- Por Macarena Duarte
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Faltando un poco más de un mes para las elecciones presidenciales, la logística electoral está contando con un despliegue acelerado por parte de los sectores que aspiran a llegar al sillón presidencial. Arnoldo Wiens, uno de los principales dirigentes de la Asociación Nacional Republicana (ANR), explicó para La Nación/Nación Media que desde el partido se está fortaleciendo la propuesta electoral de la ANR por la construcción de un modelo político representativo, republicano y aglutinador.
Al respecto, resaltó que después de tantos años, la ANR sigue manteniéndose en la agenda política como la principal organización nacional, debido a su alta capacidad de adaptarse al paso del tiempo, establecerse en el poder y, sobre todo, seguir siendo la mejor opción para encargarse de la conducción del país.
–¿A qué le atribuiría esa percepción mantenida en torno al Partido Colorado como mejor modelo político?
–A la esencia del partido porque se trata de uno republicano, demócrata y nacionalista, generando una dinámica única. Esto finalmente permite que en la ANR haya una renovación constante porque incluso en nuestras filas de candidatos se han sumado más opciones de jóvenes; el Partido Colorado es el único que genera su propia oposición, cuando se habla tanto de la alternancia hoy en día, generando esa exigencia desde nuestras propias filas.
El grupo que perdió en las internas para las elecciones anteriores ganó para estos nuevos comicios y de esta manera sucesiva se van generando nuevos liderazgos y esto termina constituyendo algo casi pendular dentro del propio partido, buscando nuevos principios y actores políticos que representen la necesidad de la mayoría en la República.
Por eso el partido cuenta también con una tremenda vocación de poder porque interpreta las necesidades de la ciudadanía y se adapta a ellas para ofrecer propuestas creíbles. El Partido Colorado, históricamente, es el partido de los grandes cambios porque incluso el traspaso a la democracia fue un hecho logrado por la organización, teniendo en cuenta que la problemática de ese momento se trató de algo interno del partido; mientras, la oposición no generó ningún cambio.
–Con respecto a la captación del voto de otros colores, ¿se está observando una adherencia importante?
–Solo por poner un ejemplo, en un acto que llevamos a cabo en Cordillera, en la seccional colorada de Tobatí me intercepta una correligionaria y me presenta a un dirigente liberal que quería conocer las propuestas de la Lista 1 y va a votar por “Santi” Peña como presidente y por Denis Lichi como gobernador de Cordillera.
Luego, en un acto en Arroyos y Esteros, un grupo de liberales también llevó su adhesión al proyecto de la Lista 1. Esto sin mencionar el caso de la candidata a diputada de Patria Querida que también adelantó su apoyo a “Santi” y Lichi; es decir, la Lista 1 recibe apoyo electoral y dirigencial por parte de otros partidos porque nuestro proyecto logra entusiasmar, frente a la división que se observa en la Concertación, haciendo que choquen las ideas entre los sectores miembros.
–Con eso en cuenta, ¿cuáles son las expectativas que tienen para el próximo gobierno?
–Por lejos vamos a tener mayoría en la Cámara de Diputados y creo que de las 43 bancas con las que contamos actualmente, podremos llegar a los 50 escaños. En cuanto a la Cámara de Senadores, también tenemos la brillante oportunidad de lograr una mayoría propia con 23 o más cupos porque contamos con un menú interesante de fuertes figuras sumamente representativas, como Derlis Maidana, Juan Carlos Baruja, Blanca Ovelar, entre otras.
Entendemos que la gobernabilidad es algo primordial porque sin ella existirá un problema por la falta de claridad en temas centrales como la educación, la salud, la seguridad, entre otras cosas. Por ello, para nosotros resulta sumamente importante lograr la mayor representación posible en el Congreso, lo cual estoy seguro que podrá verse tras los resultados de las elecciones generales.
–En cuanto a los números que manejan desde el partido, ¿qué podría destacar?
–Durante los recorridos estamos en constante contacto con la dirigencia, distrito por distrito y seccional por seccional, dándose ese contagio de lo que es la unidad entre cada uno de los líderes partidarios, lo cual finalmente se manifiesta en las mediciones a nivel partidario y regional. Por ejemplo, con el candidato a gobernador de Central Luis Fernando González ya estamos observando su posicionamiento con varios puntos arriba en las encuestas.
–¿Cómo describiría la unidad de la ANR actualmente?
–Recuerdo que cuando era candidato, en una de las reuniones que tuvimos solicité que se reconozca rápidamente el resultado independientemente de quién sea el ganador, para bien del partido. Creo que la verdadera unidad se empezó a gestar el 18 de diciembre porque las internas constituyeron un proceso limpio y transparente, a diferencia de la Concertación.
Además, los resultados estuvieron muy ajustados y parejos, para la Junta de Gobierno nos dividimos entre 45 a 45 miembros, para candidatos a diputados quedamos 40 a 40, en el caso del Senado llegamos 23 a 22, mientras que para las gobernaciones el resultado fue 9 a 8. Aparte, yo soy una persona muy conciliadora que ingresó a la política dentro de la ANR para trabajar a favor de mi país. Por eso, mi actitud siempre fue constructiva y positiva, por lo cual nos propusimos desde el 18 de diciembre trabajar con base en la consolidación de la unidad partidaria.
–¿Y esa unidad está siendo granítica?
–Absolutamente granítica. Lo que trato de hacer como líder visible de Fuerza Republicana es volcar toda esa confianza y acompañamiento hacia los candidatos ganadores del partido y la gente lo está recibiendo muy bien. La unidad se da cuando tenemos un cronograma que no apunta exclusivamente a tener un resultado electoral, sino a la construcción de una gestión del Partido Colorado en función de gobierno.
Hay una gran diferencia entre estar juntos y estar unidos, lo primero se observa en la Concertación donde los diversos sectores disparan para distintos lados, mientras que en el Partido Colorado se observa la verdadera unidad, donde congeniamos las propuestas acercadas al electorado en un plan de gobierno consensuado.