Nacido tras la crisis financiera de 2008, el bitcóin promovía inicialmente un ideal libertario y ambicionaba acabar con las instituciones monetarias y financieras tradicionales. Trece años después de su creación ¿por qué esta criptomoneda es tan particular y suscita el apetito de los inversores?

El 31 de octubre de 2008 se publicó en internet el libro blanco fundador. Su autor: Satoshi Nakamoto, un seudónimo. La identidad de la persona o el grupo que se esconde detrás sigue siendo una incógnita. En el documento de 8 páginas, Nakamoto presenta el objetivo de su criptomoneda: “efectuar pagos en línea directamente de una persona a otra sin pasar por una institución financiera”.

El 3 de enero de 2009 se creó el primer bloque: 50 bitcoines. Desde entonces se han lanzado numerosas criptomonedas diferentes (ethereum, tether, polkadot...). Hoy existen más de 11.000, según el sitio especializado CoinMarketCap. Hay actualmente unos 18,8 millones de bitcoines en circulación. La masa monetaria aumenta progresivamente con la emisión de nuevas unidades. En cambio, se ha fijado un tope a su creación: el número de bitcoines no podrá jamás superar los 21 millones.

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¿Cómo se obtienen?

Hay dos medios para obtener bitcoines. Históricamente, los particulares podían “minar”, es decir utilizar la potencia de un ordenador para resolver un enigma informático, y ser recompensados en bitcoines. Pero con la subida de las cotizaciones, el número de “mineros” ha aumentado y las posibilidades de éxito se han reducido considerablemente.

Hoy, minar requiere de material sofisticado y los gastos de electricidad generados por la actividad pueden exceder las ganancias. Los bitcoines se compran ahora en las plataformas de intercambio, utilizando monedas tradicionales. Los fondos se conservan luego en una cartera virtual protegida. Para evitar los pirateos, algunos usuarios prefieren colocar sus fondos en una cartera desconectada.

¿Cuánto vale?

En 2013, el bitcóin, que inicialmente no valía casi nada, superó los 1.000 dólares y empezó a atraer la atención de las instituciones financieras. Desde entonces, este volátil mercado ha variado mucho, aunque con clara tendencia alcista. A fines de 2017, el bitcóin llegó a los 19.511 dólares, pero la burbuja estalló, y su valor cayó. Volvería a superar los 10.000 dólares a mediados de 2019 y los 15.000 en noviembre de 2020.

En 2021, el interés combinado de inversores particulares, fondos de inversión y empresas disparó su cotización a un máximo histórico de 64.870 dólares en abril. Nueva montaña rusa, con una caída a fines de junio a 28.824 dólares y nueva disparada en torno a los 50.000 dólares en septiembre. Su volatilidad frena su adopción como medio de pago. Otro obstáculo es el tiempo de validación de la transacción: según la congestión de la red, la confirmación del pago puede tardar entre varios minutos y horas.

Algunos de sus partidarios han abandonado incluso la idea de utilizar el bitcóin como medio de pago en Europa o Estados Unidos, y consideran más bien a la criptomoneda como el futuro oro digital: un medio de conservar el valor fuera del influjo de los bancos centrales.

Sin cobros de comisiones en la 'Chivo Wallet', el envío de dinero de salvadoreños que viven en EEUU estiman que será mayor.. Foto: Twitter.

¿Qué se puede comprar con el bitcóin?

En sus inicios, el bitcóin se utilizaba mayoritariamente en el “dark net” (red oscura de internet cuyo contenido no figura en los motores clásicos de búsqueda) para comprar productos ilícitos. Al cabo del tiempo, cuando su popularidad se fue extendiendo, algunos restaurantes y tiendas empezaron a aceptar los bitcoines, especialmente en las grandes ciudades.

La demanda del bitcóin se disparó tras el anuncio en octubre pasado de que Paypal, gigante de los pagos en línea, propuso a sus usuarios norteamericanos comprar, vender o usar esta criptomoneda como moneda. En América Latina o en África, la criptomoneda atrae a las poblaciones jóvenes en los países donde la inflación galopante hace perder valor a la moneda local. Pero de momento esta primera criptomoneda interesa sobre todo a los inversores, particulares e institucionales.

