Muy elogiada por los nutricionistas gracias a su perfil de nutrientes estelar, la batata está repleta de betacaroteno que se convierte en vitamina A de apoyo inmunológico en el cuerpo, así como de fibra y potasio. Hacé realidad tu jardín comestible siguiendo estos pasos.
1. Prepará la tierra y plantá tus batatas
Planee plantar sus batatas en temporada cálida para permitir que los tubérculos maduren. Dado que las batatas crecen debajo de la superficie del suelo, sus raíces necesitan mucho espacio de aire para asegurar los nutrientes. Teniendo esto en cuenta, si su jardín tiene un suelo compactado o rico en arcilla, considere plantarlos en una cama de jardín elevada, usando una mezcla arenosa y con buen drenaje. (También puede instalar uno de estos en un patio o camino de entrada, si no tiene un amplio espacio verde).
Y ya sea que esté plantando en el suelo o en un lecho elevado, puede comenzar volteando la tierra para aflojarla, dice Reed Newman, un agricultor urbano. “Asegúrese de que la tierra se vea esponjosa y no tenga grumos grandes. Luego, aplana suavemente la superficie del suelo y haz hendiduras de tres a cuatro pulgadas de profundidad, con aproximadamente un pie de espacio entre ellas “. Colocará cada engobe ( pequeños trozos de tubérculos de batata que se utilizan para iniciar las plantas de batata) en una hendidura con el ojo hacia arriba, cubra con tierra y agua lo suficiente para saturar la tierra.
2. Regá con frecuencia y eliminá las malas hierbas
Continúe regando al menos cada dos días, hasta que la planta aparezca en la superficie del suelo, o con más frecuencia si vive en un área muy soleada, probando regularmente el suelo con un dedo para asegurarse de que no se seque por completo. Una vez que vea brotar hojas verdes, puede reducir el riego a un par de veces por semana.
“A medida que la planta madura, también puede cosechar algunas de las hojas verdes comestibles”, dice Newman. “Son una maravillosa adición a un batido verde matutino . Simplemente no coseches más de una cuarta parte de las hojas a la vez para asegurarte de que la planta todavía produzca batatas gruesas debajo del suelo “.
Si nota que aparecen malezas en o alrededor de su lecho de batatas en la semana dos o tres, retírelas regularmente (pero evite excavar profundamente que pueda perturbar las raíces de alimentación de las batatas).
3. Desenterrá los tubérculos
Después de que hayan pasado 90 días desde el día en que los plantó, es probable que sus batatas estén listas para la cosecha. (Si ve que las hojas o los extremos de las enredaderas se vuelven amarillas, eso también es una señal de que están completamente desarrolladas y esperando debajo de la tierra). Afloje la tierra alrededor de cada planta y desentierre los tubérculos con la mano, tirando de la tierra.
“Se sorprenderá de cuánto puede producir una sola planta”, dice Newman. Puede esperar encontrar un paquete de entre cuatro y 10 batatas con solo un deslizamiento, suponiendo que haya regado bien y haya cuidado con las malas hierbas, y que su jardín reciba una cantidad saludable de sol.
4. No olvides curarlos
Una vez que tenga sus batatas de cosecha propia en la mano, hay un paso final que debe dar antes de que se conviertan en su próxima cazuela, asado, puré, pasta o lote de galletas. “El curado es lo que permite que las batatas se almacenen por más tiempo y convierte el sabor de algo almidonado en el de la hortaliza de raíz dulce a la que está acostumbrado”, añade Newman.
Para curarla, colóquelo en un lugar relativamente caliente durante cuatro a siete días. “Puede poner sus batatas en un horno apagado, por ejemplo”, dice Newman en un reporte a Well and Good. “Sientete libre de ser creativo.” Una vez que los haya curado, guarde sus batatas en un lugar fresco y oscuro hasta que esté listo para disfrutarlos.
La escuela salesiana Pedro Ignacio Morínigo es una de las 18 instituciones educativas que implementa con éxito el programa de educación ambiental trasversal. Foto: Matías Amarilla
Escuelas verdes: cuando la educación ambiental cambia familias y ciudades
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Lourdes Torres
lourdes.torres@nacionmedia.com
Fotos Matías Amarilla / Gentileza
Aplicar de manera trasversal la educación ambiental desde la primaria está demostrando que puede generar importantes cambios en la sociedad. Así lo confirman padres, docentes y alumnos de algunas instituciones educativas donde desde hace unos años están implementando un programa de estudio ambiental impulsado por el Equipo Inspectorial Medioambiental de la Sociedad Salesiana del Paraguay.
