El periodista holandés Peter R. De Vries, de 64 años, especializado en asuntos criminales, luchaba por su vida este miércoles, víctima de un intento de asesinato en Ámsterdam, la noche anterior. A plena luz del día, recibió hasta cinco disparos, incluida una en la cabeza, según testigos presenciales. Famoso por sus reportajes sobre el secuestro del ‘barón de la cerveza’, Freddy Heineken, en la década de 1980, en el popular diario De Telegraaf, llegó a viajar hasta a Paraguay.

En 1987, escribió “El secuestro de Alfred Heineken”, una obra en la que narró el plagio desde la perspectiva de Con van Hout. Basado en entrevistas a los dos captores, el libro se convirtió en un best-seller en Holanda. Pero para De Vries el caso no había terminado y en 1994 encontró en Paraguay a un tercer secuestrador, Frans Meijer, extraditado a Holanda en 2003.

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El periódico Panorama dedicó un extenso reportaje para recordar la hazaña de Peter R. De Vries en el verano de 1994, cuando encontró a uno de los secuestradores más buscados en Asunción, que había desaparecido sin dejar rastros durante casi una década: Frans Meijer. El periodista tomó un avión al corazón de Sudamérica acompañado por un fotógrafo novato, Paul Tolenaar, que venía de la escuela de arte.

Panorama refiere que una mañana de lunes, el editor del periódico encuentra una nota en el correo que pregunta si estaban interesados en localizar a Frans Meijer en Paraguay. La única pista es que el criminal iría por una hamburguesa y una cerveza en un restaurante en Asunción, El Encuentro, que era posible de identificar mediante el cartel de “Bremer Beer” (cerveza Bremen).

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“Ya hemos dado muchas vueltas y, concentrados, espiamos a través del caos. Justo cuando me pregunto cómo demonios se puede localizar a alguien en este hormiguero humano, veo todo tipo de materiales de construcción en el lado derecho de la carretera, mientras un cartel ‘Bremer Beer’ cuelga en diagonal encima. Miro directamente al edificio asociado y me sorprende. Veo a un hombre de cabello oscuro, ojos marrones y camisa azul: ¡ahí está! Solo en la calle, como si así estuviera acordado. Está Frans Meijer, el hombre más buscado de los Países Bajos, ¡a quien todo el mundo ha estado buscando durante 9,5 años! El hombre que yo mismo pensé al menos una vez a la semana durante los últimos diez años: ¿dónde estaría?”, relataría De Vries.

El fotógrafo Tolenaar toma las primeras imágenes de la primicia e inmediatamente envían el material por correo certificado para que el periódico tuviera las pruebas de que Meijer, efectivamente, estaba en Paraguay. Posteriormente, el 1 de agosto de 1994, el periodista aborda al secuestrador. “Hola Frans, ¿cómo estás?”, dice. “¿Qué quieres de mí?”, pregunta Meijer, sorprendido, y aunque trata de convencer a De Vries de que no publique la historia, principalmente porque podría destruir la vida de sus tres hijos paraguayos, fruto de un matrimonio con una paraguaya; acepta que el reportero suba a su auto, donde le cuenta sobre su fuga y su nueva vida bajo la falsa identidad de Rudolph ‘Rudi’ Doves. Pocos días después, el equipo periodístico ya está de regreso a casa con esta impactante historia.

Dos capturas y cinco acuchillamientos

Pasarían más de ocho meses desde que De Vries descubrió a Meijer para que el secuestrador fuera arrestado por la Interpol, el 16 de abril de 1995, en el barrio San Blas de la ciudad de Paraguarí. Sin embargo, su abogado logra que lo liberen tres semanas después, el 5 de mayo, alegando que fue presuntamente arrestado de manera ilegal. No obstante, el 9 de mayo se emite una nueva orden de captura en su contra.

Panorama menciona que Meijer logra mantenerse fuera de las manos de la justicia durante tres años y deambula principalmente por Brasil. Hasta que el 28 de enero de 1998 es atrapado entre las calles Mariscal López y Santa Teresa, en Fernando de la Mora, zona norte, donde residía en aquel momento. Desde entonces pasó cinco años en la cárcel de Tacumbú, donde sobrevivió a cinco apuñalamientos. El 29 de marzo de 2003 fue extraditado a Amsterdam, y culmina su condena el 3 de enero de 2005. “Más de un mes después está de regreso en el avión a Paraguay, de regreso con su esposa e hijos”, evoca el periódico holandés.