¿Su uso es obligatorio en El Salvador?

Según la ley salvadoreña, “todo agente económico deberá aceptar el bitcóin como forma de pago cuando así le sea ofrecido por quien adquiere un bien o servicio”. Pero el propio presidente del país, Nayib Bukele, ha aclarado que una cosa es aceptarlo como forma de pago y otra conservarlo y usarlo. Si el establecimiento comercial no desea recibir bitcoines en su cuenta, una aplicación le permite la opción de convertir el monto inmediatamente a su equivalente en dólares, aunque el cliente esté pagando con bitcóin.

La Fiesta del “Chivo”

Miguel tiene curiosidad, Álvaro espera que le ayude a ganar dinero, Marni lo necesita para recibir remesas y Nuria está inquieta. En una plaza de San Salvador, la población intenta entender cómo funciona “Chivo”, la billetera electrónica para operar en bitcóin. “Quería quitarme esa incertidumbre, salir de dudas. Ver cómo es, qué es”, explica Alvaro García, un cargador de bultos de un mercado capitalino de 47 años.

El Salvador se convirtió el martes en el primer país del mundo en adoptar el bitcóin como moneda legal, a la par del dólar que utiliza hace dos décadas. Se trata de un ambicioso y controvertido plan del popular presidente Nayib Bukele, que partió con contratiempos: la aplicación sufrió fallas en el arranque y el bitcóin perdió un 17% de su valor en el primer día de operaciones. En el lenguaje coloquial salvadoreño, “Chivo” es algo muy bueno, “bacán”, “chévere”, “cool”. De allí el nombre de esta billetera electrónica, que solo está disponible para salvadoreños, dentro y fuera del país.

A conocer el “Chivo”

Los salvadoreños deben descargar la aplicación “Chivo” wallet en el celular y acudir a uno de los 200 cajeros automáticos instalados en los denominados puntos “Chivo” para hacer depósitos y retiros. La decisión de Bukele de obsequiar el equivalente a 30 dólares en bitcóin a quienes descarguen la aplicación fue recibida con agrado por muchos en este empobrecido país de 6,6 millones de personas.

“Gracias a Dios está proporcionando esos 30 dólares. Es algo novedoso, algo bueno, yo espero que sea algo bueno y que nos beneficie”, dice Álvaro, que hizo fila en un punto “Chivo” del Centro Histórico de San Salvador para que un funcionario le ayudara a instalar la aplicación en su celular.

Para remesas

El gobierno espera que sirva para abaratar y facilitar el envío de remesas. El Salvador tiene tres millones de salvadoreños en el extranjero, la mayoría en Estados Unidos, y sus envíos representan el 22% del PIB del país. “Con la billetera Chivo no habrá comisiones por los pagos y las transferencias. Esto es importante en materia de inclusión financiera”, recuerda la ministra de Economía, María Luisa Hayem.

Marni, de 31 años, tiene una hermana en Houston. “Me envía 300 dólares, se pagan 30 dólares [de comisión por agencias convencionales]. Esperamos que con el bitcóin no se vaya a pagar todo eso”, dice. “Creo que está bien, va a salir más facil. Por el teléfono voy a revisar cuándo sale el dinero, para ver si cayó o no cayó” el precio del bitcóin, añade. Además de los 30 dólares en bitcóins que vinieron de obsequio, Marni puso otros 20 en el cajero Chivo.

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La Ley Bitcóin entrará en vigor en El Salvador desde el 7 de setiembre, para lo cual se instalaron 200 cajeros automáticos en el país. Foto: Twitter.

“Al menos yo quiero aprender, no me quiero quedar rezagado. Hay gente muy negativa y no quiere aceptar las nuevas tecnologías. Este país es pequeño, pero esto es mundial”, dice el jubilado Miguel Ángel Vásquez, de 64 años. Otros como Franklin Saravia, de 33 años, ya están depositando sus ganancias en la “chivo wallet”.