Son poco más de las siete de la mañana y la densa neblina otoñal se va disipando con los primeros rayos del sol. En el aula del octavo grado se preparan con mucha ansiedad por salir al patio trasero de la Escuela Salesiana Pedro Ignacio Morínigo, de la ciudad de Fernando de la Mora, donde tienen su pequeña huerta escolar. Los acompaña el profesor Adolfo Ramírez, ingeniero agrónomo. La tarea del día es revisar cómo han quedado los pequeños plantines, así como el drenaje correcto del agua tras la intensa lluvia que se registró el día anterior.
El desarrollo de la huerta escolar forma parte del proyecto de formación y educación medioambiental impulsado por el Equipo Inspectorial Medioambiental de la Sociedad Salesiana del Paraguay, gracias al apoyo de la Cooperación Alemana y el Engagement Global. Este programa educativo medioambiental es aplicado además en 16 instituciones educativas salesianas y dos escuelas públicas.
Para conocer más acerca del programa, La Nación/Nación Media conversó con la coordinadora, la ingeniera María José Llamosas, quien señaló que el programa arrancó en 2021 con un plan piloto con cinco escuelas salesianas. Explicó que cerrar con éxito ese primer año permitió asegurar el financiamiento para los siguientes años. A la fecha ya se está ejecutando en un total de 18 instituciones educativas llegando a más de 11.000 estudiantes.
“Desarrollamos un documento que sirva a los docentes como base para poner en práctica la educación ambiental en los colegios. Y aparte de ese documento, también se realizan ciertas medidas concretas en favor del cuidado del medioambiente”, indicó.
Agregó que desde la red salesiana dan seguimiento al proceso de aplicación del programa educativo medioambiental, acompañando al docente en el aula, colaborando en las prácticas a fin de que el desarrollo ambiental sea sostenible en el tiempo. Además, involucra a padres y otros actores de la comunidad educativa.
Las huertas escolares facilitan el desarrollo de competencias y disciplinas, permitiendo a los alumnos probar, experimentar y aprender haciendo
PROBAR, EXPERIMENTAR Y APRENDER
Una de las instituciones que lleva adelante este programa es justamente la escuela Pedro Ignacio Morínigo, donde el programa educativo se está aplicando en todos los niveles escolares. La ejecución de esta iniciativa desarrolla un importante número de competencias y disciplinas, permitiendo probar, experimentar y aprender haciendo.
Al respecto, la directora de la institución, la Lic. Rosa Marengo, destacó que el desarrollo de la huerta escolar les permite promover una conciencia de cuidado y respeto al medioambiente. Además del aprendizaje sobre alimentación saludable, impulsando valores como la paciencia, responsabilidad, compañerismo y compromiso.
Indicó que a la par del cultivo de hortalizas, también cultivan plantas medicinales para que los alumnos conozcan y aprendan sobre sus propiedades. Asimismo, continúan con el programa de reciclados que ya desarrollaron con mucho éxito el año pasado.
“Hace cuatro años que trabajamos con este programa medioambiental y creo que ya es sostenible en el tiempo. Los chicos están muy entusiasmados, al igual que sus padres están muy pendientes del desarrollo de las actividades. Es muy interesante la forma como los chicos aprenden sobre el cultivo de hortalizas, porque ellos no tienen ese contacto agrícola. Muchas veces ocurrió que se han sorprendido de dónde provienen ciertas verduras u hortalizas”, indicó.
En tanto, la profesora Fabiola Gómez, docente del quinto grado de los turnos mañana y tarde, destacó la importancia de trabajar con los alumnos la idea del cuidado del medioambiente, subrayando la importancia del reciclaje y el cultivo de la huerta para una alimentación saludable. Mencionó que actualmente están con los plantines de lechuga, cebollitas, perejil, espinacas, acelgas, entre otros. Además, de las plantas medicinales, como ser el boldo, la mentita, cedrón.
“Es importante porque ellos ven el proceso de crecimiento y desarrollo de las plantas. Por eso, considero muy enriquecedor para las escuelas en general. Además, permite que los niños repliquen lo aprendido en sus hogares, es así que varios chicos ya comenzaron a tener sus pequeñas huertas en las casas”, comentó la directora Marengo.
