En una edición especial de Poderosas con Marilé Unger, las protagonistas fueron dos mujeres que dan su voz y fuerza en la lucha contra el cáncer de mama: Lira Jiménez y María E. Giménez, representantes de AMACMA.

Por: Verónica Giménez

Cada mujer que padece esta enfermedad necesita de una mano amiga que la oriente, escuche, comprenda y acompañe en las distintas etapas que le toca atravesar, y esos son los principales pilares de la Asociación de Mujeres de Apoyo contra el Cáncer de Mama (AMACMA).

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Lira Jiménez y María Eugenia Giménez además de ser representantes de AMACMA, también fueron pacientes y conocen cada ataque del cáncer, razón que las motiva a dar su voz y fortaleza en la lucha, especialmente en este mes que se pinta de rosa para sensibilizar, apoyar y promover su prevención.

AMACMA nació en el 2008 con el propósito de informar sobre el cáncer de mama y servir como un lazo de ayuda entre las que padecen esta enfermedad. “Comenzó como una reunión de mujeres que estábamos diagnosticadas con la misma enfermedad, donde rezabamos y nos consolabamos”, recordó Lira Jiménez, actual presidenta y socia fundadora de la asociación.

El encuentro de contención se convirtió en una asociación de mujeres con nobles objetivos que luego de 12 años mantiene su firme compromiso ante esta batalla que afecta a miles de compatriotas.

“Nos dimos cuenta que nuestra sociedad estaba absolutamente ignorante de lo que era esta enfermedad, y a partir de allí, nos sacamos la vergüenza y decidimos contar lo que era el cáncer de mama. Hoy mirando atrás digo ‘qué mucho realmente se logró’. Estamos todos vestidos de rosa y más empresas e instituciones se suman a esta campaña de concientización. Este mes nos recuerda lo que tenemos que hacer para poder salvar una vida”, expresó.

Y agregó: “La característica y lo que diferencia a AMACMA de otras organizaciones es que nosotras pasamos por eso, entendemos y sentimos lo que la otra persona está sintiendo, a pesar de que cada quien procesa de manera diferente. Lo que esperamos desde AMACMA es que todas lleguemos a tiempo porque la detección temprana es llegar a tiempo y es esperanza de vida”.

Mencionó además que la ayuda profesional y el acompañamiento son fundamentales para la mujer con cáncer, porque aparte de esa mochila que de por sí es pesada, la paciente sigue teniendo la misma vida, tanto con alegrías como dificultades, y la misión es alivianar el peso del proceso que se debe atravesar con la enfermedad.

Lira Jiménez. Foto: Alexis Carpio

Un testimonio de esperanza

María Eugenia Giménez compartió su experiencia con el cáncer y cómo hizo frente a esa lucha. “Siempre fui una persona responsable en la realización de los estudios y gracias a eso tuve una detección precoz. En mi caso se detectó a través de una ecografía mamaria, un quiste que jamás yo hubiera podido tocar de menos de 1 cm”, comentó.

Reflexionó sobre la importancia de cumplir con los estudios médicos, ya que gracias a ellos cambió el pronóstico de la enfermedad. “Te da la posibilidad de un tratamiento porque hoy en día el cáncer de mama se cura y ese es el mensaje más hermoso que se puede dar en este Octubre Rosa”, sostuvo.

La detección precoz implica el control periódico y anual, además del autoexamen de mama que se puede realizar con las manos. “Hace cinco años tuve la detección de cáncer. Pasé por una mastectomía de una de las mamas, una reconstrucción mamaria, 16 sesiones de quimioterapia, 21 sesiones de radioterapia y hasta hoy tengo un tratamiento que se llama hormonoterapia que es para el no regreso del cáncer. Hoy puedo decir con toda felicidad: que estoy curada”, relató.

Y añadió: “Para mí es emocionante haber encontrado a AMACMA. Lo encontré casualmente en las redes sociales, me interesé y me acerqué a un grupo de mujeres fantásticas guiadas por una psico-oncóloga, donde se intercambiaban experiencias. También se trataban temas como el tratamiento, cómo es su finalización y los controles de seguimientos que debemos realizarnos”.

La enfermedad no solo afecta a quien la padece, también impacta en su entorno, principalmente en la familia, por eso María Eugenia resaltó el acompañamiento de los suyos en la batalla y consideró que el apoyo de familiares y amigos es esencial durante las etapas que se deben superar.

María E. Giménez. Foto: Alexis Carpio

Octubre Rosa: la lucha es de todos

Lira hizo énfasis en el objetivo del Octubre Rosa, que es el de concienciar, apoyar y promover la lucha contra el cáncer de mama. Además, lamentó la falta de medicamentos e insumos, incluso aparatos por parte de la Salud Pública.

Por su parte, María Eugenia señaló que existen muchas falencias en el sistema de salud que urgen ser atendidas, por eso ambas son ecos de todo lo que precisan las pacientes, teniendo en cuenta que el impacto que sufre la mujer diagnosticada con cáncer no es solamente psicológico y emocional, también es económico.

“El cáncer es una enfermedad cara y el Estado falla en todas las aristas en el tema del cáncer, lo cual no significa que no se haya avanzado y que estamos mucho mejor que otros años, pero todavía tenemos muchas cosas que hacer. Yo no soy enemigo del Estado y el Estado no es mi enemigo, nuestro único enemigo es el cáncer y nosotros somos un equipo. Eso es lo que no logramos entender en nuestro país, siempre nos estamos excusando”, manifestó Lira.

Y agregó: “No podemos dejar de concienciar y de seguir apostando por el Octubre Rosa porque es el mes en que necesitamos meter en el chip la necesidad de hacerse los autocontroles. Detrás de esta campaña está nuestra lucha diaria: que la salud llegue a todos”.

Animó a que este mes usemos nuestra voz por cada paciente para lograr cambiar nuestro sistema de salud y que el acceso a ella sea para todos. Otro desafío es el de incidir en las políticas públicas para que el servicio sanitario sea de calidad y con todos los insumos necesarios en esta batalla.

Maria Eugenia aseguró que solo educando se logrará un pronto diagnóstico para hacer frente a la enfermedad. “Cuando empiezan su edad adolescente ya debemos enseñar a las niñas que a través de las manos una pueda tocar sus mamas y saber si hay una modificación en ellas porque eso es fundamental. Hasta ahora no se ha implementado en las escuelas y colegios esto de enseñar que llega un momento en la vida de toda mujer que debe empezar a hacerse los estudios de mamografía y ecografía mamaria”, puntualizó.

En la dura batalla contra esta enfermedad, ambas mujeres coinciden que los 12 años de la asociación representó una misión sin descanso con muchos proyectos para ayudar a todas las pacientes. “Cada proyecto es un desafío, pensamos y hacemos, y nos damos cuenta que en todas metimos goles y goles a favor de las mujeres”, concluyó la socia fundadora de la asociación.

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