La tecnología podría usarse para desarrollar técnicas de cirugía controladas remotamente también en la Tierra, para atender pacientes en áreas alejadas. El robot, desarrollado por Virtual Incision (VIC) y la Universidad de Nebraska y de nombre spaceMIRA, despegó hacia la EEI a finales de enero a bordo de un cohete SpaceX.
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Enviado dentro de una caja del tamaño de un horno microondas, el robot fue instalado por la astronauta de la NASA Loral O’Hara, que permanece en el espacio desde septiembre. El experimento se realizó el sábado, y fue dirigido desde la sede de Virtual Incision en Lincoln, Nebraska.
Duró unas dos horas, con seis cirujanos turnándose para operar el robot equipado con una cámara y dos brazos. “El experimento probó técnicas quirúrgicas estándar como raspar y manipular y cortar tejido. El tejido simulado estaba hecho de bandas de goma”, indicó en un comunicado Virtual Incision.
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En un video compartido por la compañía, se ve a un brazo equipado con pinzas tomando la banda de goma y estirándola, mientras otro brazo equipado con tijeras corta, simulando una disección. Una dificultad clave es el desfase temporal de unos 0.85 segundos entre el centro de operación en la Tierra y la EEI.
El mismo experimento, con el mismo equipo, se realizará en la Tierra. “El experimento fue considerado un enorme éxito por parte de los cirujanos e investigadores, y hubo pocos o ningún contratiempo”, añadió la empresa, que prevé que esta prueba “cambie el futuro de la cirugía”. La NASA, que brinda apoyo financiero al proyecto, dijo que, con misiones espaciales cada vez más largas, “la potencial necesidad de cuidados de emergencia aumenta, incluyendo procedimientos de cirugía, desde suturar hasta operaciones más complejas”.
Fuente: AFP.
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Misión privada llevó al primer turco en el espacio
Un cohete SpaceX despegó ayer jueves de Florida rumbo a la Estación Espacial Internacional (ISS) en el marco de una misión privada con cuatro pasajeros a bordo, entre ellos un sueco, un italiano y el primer turco en ir al espacio. Bautizada como Ax-3, esta misión es la tercera organizada por la empresa estadounidense Axiom Space, en asociación con la NASA, que permite el uso de la estación.
El lanzamiento tuvo lugar según lo previsto a las 16:49 (21:49 GMT) desde el Centro Espacial Kennedy de Florida, en el sureste de Estados Unidos. Los cuatro miembros de la tripulación, que llevaban meses entrenándose, llegarán el sábado a la ISS, donde permanecerán unas dos semanas.
Está previsto que realicen una serie de experimentos científicos en la estación. Tras permitir a clientes adinerados hacer realidad su sueño espacial, Axiom Space acoge ahora también a personas patrocinadas por organismos nacionales. Esta misión pone de manifiesto el creciente papel del sector privado para apoyar las ambiciones espaciales de los países que carecen de un programa propio de vuelos tripulados.
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Varios clientes
La misión Ax-2 ya había permitido a dos saudíes apoyados por su gobierno permanecer en la ISS. Esta vez, la tripulación incluye a Alper Gezeravci, un piloto de caza que se ha convertido en el primer turco en cruzar la última frontera. “Vemos esta misión como un símbolo de una Turquía cada vez más poderosa y afianzada”, declaró esta semana el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, deseando “buena suerte” al coronel Gezeravci.
El sueco Marcus Wandt también está a bordo, con el apoyo de la Agencia Espacial Europea (ESA). Su papel como “astronauta de proyecto” en la ESA le permite participar en misiones de corta duración con un contrato de duración determinada, a diferencia de los astronautas a tiempo completo, informó la agencia europea.
“Quiero dar las gracias a la ESA por ser audaz y visionaria, y por liderar, junto con Suecia y Axiom Space, el fortalecimiento de la presencia europea en el espacio”, escribió Wandt en la red social X. La tripulación la completa el italiano Walter Villadei, miembro de las fuerzas aéreas de su país, que ya voló a bordo de una nave de Virgin Galactic por unos minutos. Por último, el español-estadounidense Michael López-Alegría, exastronauta de la NASA, será el comandante de la misión, contratado por Axiom Space para acompañar a los tres clientes.