El desarrollo de la huerta escolar les permite promover una conciencia de cuidado y respeto al medioambiente
EDUCACIÓN TRASVERSAL
Al respecto, Llamosas, coordinadora del Equipo Inspectorial, señaló que, para un mejor aprovechamiento del programa de estudio, se ha trabajado para que el mismo sea transversal al resto de la malla curricular. Indicó que para su implementación en las escuelas se firmaron convenios de cooperación con las instituciones. Así también, cuenta con la revisión por parte del Ministerio de Educación y Ciencias, a través de la Dirección de Desarrollo Educativo, que hace el control y la verificación del plan, certificando que es apto para el uso en escuelas en Paraguay.
“A la par de trabajar con el MEC, también colabora el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) con los contenidos específicamente ambientales que estén acordes a la actualidad. Es así que notaron la falencia de que la educación ambiental necesitaba una mayor trazabilidad con las demás asignaturas, como bien establece el currículum de la educación paraguaya. Justamente es donde la red salesiana ha colaborado para mejorar esa trazabilidad”, precisó.
RESILIENCIA AL CAMBIO CLIMÁTICO
Dentro de este programa de estudio ambiental, la ingeniera Llamosas destacó que trabajan con un total de 10 ejes temáticos. De estos, dos de ellos están directamente enfocados en lo que es el cambio climático y la gestión de riesgos de recursos con enfoque en la resiliencia. Explicó que el objetivo es que la comunidad educativa aprenda a identificar esos factores de riesgos y luego sepa cómo sobrevivir al cambio climático.
“El primer factor es identificar cuáles son los riesgos y después ir viendo cómo mitigar o de usar ese término que ahora se solicita, que es el de la resiliencia al cambio climático. Por ejemplo, las escuelas del Chaco tienen problemas más tangibles como la sequía, las inundaciones y lo mismo los incendios forestales que les llegan prácticamente a las escuelas y a las casas. Buscamos que desarrollen el pensamiento crítico y de parte de ellos mismos salga esa identificación de factores de riesgo, que hagan su diagnóstico ambiental o su diagnóstico de riesgo, su mapa de riesgo”, concluyó.
La Ing. María José Llamosas, la directora Rosa Marengo y la prof. Cristina Snead
CAMBIO DE HÁBITOS
La ingeniera Llamosas mencionó que si bien al principio costó un poco bajar el programa trasversal ambiental, primero con los docentes y luego en el aula con los estudiantes, con el paso del tiempo tanto alumnos como docentes van comprendiendo la temática y ya les está resultando mucho más fácil ponerlas en ejecución.
“Todo proceso ambiental es generalmente a largo plazo, pero a corto plazo vemos también cambios en los estilos de vida. Son pequeñas cosas o acciones, pero ya es un cambio de hábito, de actitud y estilos de vida en las personas”, acotó.
Al respecto, la profesora María Cristina Snead, docente y referente del Equipo Inspectorial Medioambiental del Colegio Don Bosco de Ypacaraí, resaltó que desde que comenzaron a implementar el programa están observando esos cambios de hábitos, primero en sus alumnos, que se han convertido en celosos agentes de cuidado del medioambiente.
Es así que ya ha experimentado varias acciones por iniciativa de sus propios alumnos, que luego de aprender la importancia de la clasificación de los residuos comenzaron a colocar tachos de basuras diferenciados frente a sus hogares. Recordó que esto generó a su vez un problema nuevo al ver que los recolectores de basura no respetaban la clasificación y al final los residuos terminaban todos de vuelta mezclados en los camiones.
“Los alumnos volvieron enojados a la escuela, pero no se quedaron con los brazos cruzados, sino que, por iniciativa de ellos, llegaron a los intendentes municipales de Itauguá, Ypacaraí, Pirayú, Areguá y Caacupé –porque es el rango de influencia del colegio Don Bosco de Ypacaraí y recibe alumnos de estos distritos– para plantear y buscar soluciones con las autoridades locales”, comentó.
La docente recordó también otra situación en la que una alumna de la institución se quejó porque todos los días su vecina quemaba su basura en su casa, generando mucho humo. Entonces, sus compañeros decidieron escribir cartas a la vecina, un total de 30 misivas en las que le explicaban cada uno los efectos nocivos de la quema de basuras.
Todo proceso ambiental es generalmente a largo plazo, pero a corto plazo se observan también cambios en los estilos de vida
La profesora Snead agregó que ha sido fácil implementar el programa de estudio ambiental, que a su vez es trasversal al resto de las asignaturas en los distintos grados. Esto sin necesidad de que se alteren mucho los correspondientes indicadores de cada una de las materias.
“Es una experiencia maravillosa trabajar con los chiquitos porque están interesados en aprender lo que es educación ambiental porque realmente ellos asumen el compromiso y se vuelven unos celosos vigilantes de no tirar los residuos, de cuidar el medioambiente. Realmente para nosotros ha sido una experiencia maravillosa. Trabajar con los niños en educación ambiental creo que nos dará un futuro ecológico asegurado y vemos que está generando verdaderos cambios en los niños y en sus familias”, remarcó.
