Durante el sueño los productos cosméticos interfieren en el proceso natural de la piel, por lo que resulta esencial desmaquillarse antes de descansar.
Dormir con maquillaje es una de las peores cosas que le puedes hacer a tu rostro porque el descanso nocturno es aprovechado por las células de la piel para regenerarse, pero si en ese proceso se obstruye la superficie con productos cosméticos, la rehidratación y restauración no podrán concretarse.
Y es que durante el sueño profundo, hay un aumento en las hormonas curativas como la hormona del crecimiento y la melatonina, por lo que es importante no dejarnos restos de maquillaje que generen más puntos negros e incluso la aparición de espinillas.
Desmaquillarse y lavarse la cara antes de acostarse debería ser una costumbre diaria, ya que con ello no solo eliminamos los restos de maquillaje, sino también la suciedad que se acumuló en el rostro a lo largo del día.
¿Qué le pasa a tu piel si duermes con maquillaje?
1. Envejecimiento prematuro y degradación del colágeno. El maquillaje atrapa la suciedad y los contaminantes ambientales dentro de la piel, y este tipo de estrés ambiental puede provocar un aumento de los radicales libres que causan mutaciones en el ADN, degradación del colágeno y, con el tiempo, provoca un envejecimiento prematuro.
2. Brotes de acné. El uso prolongado de maquillaje durante el sueño también puede obstruir los poros y provocar acné.
3. Tez seca. Dormir a largo plazo con maquillaje también puede interferir con el proceso natural de desprendimiento o exfoliación de la piel, esto puede dejarnos una tez más opaca, seca y áspera.
4. Ojos inflamados y piel irritada. El maquillaje de ojos, especialmente el rímel, alberga patógenos dañinos que pueden provocar inflamación e infecciones tanto dentro como alrededor de los ojos. Una rutina de limpieza diaria podría ayudar a reducir la contaminación del make up.
5. La piel pierde su luminosidad. Las células de la piel se renuevan principalmente durante la noche, por eso si tenemos restos de maquillaje pueden atrapar las células muertas e impedir que la luz natural se vea reflejada en ella, por lo que con el tiempo la piel pierde brillo.
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