Por Lourdes Torres, lourdes.torres@gruponacion.com.py

Hoy hablamos con el economista Rubén Ramírez, ex canciller nacional.

Ramírez señaló que, hasta ahora, no está viendo ni encontró información oficial del Gobierno para opinar sobre la postura concreta que sostiene Paraguay en esta negociación. Considera que existe una falta de transparencia por parte del Gobierno en toda esta delicada negociación.

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Respecto a la estrategia de una tarifa más baja o más alta, indicó que más allá de lo que comunica el Gobierno sobre las inversiones, la cuestión es apuntar que ahora es imposible consumir todo lo que nosw corresponde, porque no hay infraestructura.

“Si Paraguay se compromete a comprar el 50% de la energía, tiene que invertir ese dinero cada año y ese consumo de energía no tiene Paraguay. Pero sí podría venderla, así como lo hace Argentina con Yacyretá, que compra la energía a la entidad binacional para luego venderla al Brasil. Si tenemos la posibilidad de vender energía a la Argentina a precio de mercado, es un ejemplo. O bien podríamos venderla a una empresa de Brasil o a otra empresa internacional que se instale en Paraguay y compre la energía; o al mercado internacional de capitales, licitando la energía de Itaipú por los próximos 10 o 20 años a valores del mercado. Son las opciones que uno podría bajar a la mesa de negociación”, afirmó.

Indicó que no conoce cuál es la estrategia de negociación de nuestro país en este momento.

“Lo que sí puedo opinar es sobre lo que observo. En ese sentido, no identifico una estrategia de Paraguay en la que pueda decir que esta es nuestra posición y si Brasil no contesta entiendo que esa es su respuesta. No tenemos la posibilidad de obligarle a Brasil a que se siente a negociar, porque no hay una estrategia clara. En este momento de las negociaciones Brasil aplica el principio de pacta sunt servanda (lo pactado obliga)”, expresó.

COMPONENTES DE LA TARIFA ESTÁN VARIANDO

Explicó que la revisión del Anexo C incluye las bases financieras y de prestación de los servicios de electricidad (regalías y tarifas), procedimientos, contratación, cálculo de la tarifa de energía y las deudas. Es decir, en el Anexo C se establece cómo se hará la entrega de la energía a ambos países y, por sobre todo, cómo calcular el costo de la producción, cuyo mayor y principal ingrediente actualmente es el pago de capital y sus intereses, que desaparecerán en el 2023 al pagarse toda la deuda.

En este anexo, por ejemplo, no se establece el derecho de nuestro país para disponer libremente y poder comercializar a terceros su parte (50% de la energía de la binacional). Tampoco sobre el precio justo (o sea de mercado) por la energía que no usamos y que le cedemos al Brasil.

Entre tanto, el Capítulo III es el más importante, atendiendo a que se establece el costo de la energía producida por la binacional. Son varios los ítems que se tienen en cuenta para tener la tarifa de la electricidad. Están los denominados administrativos que son los costos de producción, además de la capitalización de la Ande y Eletrobrás, los montos de royalties y las inversiones que hace la entidad binacional en su propia estructura. Pero la principal y la más pesada son los pagos de las deudas y sus intereses hasta el 2023.

Al respecto, considera que la renegociación ya debió comenzar mucho antes de que se cumplan todos los pagos de la deuda y reiteró que la variable más importante y que hará cambiar el costo de energía producida y la tarifa de acuerdo con la vigencia del Anexo C hasta el 2023 es la deuda. “Era un componente y digo era, porque prácticamente ya se está por pagar toda la deuda este año y con lo cual hace que la tarifa caiga periódicamente a su mínima expresión histórica. Esto significa que cada mes, por esa ecuación de las variables que contiene el Anexo C vigente va cayendo la tarifa”, detalló.

EL 2023, CON DOS GOBIERNOS DISTINTOS

Por otra parte, Rubén Ramírez señaló que la negociación en el 2023 va a ser un tanto difícil.

“Por eso insisto en que la negociación comenzó hace 5 años, hace mucho tiempo ya se debían haber establecido las pautas y los escenarios para esta negociación, lo cual no se hizo. Hubo muchos errores, obviamente casi le costó el cargo al presidente de la República con un juicio político. Obviamente es necesario tener conciencia del impacto que tiene para el desarrollo económico y social del país y coincido en que Itaipú es una cuestión de prioridad nacional”, enfatizó.

“Por eso es importante un mecanismo o una estrategia para que el Ejecutivo tenga el pleno respaldo del Poder Legislativo y de la sociedad paraguaya para poder construir una posición, pero para eso debe haber confianza y eso es lo que se necesita construir de acuerdo con la estrategia compartida y consensuada entre todas las partes y decir ‘bueno, esta es la posición de la República del Paraguay’”, aseveró.

CONSTRUIR UNA ESTRATEGIA CLARA

A partir de ahora, lo que le queda a Paraguay, y es fundamental que se ponga en agenda, no la negociación de la tarifa, sino que hay que llevar adelante algo que está contemplado en el tratado, que son las obras complementarias necesarias. La otra opción de negociación, y atendiendo a que Brasil busca reducir la tarifa, es que Paraguay debe poder salir al mercado financiero internacional a vender por los próximos 20 años toda la producción energética al precio que hoy tiene el Anexo C.

“Allí sí que necesitamos tener una ley que construya un fondo de reservas contingentes que sea intocable, salvo para los objetivos bien definidos, de manera que tampoco haya una mala utilización de esos recursos, que serán resultado de la venta anticipada de energía genuina y se ajuste a los mejores precios del mercado internacional. Creo que por ahí hay una posición para poder decir vamos a negociar”, subrayó.

LA BÚSQUEDA DEL CONSENSO ES UNA PRIORIDAD

A la luz de todo lo que se está observando y atendiendo a que se está entrando en un año electoral, el ex canciller insistió en que este tema ya se debió comenzar a renegociar desde antes.

Teniendo en cuenta que habrá elecciones primarias y generales en ambos países, políticamente es muy difícil construir consenso. Pero refirió que sería muy adecuado que los altos representantes y líderes políticos puedan consensuar algo por el bien de la nación.

“Creo que por lo menos deberían hacer todo el esfuerzo para construir esa confianza y consenso, y que el debate pueda identificar quién está a favor de los intereses nacionales o simplemente tiene intereses personales o coyunturales. No obstante, hay que intentarlo, no se puede dejar de hacerlo, porque excusas hay miles para no alcanzar un consenso”, instó.

Finalmente, remarcó que no se trata del éxito de un proyecto político, sino del éxito de una nación, y es lo que debemos perseguir todos los paraguayos. “Uno de los activos más importantes de la República del Paraguay es la hidroeléctrica binacional Itaipú, y es un activo sobre el cual debemos tener todo el control y toda la capacidad para que sea un generador de bienestar y riquezas para el país y todos los paraguayos”, concluyó.

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