AFP

¿Pudieron los egipcios cruzar el mar Mediterráneo en barcos de papiro hasta el mar Negro hace más de 4.000 años? Para comprobarlo, un grupo de investigadores quiere emprender esta odisea en una nave similar construida en Bulgaria.

El “Arbora IV”, una nave con forma de “drakkar” (barco vikingo) ensamblada con esmero por un equipo internacional en Beloslav, cerca de Varna, en la costa búlgara, será botado dentro de poco e iniciará su travesía a mediados de agosto.

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Según el investigador alemán Dominique Goerlitz, que ideó el proyecto, los egipcios atravesaron el Mediterráneo hasta el mar Negro para conseguir el metal necesario para la construcción de sus monumentales pirámides.

La hipótesis dista mucho de crear consenso entre los científicos, pero está, según Goerliz, acreditada por unos escritos del historiador Heródoto. Así, “con el Arbora IV, queremos probar que ese tipo de comercio era posible desde finales del Neolítico”, explicó a la AFP.

Pero, para ello, necesitaban una embarcación. Construirla no supuso un gran problema para este investigador alemán, que ya ha liderado antes unos tres proyectos similares, incluyendo un intento de cruzar el Atlántico en el 2007. El “Arbora III” zarpó de Nueva York y casi alcanzó las Azores, pero zozobró en una tormenta tras 56 días en el mar.

Como en ese proyecto anterior, el investigador recurrió a la pericia de aimaras del lago Titicaca, en los Andes bolivianos: Fermín Limachi y su hijo, Yuri, cuya comunidad ha cultivado hasta nuestros días el arte de crear embarcaciones de caña, e incluso islas artificiales.

El resultado es bastante impresionante: con 14 metros de eslora, el “Arbora IV” parece una embarcación bastante robusta y relativamente cómoda, con dos grandes cabinas. Dotada de un mástil de madera, cuenta con dos velas de lino de 62 y 40 m2.

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