“Tengo mi negocio por internet, artículos de tecnología en línea. Acabo de depositar 100 dólares para tener la oportunidad de obtener ganancias en bitcóins”, cuenta. “Me pagaron un par de lámparas solares con bitcóin (...) Estoy apostándole 100 dólares a esta nueva opción, decidido a ganar o perder un poco. Eso, más los 30 dólares que me dio el Estado”, explica.

No todo es tan “chivo”

Una reciente encuesta de la Universidad Centroamericana (UCA) señaló que siete de cada 10 salvadoreños están en desacuerdo o muy en desacuerdo con el bitcóin. Además, el 82,8% de la población tiene poca o ninguna confianza en esta criptomoneda. El sondeo señaló que un 65,2% de la población no está interesada en descargar la billetera Chivo, y el gobierno no ha proporcionado un balance de las descargas en el primer día de operaciones.

La ley establece que “todo agente económico deberá aceptar bitcóin como forma de pago cuando así le sea ofrecido por quien adquiere un bien o servicio”. Pero si un comerciante no desea recibir bitcóins en su cuenta, la aplicación “Chivo” convierte el monto inmediatamente a su equivalente en dólares.

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Nuria Vázquez, de 47 años, ha visto el cajero “Chivo” que queda a pocos metros de su negocio. Le han dicho que allí se opera en bitcóins, que interactúa con una billetera electrónica en su celular. Pero aún prefiere su billetera física, con dólares.

“Yo no lo recibo. Yo me siento bien así con el dólar, si vienen a comprar así [con bitcóin] yo le voy a decir: yo quiero dólar, dólar le voy a dar y dólar deme”, dice mientras coloca aceite en una enorme olla donde freirá papas para vender en el Mercado Central.

El multimillonario Brock Pierce celebró el uso oficial de la criptomoneda en el país centroamericano con un show de 150 drones. Foto: AFP.

Ocho claves

El Salvador se convirtió en el primer país en autorizar al bitcóin como moneda de curso legal, a la par del dólar. ¿Pero cómo funciona? A continuación, algunas claves para entender el plan del presidente Nayib Bukele, que empezó a regir el martes.

1. ¿Qué es la billetera electrónica “Chivo”?

Como los bitcóins no existen físicamente, se almacenan en aplicaciones digitales que se descargan en el móvil y funcionan como billeteras electrónicas. La de El Salvador se llama “Chivo” (sinónimo de chévere, bacán), y para usarla se debe tener un documento salvadoreño. Los comercios deben presentar un número de identificación tributaria y un documento de representante legal.

El usuario puede configurar su billetera Chivo con una versión automática a dólares. De esa manera una empresa puede recibir en dólares todos los pagos que procese, aunque éstos sean en bitcóins. El gobierno instaló 200 cajeros automáticos denominados “Puntos Chivo” a través del país para depósitos y retiros.

2. ¿Es obligatorio usar el bitcóin en El Salvador?

La ley establece que “todo agente económico deberá aceptar bitcóin como forma de pago cuando así le sea ofrecido por quien adquiere un bien o servicio”. Pero si el establecimiento comercial no desea recibir bitcóins en su cuenta, la aplicación “Chivo” convierte el monto inmediatamente a su equivalente en dólares. Para transacciones, ambas partes deben contar con una billetera electrónica.

3. ¿Qué se puede pagar con bitcóins?

Con la billetera se pueden procesar pagos de servicios, comprar y vender productos y realizar transferencias para cuentas bancarias sin cobro de comisiones, por ejemplo. Incluso, “todas las obligaciones en dinero expresadas en dólares, existentes con anterioridad a la vigencia de la presente ley, podrán ser pagadas en bitcóins”, precisa la ley.

4. ¿Cómo financia El Salvador la medida?

