Brasilia, Brasil AFP

La justicia brasileña suspendió el lunes de forma cautelar la concesión de la patente del sofosbuvir al laboratorio estadounidense Gilead Sciences, manteniendo el uso del producto genérico de ese medicamento eficaz pero sumamente costoso contra la hepatitis C en el sistema público de salud.

La suspensión fue pedida por la candidata ambientalista a la presidencia de Brasil Marina Silva.

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El juez de primera instancia Rolando Valcir Spanholo, de Brasilia, consideró que el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (INPI), al otorgar la semana pasada la patente a Gilead, actuó en detrimento de su “obligación constitucional de velar (...) por la soberanía nacional y el interés público”.

Según el magistrado, el INPI no comprobó si la patente “agravaría en casi 1.000 millones de reales (US$ 250 millones) la ya delicada realidad” o pondría en riesgo la vida de 700.000 brasileños “que estarían actualmente infectados y que carecerían de condiciones financieras” para costearse el tratamiento, como afirma el recurso interpuesto ante la justicia.

“Es una importante victoria en favor de la salud pública y de millones de pacientes que están en la fila de espera de un tratamiento carísimo”, escribió la candidata Marina Silva en Twitter.

El medicamento genérico es usado por el Sistema único de Salud (SUS) desde el 2015.

Según el ministerio de salud, el precio del tratamiento contra la hepatitis C tiene un costo de 5.000 reales por paciente usando un genérico. Con la patente, es decenas de veces más elevado.

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