San José, Costa Rica. AFP.
Cuenta una leyenda que por los años 20 del siglo pasado, el dramaturgo español Jacinto Benavente visitó la capital de Costa Rica para montar una obra en el Teatro Nacional. Consultado sobre sus impresiones de la ciudad comentó: “Han construido un gran teatro en medio de una aldea”.
La anécdota de hace casi un siglo ha sido contada de distintas maneras y no está claro que sucediera, pero ilustra lo que es en la actualidad el Teatro Nacional: el edificio más vistoso y querido de San José. La joya arquitectónica del país, inaugurada en 1897, está actualmente inmersa en una polémica por un proyecto de restauración y modernización por el cual el gobierno gestionó un crédito de 31 millones de dólares ante el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
El gobierno defiende el préstamo como una forma de rescatar el Teatro Nacional del deterioro que viene sufriendo y prepararlo para resistir muchos años más, pero diputados de la oposición cuestionan el monto que se pretende invertir en tiempos de ajuste fiscal. “Que exista hoy un Teatro Nacional, construido cuando Costa Rica tenía 250.000 habitantes con muchísimas necesidades, que se haya querido apostar a elevar el espíritu humano a través del arte y la cultura, dice muchísimo de un pueblo”, comentó Max Valverde, viceministro de Cultura.