Para impulsar el bitcóin el gobierno ha recurrido a 203 millones de dólares de fondos públicos. De este dinero, 150 millones fueron destinados a garantizar la convertibilidad de bitcóin a dólar, 23,3 millones de dólares para financiar el proyecto y otros 30 millones para proporcionar un bono de 30 dólares a cada persona que descargue la billetera Chivo.

5. ¿Hay apoyo ciudadano?

Una encuesta de la Universidad Centroamericana (UCA), precisó que “siete de cada 10 salvadoreños están en desacuerdo o muy en desacuerdo” con el bitcóin. Además, el 82,8% de la población tiene poca o ninguna confianza en el bitcóin. El sondeo señaló que un 65,2% de la población no está interesada en descargar la billetera Chivo. El gobierno no ha proporcionado un balance de las descargas en el primer día de operaciones.

6. ¿Cómo defiende Bukele la medida?

El presidente Bukele asegura que la adopción del bitcóin contribuirá a la bancarización de la población y generará un ahorro de 400 millones de dólares en el costo de las remesas que los salvadoreños en el extranjero envían al país. Las remesas representan el 22% del PIB de El Salvador.

7. ¿Qué dicen economistas y organismos internacionales?

El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió desde junio que “la adopción del bitcóin como moneda de curso legal plantea una serie de problemas macroeconómicos, financieros y legales que requieren un análisis muy cuidadoso”, comentó el portavoz del FMI, Gerry Rice.

El Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollado también han expresado escepticismo y alertado que la medida es riesgosa. El Salvador ya padece “los impactos de la volatilidad del precio del bitcóin” que agravan “los altos niveles de desigualdad, pobreza, desempleo, migración y violencia”, consideró el expresidente del Banco Central de Reserva de El Salvador, Óscar Cabrera.

8. ¿Qué opinan los fans del bitcóin?

El bitcóin “es como el oro digital, aquí es donde guardas dinero para un día difícil en el futuro, esto es para tu cuenta de ahorros”, comentó a la AFP Brock Pierce, un multimillonario en criptomonedas. Eso sí, “no aconsejo que usen esto para hacer sus pagos diarios, para comprar las cosas que necesitan, para poner comida en la mesa o pagar el alquiler”, consideró.

“Lamentablemente, el tema se politizó un poco, pero lo que la gente tiene que saber es que, si no quieren usar el bitcóin, no tienen que hacerlo. Es solo un valor agregado que tienen”, estima el estadounidense Mike Peterson, pionero del uso del bitcóin en El Salvador.

El gobierno ya compró sus primeras 400 monedas, a un valor de mercado de 21 millones de dólares. Foto: Gentileza.

“Quien no quiere, que no lo use”

Mike, un surfista californiano enamorado de la playa El Zonte en El Salvador, cuenta que canalizó una donación anónima de alguien que, como él, ama este balneario. El aporte fue en bitcóins y transformó a esta comunidad. Desde 2019 es la pionera en el uso de este criptoactivo en El Salvador, el primer país en el mundo que, desde este martes, tiene al bitcóin como moneda legal, además del dólar.

Con 3.000 habitantes, El Zonte está a unos 56 km al suroeste de la capital, bañada por el océano Pacífico, a los pies de montañas rocosas en el departamento de La Libertad. Mike Peterson, de 47 años, dirige allí Bitcoin Beach, una billetera electrónica instalada en los celulares para negociar con este criptoactivo en El Zonte.

“Muchas personas de esta comunidad no tienen acceso a cuentas bancarias (...) Ahora pueden hacer pagos en línea, enviar o recibir dinero con miembros de su familia incluso a cientos de millas de distancia y pueden hacer todo esto con tarifas muy bajas o casi inexistentes”, explica a la AFP. El Salvador tiene 6,6 millones de habitantes y una diáspora de 3 millones, la mayoría de ellos en Estados Unidos. Sus remesas representan el 22% del PIB del país.

Un valor agregado

“Cada vez que hay algo nuevo, una nueva tecnología, da miedo. Lamentablemente, el tema se politizó un poco, pero lo que la gente tiene que saber es que, si no quieren usar el bitcóin, no tienen que hacerlo. Es solo un valor agregado que tienen”, precisa.

