Austin, Estados Unidos | AFP

En medio de un embo­tellamiento, ¿quién no ha deseado presio­nar un botón, elevarse y volar sobre el resto de los autos?

Este sueño puede hacerse realidad para el 2025, cuando surquen el cielo los primeros taxis voladores, coincidieron expertos en un panel en el festival South by Southwest (SXSW) en Austin, Texas.

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“La gente viene soñando con esto por décadas y ahora la tecnología está disponible”, dijo Michael Thacker, vice­presidente ejecutivo para Tecnología e Innovación de la fabricante de helicópteros Bell. “La única pregunta es: ¿qué vamos a hacer con eso?”.

Thacker adelantó que su compañía ha unido fuerzas con Uber y varias empresas aeronáuticas, entre ellas la francesa Safran, para crear una flota de taxis voladores que se denominan vehículos de despegue y aterrizaje ver­tical (VTOL, por sus siglas en inglés).

El Nexus, como se llama este avión de propulsión eléctrica híbrida, fue presentado por primera vez en enero en el Consumer Electronics Show de Las Vegas.

Entre otras 20 y 30 empresas están trabajando en concep­tos similares, de pequeñas start-ups a grandes empresas como Airbus, que reciente­mente presentó su avión eléc­trico CityAirbus.

Uber planea lanzar sus primeros taxis aéreos en Los Ángeles y Dallas, dos ciuda­des estadounidenses con­gestionadas por el tráfico. ¿Por qué no un helicóp­tero?. Thacker explicó que estos taxis voladores son más seguros y silenciosos y dijo que espera que su uso comer­cial arranque en el 2025. “No va a reemplazar al trans­porte terrestre, sino que lo aumentará en otra dimen­sión”, precisó.

­BATERÍA ES UN OBSTÁCULO A VENCER

Jaiwon Shin, administrador asociado de la Misión de Investigación Aeronáutica de NASA, estimó que aunque el 2025 parece una fecha razonable para un lanzamiento limitado de vehículos voladores, tomará más tiempo para que el mercado se expanda.

“Para que este mercado florezca… Creo que realmente necesitamos madurar el mercado a escala y eso puede llevar una década”, dijo. Además de las barreras que aún hay que superar antes de que estos vehícu­los voladores tengan luz verde.

Hay que ver “si realmente se puede probar el vehículo en un espacio urbano”, dijo Shivika Sahdev, de McKinsey. Uno de los mayores obstáculos a superar es la batería. La mayoría utiliza propulsión eléctrica y las baterías no tienen sufi­ciente potencia para volar larga distancia.

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