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Futura estación privada
La tripulación se unirá a otras siete personas a bordo del laboratorio volante: dos astronautas estadounidenses, un danés, un japonés y tres cosmonautas rusos. Los detalles de los distintos contratos, incluidos los precios pagados a Axiom Space por cada plaza, no se han hecho públicos.
Estas misiones privadas se llevan a cabo en colaboración con la NASA, que cobra a Axiom Space por el uso de la estación. Para la empresa, estas misiones son un primer paso hacia la construcción de su propia estación espacial. Un programa alentado por la NASA, que prevé cerrar la ISS hacia 2030 y enviar entonces a sus astronautas a estaciones privadas.
Fuente: AFP.
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Inmovilizan 171 aviones Boeing 737-9 MAX tras accidente
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) informó el viernes que mantenía inmovilizados todos los aparatos 737 MAX 9 a la espera de que Boeing suministre más información sobre el incidente ocurrido con un avión de este modelo, operado por Alaska Airlines. “Para la seguridad de los viajeros estadounidenses, la FAA mantendrá los Boeing 737-9 MAX en tierra hasta que se lleve a cabo una inspección exhaustiva y de mantenimiento y los datos de las investigaciones sean revisados”, dijo el organismo en un comunicado.
El 5 de enero, un vuelo de Alaska Airlines tuvo que ejecutar un aterrizaje de emergencia después de la explosión de un panel del fuselaje cuando el avión sobrevolaba el estado de Oregón, en el oeste de Estados Unidos. No hubo víctimas mortales ni heridos graves.
El regulador estadounidense abrió una investigación sobre el incidente, un nuevo revés para el fabricante, sobre todo con el 737 MAX. Los peores accidentes con este modelo ocurrieron en un vuelo de Lion Air en octubre de 2018 y otro de Ethiopian Airlines en marzo de 2019 que causaron la muerte de 346 personas en total. Tras estos siniestros, los aparatos 737 MAX de Boeing estuvieron en tierra en todo el mundo durante 20 meses.
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Falla en las inspecciones
Boeing aún investiga qué falló el viernes en el incidente de un avión de Alaska Airlines que pudo terminar en catástrofe, dijo su presidente, Dave Calhoun, el miércoles. Calhoun, en su primera entrevista con medios desde que una pieza de un Boeing 737 MAX de Alaska Airlines se salió en pleno vuelo dejando un agujero en el aparato, dijo que la empresa quiere saber cómo se produjo la falla.
“Queremos saber que falló en nuestras inspecciones”, sostuvo el ejecutivo en diálogo con CNBC. El viernes por la noche, pilotos de Alaska Airlines realizaron exitosamente un aterrizaje de emergencia sin víctimas ni heridas mayores luego de que una pieza conocida como “enchufe de puerta” se despegó del fuselaje. Se trata de una puerta obstruida expresamente.
Boeing propone a sus clientes sellar algunas puertas en los MAX 9 cuando el número de salidas de emergencia disponibles es suficiente en relación al número de lugares en el avión. Imágenes de video del incidente muestran un enorme agujero en uno de los lados del avión de Alaska Airlines y máscaras de oxígeno cayendo en la cabina, que se despresurizó repentinamente.
Calhoun, quien prometió “completa transparencia” sostuvo que un episodio de este tipo “no puede volver a ocurrir”. Las autoridades de aviación estadounidenses dejaron en tierra a 171 de los 218 MAX 9 en circulación para proceder a inspeccionarlos. Desde este episodio, tanto United Airlines, que tiene la mayor flota de este aparato con 79 unidades, como Alaska Airlines, reportaron que algunos bulones necesitaban ser ajustados.
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Componentes sueltos
Las aerolíneas estadounidenses United y Alaska Airlines informaron del hallazgo de “componentes sueltos” en algunos de sus aviones Boeing 737 MAX 9 durante las inspecciones preliminares ordenadas después de que un aparato de ese modelo perdiera una ventanilla en pleno vuelo.
