Beni, RD Congo. AFP.

La epidemia de fiebre hemorrá­gica Ébola dejó unos 900 muer­tos desde agosto en el este de la República Democrática del Congo (RDC), donde la inse­guridad y la resistencia a reco­nocer la gravedad del problema obstaculizan la respuesta, según el último recuento de las autoridades sanitarias.

Desde el inicio de la epidemia, “se registraron 1.396 casos, de los cuales 1.330 confirma­dos y 66 probables. En total, ha habido unas 900 muertes” hasta el 25 de abril, indicó el Ministerio de Salud del país en su último informe fechado el viernes.

Según esta fuente, unas 394 personas se curaron, mientras que otros 260 casos sospecho­sos “están siendo estudiados”.

La epidemia fue declarada el primero de agosto en la provincia de Kivu del Norte (noreste) y marginalmente en la vecina Ituri.

El epicentro se desplazó desde Mangina, ubicada en una zona rural, a la ciudad de Beni, y ahora a Butembo-Katwa, 50 kilómetros al sur de Beni.

La actual epidemia de fiebre hemorrágica del Ébola es la décima y la más grave regis­trada en el territorio congo­leño desde el año 1976.

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