El Departamento de Seguridad Nacio­nal de EEUU (DHS) acaba de reconocer pública­mente que observó "activida­des anómalas" en Washington DC derivadas del uso de unos aparatos no autorizados cono­cidos como Stingrays. Se trata de unos dispositivos capa­ces de interceptar llamadas y mensajes, dijo el gobierno estadounidense.

El uso de este tipo de artefactos por parte de potencias extranjeras preo­cupa desde hace tiempo, pero esta es la primera vez que el gobierno estadounidense con­firma públicamente la existen­cia de estos dispositivos en su territorio, según BBC. Sospe­chan que los espías extran­jeros y los criminales son los principales usuarios de estos sistemas. También asegura­ron que plantean un "riesgo creciente" de seguridad.

Stingrays es en realidad el nombre de la marca de un tipo de interceptor IMSI (siglas en inglés de identidad internacio­nal del suscriptor de un móvil) y son aparatos de vigilancia que imitan a las torres de telefonía, detectando señales móviles. Suelen ser del tamaño de un maletín y envían señales que "engañan" a los celulares para que transmitan su ubicación e identifiquen información. De esta manera, hacen que los teléfonos de la zona se conec­ten y compartan su número de IMSI y su número de serie electrónico (ESN). También pueden revelar la localización exacta del usuario.

Además de reconocer dónde está el teléfono, pueden reca­bar información de celulares de transeúntes cercanos. Las versiones más sofisticadas son capaces de escuchar las llamadas. Para ello, obligan a los equipos a usar 2G, mucho menos segura que otro tipo de conexiones. Funcionan como herramientas de vigi­lancia y tienen el tamaño de un maletín.

Normalmente, los Stingrays se colocan bajo el auto, y en algunos casos, en cierto tipo de aviones. Una forma de pro­tegerse de ellos es encriptar las comunicaciones del celu­lar en la medida de lo posible, usando sistemas de autentica­ción avanzados y servicios de mensajería ultraseguros.

LA POLICÍA ESTADOUNIDENSE USA EL DISPOSITIVO

Una carta con fecha de 26 de marzo que el senador de Oregón Ron Wyden le envió al DHS fue la que puso el tema sobre la mesa. En la misiva, Wyden le pedía información a las autoridades sobre este tipo de dispositivos.

La respuesta que dio el organismo a Wyden sugiere que todavía no se han tomado muchas medidas. En ella, un agente aseguraba que observó "actividades anómalas en la Región de la capi­tal del Estado (NCR) que parecen estar relacionadas con intercepto­res IMSI".

Y añadió que vio una actividad similar "fuera de la capital" del país, aunque "no pudo validar o atribuir esa actividad a entidades o dispositivos específicos". El uso de aparatos Stingray por parte de fuer­zas policiales en EEUU está siendo monitoreado por la Unión Estado­unidense para las Libertades Civiles (ACLU, por su sigla en inglés).

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