Los descubrimientos se producen mientras la Administración Federal de Aviación (FAA) sigue investigando qué causó el viernes la explosión de un componente denominado tapón de puerta en un avión de pasajeros de Alaska Airlines, que le obligó a aterrizar de emergencia.
United ha “encontrado casos que parecen estar relacionados con problemas de instalación en el tapón de la puerta, por ejemplo, tornillos que necesitaban un apretón adicional”, dijo la compañía. Con 79 aviones MAX 9, United posee la mayor flota de la aeronave en cuestión.
Horas más tarde, Alaska Airlines anunció que su personal había descubierto que “había componentes sueltos visibles en algunos aviones”. AeroMexico, que suspendió 19 aviones, dijo también el lunes estar en su “fase final” de inspecciones y agregó que esperaba que todos los MAX 9 de su flota “vuelvan a operar en los próximos días”.
El panel que se desprendió en pleno vuelo hizo resurgir cuestiones de seguridad en momentos en que el fabricante contaba con recuperar su reputación. Las acciones de Boeing en la bolsa cayeron más de 8 % y presionaron al índice Dow Jones.
El viernes, el vuelo 1282 de Alaska Airlines despegó del aeropuerto de Portland y poco después la tripulación informó de un “problema de presurización”, según la FAA. El avión regresó rápidamente a Portland. Imágenes publicadas en las redes sociales mostraron un enorme agujero donde había estallado el panel lateral, con máscaras de oxígeno de emergencia colgando del techo. Los inspectores se mostraron agradecidos de que el incidente no resultara en víctimas fatales o heridos de gravedad.
“Inspecciones reforzadas”
La FAA anunció la aprobación de una hoja de ruta para nuevas inspecciones incluyendo los seguros, componentes y elementos de fijación de las puertas laterales. “Las aeronaves Boeing 737-9 permanecerán en tierra hasta que los operadores completen las inspecciones reforzadas”, dijo la FAA en la red social X.
Las autoridades de la aviación civil pidieron que las aerolíneas cumplan con nuevos protocolos de inspección para las naves con configuraciones similares a la del 737 MAX 9. Mientras avanzan las investigaciones, analistas han apuntado que el fallo puede deberse a un defecto de control de calidad o de fabricación.
Boeing ha entregado hasta ahora unos 218 aviones 737 MAX, según informó la compañía a la AFP. El área del avión afectada en el incidente fue el tapón de una puerta, un panel usado para sellar una salida de emergencia innecesaria en aviones con configuraciones de asientos más pequeñas.
Otro revés para Boeing
El panel de la puerta que se desprendió fue hallado por un profesor de escuela en el patio de su casa en Oregon, oeste de Estados Unidos. Según pasajeros citados por la prensa estadounidenses, a un adolescente que iba sentado en la fila del incidente la descompresión le arrancó la camisa, causándole heridas leves.
Este incidente “revela un importante desafío cultural” en el seno de Boeing, según Richard Aboulafia, director de la consultora AeroDynamic Advisory. “Tienen que cambiar”, dijo el analista. “No pueden tambalearse de crisis en crisis”. El incidente es el último revés para el fabricante, en particular sobre el 737 MAX.
Los peores fueron dos accidentes -de un vuelo de Lion Air en octubre de 2018, y de un vuelo de Ethiopian Airlines en marzo de 2019- que causaron la muerte de 346 personas en total. Los aviones 737 MAX de Boeing estuvieron en tierra en todo el mundo durante 20 meses tras una prohibición después de estos siniestros.
A última hora del domingo el presidente ejecutivo de Boeing, Dave Calhoun, fijó una reunión de seguridad con todos los empleados para el martes en la fábrica de la compañía en el estado de Washington, y canceló una cumbre de la dirección. Analistas de la industria consideraron que el asunto parecía ser un problema de control de calidad más que un tema de diseño que pueda requerir una revisión de los aviones.
Pero incluso si el impacto financiero directo queda contenido, el incidente marca el peor episodio de un problema de seguridad en vuelo desde los mortales accidentes del MAX en 2018 y 2019, y Boeing podría enfrentar demoras en las aprobaciones gubernamentales de nuevos aparatos o de las reparaciones propuestas, estimaron analistas.
Fuente: AFP.