El brócoli es una hortaliza con grandes valores nutritivos, que siempre (sobre todo en verano) suma mucho sabor y color a las ensaladas. Sin embargo, ahora, con el frío, cobra protagonismo en sopas y en recetas servidas como platos calientes.

El brócoli aporta al organismo vitamina C, B1, B2, B3 y B6, además de minerales como el calcio, el potasio, el selenio, el fósforo, el magnesio y el hierro. A sus miles de propiedades y beneficios nutricionales, se suman su alto contenido en fibra y el hecho de que aporta pocas grasas y calorías.

Entre sus beneficios más importantes se encuentran:

Previene el cáncer

Las investigaciones en curso sobre esta hortaliza dicen que podría fortalecer el sistema inmune frente a algunos tipos de cáncer, como el de mama, el de pulmón, el de colon y el de útero. Asimismo, según estudios, sería capaz de prevenir infartos y enfermedades como la diabetes, la osteoporosis, el colesterol o las úlceras.

Protege al corazón

El consumo de brócoli ayuda a eliminar el colesterol malo del organismo, por lo que es un alimento ideal para prevenir enfermedades cardiovasculares. Su contenido de cromo, un mineral que se encarga de regular la glucosa en la sangre, ayuda a prevenir la hipertensión arterial.

Desintoxica el organismo

Sus antioxidantes ayudan a eliminar las toxinas, los radicales libres y el ácido úrico del cuerpo, mejorando el estado sanguíneo y el aspecto de la piel.

Protege los huesos

Si querés huesos sanos y fuertes, es importante incluir brócoli en tu dieta, ya que contiene calcio, fósforo, magnesio y zinc, minerales que cumplen esta función en el organismo.

Combate el estreñimiento

El brócoli tiene fibra, por lo que es un alimento que no falla cuando de prevenir la mala digestión se trata. Gracias a esta propiedad, es posible evitar afecciones en el estómago, como las tan comunes acidez e inflamación.