Ante la consulta sobre cómo está negociando el Estado paraguayo la adqui­sición de las vacunas anti­covid-19, el canciller Eucli­des Acevedo manifestó que, más que la compra en estos momentos, se trabaja en la planificación estratégica para la aplicación de las vacunas a fin de evitar que existan los vacunatorios vip, como se vieron en otros paí­ses de la región.

“Trabajamos hace 18 meses para que nos vacunemos todos, entonces tenemos que planificar más que la compra de vacunas, el soporte logístico de cómo aplicarlas, sobre todo evi­tar el vacunatorio vip, el vacunatorio clandestino o saltarnos la fila como se hizo en Perú”, señaló Ace­vedo en comunicación con Canal 4.

Habló también sobre la vin­culación de Paraguay con Rusia para la adquisición de las vacunas.

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El mismo presidente Mario Abdo Benítez habló con Vladimir Putin, manda­tario de Rusia, para que la negociación sea más efi­ciente y que ahora el pro­blema es que este país que produce tres tipos de vacu­nas anticovid-19: Sputnik V, Coronavac y Covivac y que la estrella –es decir, la deseada por los países– es la Sputnik V, y que al tener demasiada demanda que­daron sin stock.

“A nosotros nos prometie­ron una cantidad, pero no nos pueden dar todas de una vez. Entonces, recurrimos a quien en Rusia tiene un poder de decisión tremendo, que es el señor Putin, y con­seguimos en una breve con­versación. Yo fui testigo de eso, cuando el presidente le dijo ya pagamos el 50% por el millón de dosis que soli­citamos y Putin respondió que haría todo lo posible”, relató Acevedo.

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Problemas en la región

Acevedo explicó que Abdo Benítez le solicitó a Putin un total de 300.000 dosis de vacunas anticovid-19 en la bre­vedad posible y, en ese sentido, la Cancillería se está movi­lizando en pos de conseguir esas dosis a tal punto de que países vecinos están enviando cartas para solicitar la coo­peración de Paraguay para algunos países de Latinoamé­rica que se encuentran con problemas de abastecimiento porque no se les dan o no se les vende o compraron y no les llega.

Tras detectarse que unas 487 personas se aprovecharon de su cargo para recibir secretamente las dosis de la vacuna en Perú, que podría costarles hasta 8 años de cárcel, casos similares empiezan a replicarse en la región. En Argentina, el presidente Alberto Fernández pidió el viernes la renuncia al ministro de Salud, Ginés González García.

En Brasil, familiares de pacientes grabaron y denunciaron que los que aplican las vacunas a ancianos introducen aire o no aprietan la jeringa para la inoculación.

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