Chicago, Estados Unidos | AFP

Sentada en el escenario de un museo cerca de Chicago, Adina Sella habla sobre su vida como sobreviviente del Holocausto, mientras un grupo de esco­lares escucha embelesado, sobre todo porque ella no está realmente allí.

Su imagen es proyectada en forma de holograma interac­tivo y en movimiento, como parte de la primera exposi­ción de este tipo en el Museo del Holocausto de Illinois, cuyo objetivo es preservar los relatos de una generación que está por desaparecer.

"Ella tiene toda su atención", aseguró la maestra Saman­tha O'Neill de la Northside Catholic Academy de Chi­cago sobre los alumnos que llevó a la muestra. "Real­mente parece que está sen­tada frente a ti", señaló.

La exhibición utiliza tecno­logía de reconocimiento de voz y aprendizaje automático para permitir que los visitan­tes pregunten sobre las odi­seas de los sobrevivientes de la Segunda Guerra Mundial y escuchen sus respuestas.

Trece sobrevivientes del Holo­causto -la mayoría de los cuales vive en Estados Unidos, pero también en Canadá, Israel y Gran Bretaña- fueron graba­dos para la exhibición. Res­pondieron miles de pregun­tas durante aproximadamente una semana de grabación en videos de alta definición.

"Nos prepara para el día en que nuestros sobrevivientes no estén aquí", dijo la direc­tora ejecutiva del museo, Susan Abrams.

PRESERVAR HISTORIAS

A medida que los sobrevi­vientes del Holocausto enve­jecen, las organizaciones luchan contra el dilema de cómo preservar sus histo­rias. La Fundación Shoah, que forma parte de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles, fue el grupo que se asoció con el museo de Illinois para crear los hologramas.

El proyecto tomó casi tres años. El producto final debuta el domingo y ofrece una con­versación en tiempo real con la imagen de un sobrevi­viente. Las primeras pruebas de la exposición, que costó 5 millones de dólares, han sido alentadoras, dijo Abrams.

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