Londres, Reino Unido. AFP.
“Volverá”, dicen a la AFP los representantes chilenos que viajaron a Londres para pedir al Museo Británico que les devuelva el moái Hoa Hakananai’a, el de mayor valor espiritual para la Isla de Pascua, convencidos de que las negociaciones avanzan bien.
El ministro chileno de Bienes Nacionales, Felipe Ward, se reunió con el director del Museo de Historia Natural de Londres para reclamar otra pieza, los restos de un mamífero de la Patagonia llamado milodón, extinto hace unos 10.000 años.
“El milodón será una campaña difícil”, reconoce. “Existe una mejor opción para el moái” de la Isla de Pascua, agrega esbozando una sonrisa.
Una delegación formada por Ward y representantes de esa isla polinesia situada a unos 3.700 km del Chile continental se reunieron con responsables del British Museum para respaldar su petición de devolución del Hoa Hakananai’a.
Como resultado toma forma la opción de un préstamo, a largo plazo o incluso permanente. “Museos en Inglaterra que se rigen por la misma ley que el Museo Británico han utilizado la figura del préstamo permanente” con países como Etiopía, afirma Ward.
“Es una opción real”, agrega, precisando que tal decisión solo precisaría el acuerdo de las autoridades del museo, una entidad pública pero independiente del gobierno, a diferencia de una “entrega total” que podría requerir una modificación legal por el parlamento británico.
Los indígenas rapanuis están convencidos de que tienen la ley de su parte: tratados internacionales establecen “el derecho de los pueblos originarios de administrar su patrimonio”, afirma José Rapu, miembro de la Comisión de Desarrollo de la Isla de Pascua (Codeipa).
Tallado en una roca de basalto de 2,4 metros de alto y 4 toneladas de peso, el Hoa Hakananai’a encierra según la tradición rapanui el espíritu de un ancestro que llevó la paz a la isla unificando a todos los clanes rivales.
Fue sacado en 1868 de Rapa Nui por el buque inglés “Topaze”, a cargo del comandante Richard Powell, que lo regaló a la reina Victoria, quien lo entregó al British Museum.