Esta fotografía tomada el 23 de junio de 2021 muestra a Peter R. de Vries mientras dirige una conferencia de prensa en Naarden. Foto: AFP.

Secuestro de película

Con van Hout, Willem Holleeder, Frans Meijer, Jan Boellaard y Martin Erkamps se conocieron de adolescentes en un miserable barrio de la capital holandesa. El 9 de noviembre de 1983 capturaron a Alfred “Freddy” Heineken (1923-2002), nieto del fundador de la cervecería Heineken y uno de los hombres más ricos en Europa; junto a su chofer Ab Doderer. El secuestro en teoría duraría 48 horas, pero se extendió a 21 días; pedían unos 10 millones de dólares para el rescate.

Francisco (Frans) Meijer, nacido el 16 de mayo de 1953, tuvo la tarea de garantizar que Heineken y Doderer comieran todos los días. Por eso, invariablemente, cada día a la hora de comer se marchaba de su bar favorito de Ámsterdam y decía que tenía que dar de comer a Heineken. Más tarde, los clientes del bar se dieron cuenta que no se trataba de una broma.

Durante tres semanas, los secuestradores reprodujeron grabaciones desde un teléfono de monedas para dirigir a la policía a una serie de mensajes enterrados; así como a través de anuncios codificados en periódicos. Cuando se hicieron con el botín, escondieron el dinero en barriles que luego enterraron en un área boscosa y se fugaron en bicicletas, aunque solo lograron llevarse unos 2.5 millones del total.

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Con van Hout y Willem Holleeder estuvieron prófugos en Francia y el Caribe francés hasta que fueron extraditados y sentenciados por el secuestro en 1987. En el caso de Frans Meijer, se entregó voluntariamente a la policía en 1984, tras afirmar que había quemado su tajada en una playa. En la preparación del juicio, el juez ordenó que se le hiciera un examen psicológico (se especula que fingió un desorden mental), por lo que fue transferido al centro psiquiátrico Pieter Baan, del que escapó el día de Año Nuevo de 1985 y huyó vía Bélgica a Paraguay.

Semejante historia no solo motivó a que Peter R. De Vries escribiera su libro “El secuestro de Alfred Heineken” en 1987, y que los lectores lo convirtieran en un éxito de ventas. También el cine abordó esta trama en dos ocasiones. Primero, la producción holandesa “The Heineken Kidnapping”, dirigida por Maarten Treurniet, se estrenó en 2011, con la estrella local Rutger Hauer en el papel de Fred Heineiken. Luego, en 2015 salió “Kidnapping Mr. Heineken”, coproducción británica y holandesa, dirigida por Daniel Alfredson, y que se basa en el libro de De Vries, con el famoso Anthony Hopkins como Heineken, y los conocidos Sam Worthington y Jim Sturgess interpretando a dos de los secuestradores.

En junio de 2001, en la cárcel de Tacumbú, Frans Meijer contó que se había convertido al cristianismo gracias a su esposa paraguaya. Foto: De Telegraaf.

El hijo paraguayo

El sitio Criminalia describe que Meijer se convirtió al cristianismo en Paraguay y que cuando su compañero de delito Cor van Hout fue asesinado a principios de 2003, este puso un anuncio el 27 de enero en el De Telegraaf con el texto “Cor, rezaré por ti”.

Panorama continúa relatando que tras la liberación de Meijer en 2005 no se supo nada del secuestrador de Heineken. Hasta que, el 2 octubre de 2018, De Telegraaf publica un titular que remueve incógnitas: “La policía dispara al secuestrador de Heineken, Frans Meijer”. La crónica indica que, en el centro de Ámsterdam, un policía en moto disparó en la pierna a un hombre armado que, junto con dos cómplices, intentaba robar un camión que transportaba dinero. Ese hombre, disfrazado con un bigote falso, fue identificado como uno de los secuestradores de Heineken.

Sus cómplices eran su hijo paraguayo Rudi Doves, de 26 años, y Laurens Boellaard, hijo del también secuestrador de Heineken, Jan Boellaard. El 22 de marzo de 2019, su hijo fue condenado a la cárcel por dos años, y el hijo de Jan Boellaard, de 35 años, fue absuelto por tener un papel secundario en el robo. Meijer recibió una condena a tres años de prisión.

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