El IPTA impulsa la producción de batata en Pedro P. Peña
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El Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA), en cooperación con la Municipalidad de Mariscal Estigarribia, instala un semillero de batata con sistema de riego en la localidad de Pedro P. Peña (Boquerón). Esta iniciativa fortalece la producción agrícola y beneficia directamente a 231 familias (961 personas) de las comunidades Cristo Rey, La Laguna, María Auxiliadora y San Agustín, donde conviven las etnias Guaraní, Manjui y Nivacle.
El semillero cuenta con variedades de batata Chaco 1, Chaco 2 y Andai, provenientes del Banco de Germoplasma del IPTA - Centro de Investigación para la Agricultura Familiar. Estas variedades se seleccionan por su adaptación a las condiciones agroecológicas del Chaco, asegurando una producción más eficiente y sostenible.
Los técnicos investigadores del IPTA asisten a las familias beneficiarias con capacitaciones sobre manejo y producción de batata. Estas capacitaciones incluyen preparación del suelo, manejo agronómico y control de plagas y enfermedades, promoviendo el desarrollo productivo de las comunidades.
Esta acción forma parte de los esfuerzos del Gobierno del Paraguay para impulsar el desarrollo agropecuario y mejorar la calidad de vida de las comunidades indígenas y campesinas, promoviendo el acceso a tecnologías agrícolas y garantizando el crecimiento sostenible del sector productivo.
Libertad se especializó en ser el mejor club vendedor del fútbol paraguayo. En los últimos años realizó 5 ventas muy importantes y embolsó cerca de 40.000.000 de dólares, destacó Versus de Nación Media.
El Gumarelo sabe el momento exacto para vender a sus joyas de la cantera y también hizo un gran negocio con Sebastián Ferreira, el primero que se fue por un monto muy alto (5.000.000 de dólares) a la MLS. El equipo de Tuyucuá realizó transferencias muy impactantes, como el caso de Julio Enciso, quien llegó a la Premier League por un monto cercano a los 13.000.000. Después lo siguió Enso González, quien aterrizó en el fútbol inglés por unos 6.500.000.
El caso de Diego Gómez fue bastante especial, ya que primero lo transfirió por unos 3.500.000 de dólares al Inter Miami, que lo volvió a vender al Brighton por un monto cercano a los 14.000.000 más variables por objetivos que el jugador está cumpliendo.
De cumplirse todos los requisitos en cuanto a variables, Libertad se quedaría nuevamente con unos 7.000.000, ya que mantuvo el 50 % de la plusvalía. Y el último gran impacto en cuanto a ventas fue el de Rubén Lezcano, el mediocampista zurdo que fue transferido al Fluminense de Brasil por 5.500.000.
Con la batata decile adiós al desequilibrio hormonal
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La batata es un tubérculo muy popular en la gastronomía por su característico sabor dulce. Además de su gran utilidad para una variedad de platos, este alimento contiene casi todo lo que el organismo necesita para estar saludable: proteínas, calcio, hierro y muchas vitaminas. Sus propiedades la convierten en el aliado más conveniente para luchar contra el desequilibrio hormonal.
Según estudios científicos, la principal riqueza de este tubérculo radica en su propiedad para regular la cantidad de estrógenos en el organismo. Estas hormonas juegan un papel clave en la salud reproductiva femenina, incluyendo la pubertad, la menstruación, la etapa del embarazo y de la menopausia, pero también son importantes para la salud del corazón, los huesos y el cerebro.
La batata es además rica en fibras, por lo que sacia más rápido que otros alimentos. La vitamina A de este alimento estimula igualmente la restauración y regeneración de las células de la piel, mientras que por su contenido en vitamina C promueve la producción de colágeno para mantener su elasticidad.
Las batatas cargan el cuerpo con nutrientes útiles como el hierro, que es esencial para la producción de energía, un mejor metabolismo y para mantener todas las funciones de los órganos del cuerpo. El tubérculo actúa como un antioxidante natural, por lo que elimina toxinas y regula el balance de agua en el cuerpo.
Aunque se trata de un alimento muy saludable, siempre es importante obtener la aprobación de un profesional para incluirlo a la dieta. El tubérculo está contraindicado en personas que tengan un historial de cálculos renales debido a que contiene oxalato, un compuesto que contribuye a la formación de estas piedritas que se alojan en los riñones.