En este paraíso de surfistas, todo funciona con bitcóins. Desde pagar servicios básicos como agua o energía, comprar un refresco o alquilar un hospedaje. Ha sido el laboratorio que inspiró el proyecto presidencial que le da curso legal a la criptomoneda. “Estamos viendo por primera vez a gente que gana bienestar, que ahorra, y que puede comprar un nuevo techo para su casa, comprar una vaca, enviar a sus hijos al colegio, y esas oportunidades no las tenían antes”, comenta Mike.

Desconfiar primero, ganar después

Rosa, de unos 50 años, fue una de las primeras entusiastas que aceptó el bitcóin en su comercio, cuando comenzó a funcionar en El Zonte. “Al principio, temor no tuve. Desconfianza tuve, desconfianza, porque, ¿quién me iba a cambiar? Si yo cobraba con eso [bitcóin], ¿quién me iba a cambiar a efectivo? Pero pregunté y luego me explicaron quién me lo iba a cambiar, entonces empecé a cobrar con bitcóins”, cuenta.

“Yo he ganado, yo he ganado con bitcóins. Me pagan en efectivo, yo lo echo en mi bolsa, pero si me pagan con bitcóin, en mi cartera, en el teléfono, ahí lo voy acumulando, ya no voy al banco a guardarlo, sino que ahí lo tengo”, comenta.

Plata en mano

Pero no todos se bañan en la ola bitcóin. En el Tunco, una playa aledaña, la posición es contraria. “No me gusta eso, ni por un momento lo acepto. A mí me gusta que alguien me diga: ¿cuánto ha vendido? Y saque el rollo de billetes y digo: ‘mira, acá está el rollo de billetes, y veo mi pisto [dinero]”, admite Maribel, una vendedora de artesanías.

El uso del bitcóin “es una estafa que viene, es un robo. No, a mí eso no me gusta”, enfatiza. Para operar con bitcóins en el país, el gobierno lanzó la billetera electrónica Chivo, que viene con el equivalente a 30 dólares en bitcóins para cada usuario salvadoreño. A la larga todos los comercios deberán tener la tecnología para aceptarlo, aunque luego la aplicación convierta la operación a dólares para quien no desee conservar los bitcóins.

Fluctuaciones

Cuando nació en 2009, el bitcóin valía centavos de dólar y hoy supera los 52.000 dólares. En los últimos 12 meses ha llegado a los 62.000 o caído hasta 35.000 dólares, al ritmo de comentarios de empresarios como Elon Musk o anuncios de regulaciones chinas. “Si nosotros nos atenemos a eso (las fluctuaciones), puede que la gente nos pague así, con bitcóins, pero cuando vayamos a sacar el dinero (tal vez) no tengamos nada. Entonces, en vez de aumentar, nuestro negocio va a bajar. Por eso no estamos de acuerdo”, considera Krisia, una comerciante de 40 años, en El Tunco.

Peterson, en El Zonte, reconoce que se trata de un activo volátil y sensible a los sentimientos del mercado. “Afortunadamente, la gente de aquí, ha estado en bitcóin durante bastante tiempo y, por lo tanto, ya han visto estos altibajos y saben que simplemente te quedas con él... y en ese tiempo extra tiende a subir de valor”, considera.

Nayib Bukele, presidente salvadoreño. Foto: Archivo.

Exoneración de impuestos a las ganancias

El Salvador exonerará de impuestos a las ganancias por alzas en el precio del bitcóin para atraer inversiones extranjeras en esta criptomoneda de curso legal en el país, aseguró un funcionario del gobierno. El martes 7 de septiembre El Salvador se convirtió en el primer país en instaurar el bitcóin como una moneda de curso legal a la par del dólar, divisa que rige la economía del país hace 20 años.

