El ingeniero Fabián Cáce­res, ex director téc­nico de la Administra­ción Nacional de Electricidad (Ande), explicó sobre las impli­cancias que tiene la revisión del Anexo C de Itaipú para el Para­guay. Espera que se pueda man­tener la tarifa y el contrato con la Ande hasta el 2023 porque la postura del Brasil es bajar el costo para lograr ahorrar varios millones. “No aprendi­mos muchas cosas, volvimos al secretismo. Esto se hubiese abierto a consideración de la ciudadanía para que Paraguay juegue con hinchada este par­tido”, manifestó el ingeniero durante el programa “TV al aire”, de canal Trece.

Considera que Paraguay deber lograr mayores ingre­sos por las regalías, la venta libre de la energía no utilizada, la financiación de infraestruc­turas o fuente de generación porque en 10 años ya no se con­tará con esa energía, y dismi­nuir la tarifa final al cliente de la Ande.

“La renegociación del anexo C a nosotros nos beneficia porque pretendemos obtener mejores beneficios. Para los brasileños aseguran que van a bajar la tarifa y que van a dis­poner de toda la energía que Paraguay no consume, por lo que está escrito en el Tratado”, expresó el ingeniero.

Además, mencionó que en la sesión de octubre, las auto­ridades energéticas del con­sejo de administración debían aprobar la tarifa para el año siguiente para preparar los contratos que se deben nego­ciar. Brasil propone que la tarifa sea 19,0 US$/KW mes, la cifra vigente es de 22,6 US$/KW mes.

Lamenta que no se haya acor­dado en setiembre mantener la tarifa por la energía. “Por tradición se tenía que apro­bar la tarifa para el 2022, pero quedó para diciembre; se sospecha que el acuerdo era que la tarifa baje”, ase­guró.

En el peor de los escenarios, el ingeniero maneja como una hipótesis que no se logre revisar el Anexo C y aprobar las notas reversales antes del 2023, entonces la tarifa de Itaipú a partir del 2022 comenzará a disminuir, la deuda baja 30% y en el 2023 la deuda desaparecerá. Pero Brasil continuará teniendo la prioridad sobre la ener­gía que Paraguay no utiliza de su parte. “Nos conviene que la tarifa se mantenga, que se acuerde como repar­tir mejor los beneficios, pos­teriormente que se baje. Si bajas ahora, va a bajar en el mercado brasileño y luego de la negociación va a ser difícil que paguen más”, concluyó.