En la radiografía en blanco y negro, la hoja del cuchillo se recorta claramente en la caja torácica. Se trata de una de las imágenes más fuertes de la exposición que un hospital de Milán dedica a la violencia contra las mujeres.

En la sala de entrada del hospital San Carlo puede verse una docena de radiografías de una nariz y una muñeca rotas, un dedo dislocado, una tibia y una costilla fracturadas.

Organizada en ocasión del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la exposición, púdica y violenta al mismo tiempo, denuncia la violencia doméstica sufrida por víctimas que llegaron al hospital en busca de ayuda. La cirujana María Grazia Vantadori tuvo la idea de presentar de este modo una realidad que ha vivido durante 3 décadas de ejercer su profesión.

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A pesar de que las mujeres llegan ensangrentadas a urgencias, a veces cortadas o con el rostro quemado con ácido, esta médica ha elegido imágenes más “neutras” como los rayos X, ya que estima que son aún más potentes.

“Quería aportar mi experiencia en esta área, pero no quería que fuese sangriento. Solo quería mostrar algo verdadero, real”, dice Vantadori.

“La ventaja de los rayos X es que con ellos somos todos más o menos iguales. Nuestros huesos son idénticos y cada uno de ellos puede ser de cualquier mujer”, explica.

Durante su carrera, el médico dijo haber visto “cientos y cientos” de lesiones de todo tipo en mujeres, a veces gravísimas. También cuenta que, incluso ante la evidencia, víctimas se niegan a menudo a confesar que el verdugo es su compañero, novio o marido, por vergüenza o miedo de perder a sus niños.

En Italia, 142 mujeres fueron asesinadas por violencia doméstica en el 2018, una cifra en alza de 0,7% con respecto al 2017, según el instituto de investigación italiano Eures.

Estos últimos 5 años, 538.000 mujeres fueron víctimas de abuso físico o sexual por parte de su compañero, según el Instituto Italiano de Estadísticas.


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