“Si una persona tiene bitcóin como activo y tiene alta ganancia, no va a haber ningún impuesto. Esto es obviamente para incentivar las inversiones extranjeras”, dijo el asesor jurídico de la presidencia, Javier Argueta, durante una entrevista con la AFP tras el lanzamiento del programa.

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“No se paga ni ganancia de capital, ni renta, ni ningún impuesto. Ese es un atractivo que ha llamado muchísimo la atención”, explicó. El arranque de este plan del presidente Nayib Bukele tuvo algunas dificultades, como una caída en el sistema de la billetera electrónica estatal Chivo debido a la alta demanda. Pero las dificultades técnicas se han ido resolviendo paulatinamente.

A la “Chivo Wallet” solo pueden acceder ciudadanos salvadoreños, que reciben un bono equivalente a 30 dólares en bitcóins para empezar a operar. El gobierno instaló 200 cajeros Chivo para recargar la billetera electrónica o para hacer retiros en dólares de los bitcóins que reciban de transferencias, depósitos del exterior o ventas de sus comercios.

Combatir el lavado

La apertura de El Salvador al bitcóin encendió las alarmas sobre su posible uso para el blanqueo de capitales en este criptoactivo que opera muchas veces bajo mantos de confidencialidad. “La ‘chivo wallet’ ya trae mecanismos para hacer debida diligencia. Obviamente lo importante de ello es la trazabilidad del dinero, la trazabilidad del origen y la trazabilidad de la salida de los fondos. Eso ya está regulado para el sector privado y hay una serie de condiciones que se deben de cumplir como se cumplen hoy con el dólar”, dijo Argueta.

“Estamos cumpliendo una serie de recomendaciones de instituciones internacionales contra el lavado, principalmente la debida diligencia” a través del Banco Central de Reserva, agregó.

Protegerse de la volatilidad

Cuando surgió en 2009, el bitcóin solo costaba centavos de dólar, pero el año pasado llegó a valer 62.000 dólares. El día del lanzamiento del plan de Bukele, esta criptomoneda superaba los 52.000 dólares, pero cayó a unos 47.000. Argueta indicó que, si el precio del bitcóin cae mucho, existe una normativa del BCR para detener temporariamente las operaciones y minimizar el impacto de la alta volatilidad.

En el caso de personas naturales o jurídicas, “como es opcional tenerlo, el privado asume el riesgo y asume si quiere el bitcóin como activo”. Sobre las reservas estatales, el BCR también ha establecido una normativa técnica para tener un respaldo en dólares ante “cualquier eventual pérdida”.

Masivo pero no obligatorio

Con el 70% de su población no bancarizada, El Salvador busca que la totalidad de sus habitantes “tengan los medios necesarios para poder usar bitcóin”. Argueta aclara que la tenencia de esta criptomoneda no es obligatoria, aunque los comercios sí deberán tener el mecanismo para aceptar la operación.

“Acepto la transacción, no tengo la posibilidad de decir no a la transacción, pero cuando se unen los teléfonos, cuando se une la transacción, siempre a mí me va a aparecer en la ‘Chivo wallet’ o en otras ‘wallet’ que van a ser reguladas, a mí me va a aparecer si quiero bitcóin o si quiero dólares”, sostuvo. Reiteró además que los salarios y pensiones “se pagan en dólares”.

Captar mayores remesas

Las remesas de la diáspora salvadoreña -2,5 millones de ciudadanos viven en Estados Unidos- representan el 22% del PIB del país. Argueta aseguró que, sin cobros de comisiones en la ‘Chivo Wallet’, el envío de dinero será mayor. Los salvadoreños en el extranjero también tendrán acceso a la aplicación.

“Nuestros hermanos en el exterior que mandan remesas a las familias, pagan alrededor de 400 o 450 millones de dólares en comisiones a las diferentes instituciones que hacen esas transferencias” o a los llamados “encomenderos”, que traen el dinero físicamente en vuelos, dijo. “Esos 450 millones de dólares que se cobra en comisiones hoy, nuestros hermanos en el exterior van a mandar a su familia”, estimulando la economía del país, aseguró.

Fuente: AFP.

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