La finca de las afueras de Rio de Janeiro que perteneció al brasileño Roberto Burle Marx (1909-1994), creador de los jardines tropicales que revolucionaron el paisajismo, fue reconocida como parte del Patrimonio Mundial por la Unesco.

La decisión, anunciada en la cuenta Twitter de la agencia de la ONU, se adoptó durante la 44ª reunión anual del Comité del Patrimonio Mundial de Naciones Unidas que analiza en Fuzhou (China) las solicitudes de 2020 y 2021, acumuladas debido a la pandemia del coronavirus. Reconocido en la categoría de sitios culturales, el Sitio Roberto Burle Marx es el 23º bien brasileño incluido en la lista.

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Este fue “el laboratorio de experiencias botánicas y paisajísticas de Burle Marx. Aquí aprendió y entendió cómo funcionaban, biológica, ecológica y estéticamente las especies que luego aplicó en los jardines”, dijo a la AFP la bióloga Suzana Bezerra, una de las educadoras que trabaja en el lugar, convertido en museo.

Adquirida por Burle Marx y su hermano en 1949, la propiedad era una antigua hacienda de café y banana ubicada en medio de una densa mata atlántica, unos 50 km al sur de Rio. A lo largo de 45 años, el arquitecto paisajista, artista plástico y explorador fue poblándola de especies que recogía en sus expediciones a los diferentes biomas brasileños y a otros países, para estudiarlas e incorporarlas a sus creaciones.

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Palmeras exuberantes, bromelias, aráceas de hojas gigantes y vivos colores, estanques con especies acuáticas: los jardines al aire libre y los viveros del sitio reúnen alrededor de 3.500 especies tropicales y subtropicales y condensan como ningún otro lugar la fuerza de la naturaleza que él buscaba plasmar en sus creaciones.

Hijo de un migrante judío alemán y de una brasileña de origen francés, Burle Marx fue un pionero de la ecología y uno de los primeros en utilizar flora nativa en lugar de traerla de Europa. En sus expediciones descubrió decenas de especies y a lo largo de su vida diseñó más de 3.000 parques y jardines públicos y privados, la mayoría en Brasil, pero también en Venezuela, Estados Unidos y el sudeste asiático.

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Entre sus obras de paisajismo más destacadas figuran las famosas aceras de la playa de Copacabana, el Aterro do Flamengo (construido sobre terraplenes frente a la Bahía de Guanabara) y los jardines de Brasilia, la capital diseñada y construida por el urbanista Lúcio Costa y el arquitecto Oscar Niemeyer.

Tras pasar por una renovación y después de diez meses cerrado al público por la pandemia, el Sitio reabrió en enero pasado. Además de la riqueza natural, los visitantes pueden conocer la que fue la casa de Burle Marx desde 1973 hasta su muerte en 1994, con sus muebles, pertenencias, pinturas y esculturas junto a sus colecciones de otros artistas.

También es posible visitar la “Cocina de Piedra”, un gran ambiente semiabierto donde organizaba fiestas y reuniones frecuentadas por artistas, poetas, arquitectos, músicos y científicos, como Helio Oiticia y Lygia Clark, Niemeyer y Le Corbusier, Pablo Neruda, Elizabeth Bishop o Susan Sontag. Desde su creación, el Comité del Patrimonio Mundial, compuesto por representantes de 21 Estados, ha inscrito en la lista más de 1.100 sitios de más de 165 países.

Fuente: AFP.

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